El exjugador de la Liga Nacional se caracteriza por su tranquilidad y anuencia, aunque en ocasiones se le ha salido lo “Pineda” como se dice popularmente, pero algo que se le reconoce es su buena disposición para ayudar a los demás.
Es un entrenador hondureño con gran potencial, al cual la Federación de Fútbol debería de acercársele y apoyarle para que siga con su etapa de aprendizaje.
¿Cómo se define como entrenador?
Me gusta sentirme seguro de lo que estoy haciendo, me gusta dar confianza sin llegar al extremo con el jugador, cuando tengo que enojarme lo hago, pero trato de ser muy cauto en mis expresiones y muy tranquilo en tomar decisiones.
Creo que las dos han sido muy buenas, tanto como jugador viví momentos inolvidables y como entrenador he experimentado muchas cosas lindas.
¿El entrenador nace, se hace o lo hacen?
Creo que todo está relacionado, porque el hecho de haber sido jugador de fútbol ya había un destino, así que todo va enmarcado en un mismo concepto. Estoy aquí porque me gusta, porque nací para esto, en el transcurso de cada entrenamiento o de cada partido uno va siendo más entrenador.
¿Esa buena pegada o técnica que usted tenía como jugador se la ha enseñado a sus dirigidos?
Yo trato que el futbolista se dé cuenta que después de los entrenamientos debe perfeccionar o mejorar la técnica, en los penúltimos entrenos me he puesto con los ejecutadores de tiro libre, usando barrera, a patear con ellos, pero al final es una decisión muy marcada de los jugadores el quedarse y dar el extra para mejorar.
¿El momento más difícil que ha pasado?
Haber perdido una final con Olimpia en Tegucigalpa, una instancia que estuvo marcada por algunas dudas; también haber caído en la final con Marathón ante Real España en San Pedro Sula, ese tipo de cosas me han marcado, son situaciones que no quisiera volver a repetir.
¿La mayor satisfacción que ha tenido como entrenador?
Llegar a dos finales en tan poco tiempo, en dos años logré estar en esas instancias, eso fue algo gratificante para mí, me ha ayudado muchísimo en mi carrera.
¿A esta altura esperaba tener la cantidad de canas que le ha sacado el fútbol?
Yo creo que no esperaba tener tantas canas a esta edad (50 años), pero la verdad que el estar consciente y pendiente de lo que puedan hacer 28 cabezas, 28 jugadores, enojos, alegrías, pues conlleva tener energías extras para resolver muchas situaciones a diario.
Hablemos de su experiencia con el Wigan, esos días de autocapacitación que tuvo…
Lo bueno fue que tuve conversaciones directas con Roberto Martínez, entrenador ahora del Everton, él me explicaba la metodología de trabajo en los diferentes entrenamientos conforme a un sistema de juego, eso me ha servido de mucho, algunas cosas las pongo en práctica actualmente.
¿Hay deseos de seguirse preparando como entrenador, pero no hay recursos ni apoyo?
Definitivamente, sin el ánimo de entrar en controversia, pero lo que pasa es que unos tienen la posibilidad de estar más cerca de la Federación de Fútbol y los mandan a prepararse, en ningún momento a mí nadie me ha ofrecido nada, el contacto de ir al Wigan lo hice a través de Maynor Figueroa, él me ayudó en todo sentido.
¿Espera algún día recibir el apoyo de la Federación para seguir preparándose?
Claro, definitivamente uno tiene aspiraciones de crecer y continuar preparándose, pero como le digo, algunos pasan cerca de la Federación y consiguen viajar a otros países, lamentablemente no todos corremos con la misma suerte. Yo quisiera que se me diera la oportunidad en algún momento, porque eso me ayudaría mucho, tengo buena relación con Alfredo y sé que cuando le pida ayuda no me la negará, pero por ahora toca esperar turno.
¿Cuáles son sus planes a medio plazo?
Esperamos que todo resulte bien aquí en Victoria, estamos formando mucho jugador joven en el plantel para que sea el futuro del equipo, así que de una u otra manera estamos pagando derecho a piso, pero igual los riesgos hay que tomarlos, al menos he tenido el valor de hacerlo.
¿Es un técnico de cábalas?
No, para nada, en lo absoluto, soy un creyente de Dios nada más. Mire, yo recuerdo una vez que íbamos a jugar un partido contra Independiente Villela ahí en El Progreso, nosotros estábamos con “Paciencia” Núñez y recuerdo que a uno que le decían “Guardián” como cábala lo habían mandado a matar una paloma un día antes del partido, pero al parecer la mataron mal y por eso habían perdido, los culpaba el profesor Paguada.
¿En esto del fútbol, con qué tipos de casos o historias se ha encontrado?
Con muchas cosas la verdad, con bastantes circunstancias adversas me he encontrado, por ejemplo el caso de Ronald Maradiaga, con él viví tremendas experiencias, he ayudado a otros jugadores económicamente para irse en el bus o tomar un taxi, les tengo que dar aventón a sus casas. Tengo futbolistas que han valorado mucho lo que yo he hecho con ellos, le pongo el caso de Kevin Hernández, ese muchacho que yo lo hice debutar en Victoria y el tipo todo el tiempo está pendiente de lo que estoy haciendo, me ha hecho regalo de tacos, guantes, al igual que otros muchachos entre ellos Wilmer Crisanto.
¿Darixon Vuelto le hace demasiada falta al equipo?
Es un chico que a pesar de la edad se ha transformado en un tipo muy valorado, tiene un fútbol interesante, que desarrolla lo que uno pretende dentro del equipo, él nos hace mucha falta, antes se le daba seguimiento por la regla de los minutos Sub-20, pero se ha ganado con creces el puesto.
¿Vuelto es el jugador próximo a salir del Victoria y dejar un poco de fondos a la institución?
Sin duda, no hay margen de duda el hecho de que este chico pronto pueda salir fuera del país, su forma de jugar y de entender lo que uno necesita de él, hace que sea un jugador de exportación, esperamos que ahora en el Mundial de Chile le vaya muy bien, estamos seguros de que en la Selección demostrará la calidad que tiene. Él ya hizo una prueba en Dinamarca, esta gente le dijo que querían que hiciera un buen Mundial Sub-17 para ser contratado, pero seguro que ofertas de buenos equipos le van a llover.
¿La derrota ante Marathón ha sido más dolorosa de lo que imaginaron?
La verdad que hay cosas que de una u otra manera influyen en un resultado, entre ellas el estado anímico en que se encuentra el jugador, como viajar a un partido de fútbol representa un desgaste físico y llegar una hora antes del partido genera más cansancio en el jugador y se le da ventaja al rival. Si bien es cierto estamos en el último lugar, también es cierto que a falta de seis fechas y 18 puntos en disputa cualquier cosa puede pasar, tengo claro que los muchachos van a dar lo máximo para de salir donde estamos y poder clasificar.
¿Se vienen juegos decisivos?
El hecho de que estemos compartiendo con Real España el último lugar, no representa nada más que eso, ellos y nosotros tenemos seis juegos en disputa y cualquier cosa puede pasar.
Una anécdota...
En mi época de jugador, recuerdo que previo a un partido contra Motagua, esa semana tuve una llamada de Amado Guevara, para decirme que me enviaba unos tacos, él estaba en ese momento en el Red Bull y que doña Flor, quien representa mucho para mí, me los daría. Ella me los envió y los utilicé ese sábado en el duelo ante Motagua, resulta que ese partido lo ganamos con un tiro libre mío; doña Flor se jalaba los pelos, me decía que no podía creer que había anotado el gol del triunfo con los tacos que ella me envió.
¿Un sueño?
Dirigir alguna Selección Nacional, sé que no es fácil, pero tampoco imposible, uno tiene que ser soñador, aunque no me ha tocado fácil, la he tenido bien difícil estos últimos años, porque he tomado equipos con poca logística y ni modo, hay que hacerle frente, cada día lo hago como si fuera el último.
En cortito
Una religión: Católico
Una línea de juego: 4-3-2-1
Un técnico: Ramón Maradiaga
Un estadio: El de Monterrey
Una manía: Ponerme la mano en mi quijada
Si no hubiese sido entrenador: Habría sido maestro
EL RETO: JUGAR UN PARTIDO DE BALONCESTO
Gimnasio Municipal Azcona
El día avanzó muy rápido y casi comenzamos nuestro partido de baloncesto al mediodía, el sol estaba en su mejor esplendor en ese momento.
Uno contra uno
Sin duda el profesor Pineda demostró una mejor condición física y buena técnica en el uno a uno.
Buen pívot, buen alero
En el buen lenguaje de este deporte, definimos al profesor Pineda como un buen pívot, por su estatura, fuerza y agilidad cerca del aro, fueron cualidades que me sorprendieron. Mi fuerte en el baloncesto es el tiro y la fuerza, así que me caracterizo como un buen alero.
Reto superado
El profesor superó el desafío con alta calificación, demostrando su habilidad también para el baloncesto, aunque está falto de ritmo, aún conserva el buen toque debajo del aro.
Triple perfecto
Los triples suelen ser su especialidad, es habilidoso para adelantarse en tres pasos.
