La leyenda llamada Carlos Pavón. Cristiano Ronaldo el guapo y Motagua ... en los versos perversos de 'Pablo Negrura'.
PAVÓN, PURO CORAZÓN
Se eleva la Sombra Voladora
Esa leyenda goleadora
Tiene cuerda para rato
Y más vidas que un gato
Para ser goleador de Honduras
Seguro comía muchas verduras
Carlos Pavón parece eterno
Y da más guerra que un tierno
El símbolo del Real España
Tiene un repertorio de mañas
Gallo que con el ala mata
Por él, España gana o empata
Un día le harán un monumento
A este hombre que puso condimento
Para alegrar del pueblo las penas
Porque arrastra pesadas cadenas
Decían que Carlitos estaba acabado
Pero del gol sigue enamorado
La Sombra alista y pule la puntería
Pa´ mandarla dentro de la portería
CRISTIANO, MARCIANO
Ah vaya, papo
Dijo Cristiano: soy guapo
Y soltó una sonrisa
Como la de la Mona Lisa
Y como diciendo que no miente
Peló la boca y enseñó cada diente
Tiene dentadura perfecta
Y unos músculos de atleta
Pregunta:“Espejito, espejito”
“¿Quién es el más bonito?”
El más caro del Real
Camina como pavorreal
Vanidoso, se cree actor
Claro, es buen jugador
Pero el muy condenado
Se pinta las uñas de morado
(Y usa calzoncillo rosado)
Lo envidian por rompecorazones
Y porque gana muchos millones
Y porque una bellísima rusa
Se convirtió en su nueva musa
Mientras enamora a su doncella
En lo alto brilla una estrella
Es argentino, chaparrito
Cada juego mete su golito
Cristiano camina como pato
Y Lio Messi gana campeonatos
TORMENTA TE ATORMENTA
Pobre Motagua, ya nadie te respeta
Como ponchar globos con escopeta
Así de facilito es pasarte por encima
Más fácil que conquistar a mi prima
Dejaste a tu ex novio por otro
Provocando un gran alboroto
Te alistate el corpiño
Y te entregaste a Pepe Treviño
Dicen que no lloran los machos
Pero como le pusiste los cachos
Tu ex novio maldice y grita
Y llora como una margarita
Al Nacional van a verte pocos
Pues cualquiera te suena los mocos
Monarcas con unos suplentes
Te quebró un par de dientes
Parece que nadie te salva
Del último lugar de la tabla
Cualquiera llega a tu casa
A manosearte como masa