Liga Nacional

'No soy el salvador de Motagua': Ramírez

Guillermo Ramírez se dio un paseíto con DIEZ por Valle de Ángeles. 'El Pando' viene recargado.

2011-02-01

Es poco para las palabras. Habla lo necesario, pero esta vez hizo la excepción. El nuevo fichaje del Motagua, Guillermo Ramírez, se dio un paseíto por Valle de Ángeles y comentó cómo han sido sus días en el campamento azul. El guatemalteco se refrescó los pulmones y entró a la canchita de DIEZ. “¡Ah, no sabía que íbamos a jugar un partidito!”, dijo entre risas.

Se le ve muy contento con su nuevo equipo: Motagua. ¿Será el reflejo de su juego en la cancha?
Claro. Estoy muy contento. Tengo la confianza del presidente Pedro Atala y del técnico Ramón Maradiaga. El profesor tiene mucho que ver para que yo esté en Motagua. Ahora me voy a esforzar para demostrar mi calidad en el campo.

¿Qué tanto es el peso que carga ahora que llega a Motagua como extranjero?
Pues todos conocen el nivel de mi fútbol. He pasado por Centroamérica y Estados Unidos. Los aficionados van a esperar lo que siempre han visto.

Cuando habla de Ramón Maradiaga se le ilumina el rostro. ¿Qué tanto ha influido en su carrera?

Mucho. Fue él quien me dio el gafete de capitán con la selección de Guatemala hace cinco años y hasta ahora lo tengo y eso ha sido lindo. Gracias a Dios desde ahí me he mantenido.


¡Ah!, pero esta vez Amado Guevara tiene el gafete… ¿Qué pasará ahora?
Ja, ja, ja. No para nada, yo vengo a aportar al equipo y no a quitarle el gafete a nadie. Amado Guevara tiene mis respetos, es un gran jugador y él lo merece. Yo respeto eso. En este equipo yo sería el último en ser el capitán.

En Municipal y en la selección de Guatemala usted era el capitán... ¿Qué diferencia habrá entre ser y no ser el capitán? ¿Sentirá menos peso?
Pienso que ahora estará más balanceada la situación y sentiré menos peso.

¿Se ha puesto a pensar en el juego ante Platense?
Sí, será un duelo muy complicado. Platense es un equipo fuerte en su cancha.

¿Se ve anotando?
Sí, siempre entro en la cancha con esa convicción. Me gusta anotar en todos los partidos y me encantaría anotarle al Platense, pero si no se puede, pues voy a buscar una habilitación para que anoten mis compañeros.

¿Sabía que Motagua se encuentra en la zona de descenso?
Casualmente eso me lo estaba comentando Primi y nos sentamos para hablar de ese tema. Me estaba diciendo la situación actual que vive el equipo. Nos pusimos a analizarlo, es un buen reto, el equipo no está muy bien y si yo puedo darle la mano para que el equipo salga adelante, pues lo voy a hacer.

Muchos lo ven como el salvador del equipo… ¿Usted lo ve así?
Bueno, quizás no tanto así, no me considero el salvador de Motagua. Para llegar a hacer un buen trabajo necesito el apoyo de mis compañeros. Esto es de equipos y no de un sólo jugador. De que todos jalemos para el mismo lado.

¿Qué se le cruzó por la mente al momento de estampar su firma?
Que estaba en el equipo que deseaba estar.

Usted firmó por un año y medio. ¿Cree que pueda levantar la imagen del equipo?
No sé si alcanzará. Lucharé al máximo por ese objetivo. Espero no estar un año y medio en Motagua, quiero estar más tiempo. Me gusta el club y trataré de conseguir cosas importantes.

¿Hasta dónde puede llegar este equipo?
Yo quiero que Motagua sea campeón y por eso he venido a trabajar. Vamos a trabajar día a día para que llegue ese objetivo: el título.

¿Ilusiona el equipo ahora que llegó el Pando?
Bueno... Esperemos que sí. La gente del Motagua tiene mucha fe en mi trabajo. Eso es lo que he visto en estos días. Ellos esperan mucho de mí y me voy a esforzar al máximo para aportar con mis goles y asistencias para que Motagua esté en los primeros lugares.

¿Realmente, qué lo impulsó a jugar con Motagua?
Honduras. Eso me motivó mucho. Soy muy fronterizo con Honduras y me han tratado muy bien la gente y ustedes los periodistas. Así que no pensé dos veces para firmar con Motagua.

-La presencia del Pando se está empezando a sentir en Valle de ángeles. Los hinchas se acercan a cada rato para solicitarle un autógrafo al volante guatemalteco. El viento nos refresca los pulmones. El nuevo 7 del Motagua se va sintiendo cada vez más cómodo en la canchita que le ha preparado diario DIEZ.

¿Cuénteme de su infancia?
Fue bastante complicada. Vivía con mis padres en Livingston y luego se separaron. Viví un tiempo con mi mamá y luego con mi papá, pero siempre estaba pegado al fútbol. Mi mamá me fregaba y no quería que jugara fútbol. En ocasiones no me daba de comer. Me decía: “Si te vas a jugar fútbol, te vas a quedar sin comer”. Yo me iba a jugar, pero era complicado.

¿Ahora que es un profesional, qué le dice su madre?

-De repente los ojos del Pando se empiezan a poner rojos, se humedecen al recordar ese pedacito de amor. “Mirá, ni me preguntés, que me vas a hacer llorar. Es algo lindo, ella me abraza y me dice: ‘Perdóname, hijo, estaba equivocada’”.
(Dejo que el Pando se recupere unos segundos. Los recuerdos lo han abrumado).

Bueno, cambiemos de tema... ¿Con 32 años, llega el Pando en su mejor versión
Pienso que sí. Ya no soy el niño que tenía 19 años, ahora tengo 32 años y me siento más centrado. Y estoy más seguro de lo que voy a hacer.

¿Algún mensaje para la hinchada?
Un gran saludo a todos y esperamos celebrar al final del torneo.