'Soy más rápido que Bruschi': Portillo

Javier Portillo será hoy el jugador más pequeño del clásico capitalino. Pese a su baja estatura, el volante del Motagua no se le corre a nadie y no le da temor chocar con gigantes como ocurrirá esta tarde cuando lo marque Walter Hernández. Además, el Pulgarcito asegura que él es más veloz que Ramiro Bruschi con el balón en sus pies.

¿Qué tal ha sido la semana ahora que está a pocas horas de jugar el clásico?
Muy bien. Estamos listos y ahora hay que esforzarnos para ganar este importante partido. Por mi parte estoy listo para jugar porque estos partidos nadie se los quiere perder.

¿Curiosamente usted será el jugador más pequeño del clásico?
Ja, ja, ja... bueno, hay que darle gracias a Dios por esa fortaleza que me dio. Yo tengo la virtud de ser pequeño. Para otros es una “desventaja”, sin embargo, para mí no, pues yo tengo habilidades que sé aprovechar en la cancha.

¿Usted y Ramiro Bruschi serán los más pequeños del juego de esta tarde?
Así parece.

¿Quién es más rápido?
El balón -me lanza una broma El Pulgarcito del Motagua-.

¿Bueno pues, quién ganaría en un pique entre usted y Bruschi?
Nunca me he puesto a pensar en eso porque nunca nos ha tocado enfrentarnos, ya que Bruschi siempre se tira al centro, pero digo que yo soy más rápido ja, ja, ja.

¿Están obligados a ganarle al Olimpia?
Claro. No hemos tenido un buen inicio en el torneo, entonces ahora estamos con la idea de ganar. Yo me imagino un partido abierto, los dos equipos tienen buenos jugadores.

Discúlpeme por la pregunta, pero ¿qué le pasó en su ojo izquierdo que tiene café y verde?
Es una bendición que Dios me dio amigo. Es un lunar que tengo y que se lo heredé a mi madre porque ella tiene ojos verdes. Por ahí no me quiso dar el color completo ja, ja, ja.

¿Sus compañeros lo molestan por eso? ¿Le dicen algún apodo?
Mis compañeros me dicen Guadaña -personaje del Cartel de los Sapos-, pero lo tomo con tranquilidad.

¿Y si le digo Guadaña no molesta?
Ja, ja, ja, para nada. No se preocupe. Uno tiene que darse cuenta cuando las personas que se lo dicen en buena onda y usted lo está haciendo así.