Liga Nacional

Tato García y sus anécdotas del título de Real España en 2017, el fichaje que le 'robó' a Burbara y su gran revelación sobre Said

El técnico del Real España. Martín García, habló con DIEZ sobre la final que el elenco aurinegro sostendrá contra el Olimpia.

2025-05-21

Han pasado 10 técnicos y siete años después de que el Real España consiguiera ganar su última copa de campeón. El último timonel en conseguirlo fue el uruguayo Martín "Tato" García, quien conversó con DIEZ recordando ese pasaje hermoso en su carrera como técnico.

El uruguayo rememoró esos días donde dirigió a la máquina aurinegra de la que dijo que esos momentos fueron los más lindos de su carrera. Aseguró que desea volver al banquillo, pero es respetuoso de Jeaustin Campos.

Afirmó que de momento no tiene trabajo y que no seguirá al frente del Vida de La Ceiba, donde no pudo lograr el ascenso con los rojos. Recordó la final ante Motagua del 2017 y los errores arbitrales que casi condenan a la máquina, también la plática que tuvo con Said Martínez.

LA ENTREVISTA:

—Ya de vacaciones en Uruguay profe, con mucho frío imagino. ¿Cómo ha pasado estos días de descanso?

Sí, ya hace unos 15 o 20 días que regresamos de La Ceiba para disfrutar un poco de la familia y el país. Se nota bastante el cambio de clima respecto a los últimos días en La Ceiba y el frío de Uruguay. A veces se extraña un poco, pero es lindo tomar mate, encender la estufa de leña en casa con la familia y ver alguna serie. Siempre se extraña.

—Justamente hablando de La Ceiba, ¿cuál es su actualidad como técnico del Vida? ¿Continuará en el equipo?

No, terminamos contrato. Finalizó al término de los cuartos de final, donde quedamos eliminados contra el Arsenal So, uno de los finalistas. En el torneo anterior nos había tocado quedar eliminados con Choloma, el otro finalista. Ahora estaremos pendientes de la final del ascenso entre Independiente y Arsenal SAO.

En cuanto al Vida, el contrato terminó, viajamos a Uruguay y no hubo ninguna conversación sobre continuar. Nos despedimos de los muchachos y estamos muy agradecidos por la oportunidad. Más allá de no haber logrado el objetivo, el equipo lo dio todo hasta el último minuto. Dejamos amistades en La Ceiba y el futuro dirá dónde estaremos trabajando.

Tato García y su asistente Rafael Cánovas en su etapa en Real España.

—¿Qué le parece el ascenso de Honduras, profe? ¿Cómo lo percibió después de su paso por la Liga Nacional y su experiencia en otras ligas?

Mi llegada a la segunda división fue con Independiente y ahí pude conocer la categoría. Hay una gran diferencia con la primera división. Es un torneo extremadamente difícil. Entran 36 equipos y sube solo uno. Cada zona del país tiene sus particularidades, con cosas buenas y otras por mejorar. Creo que es un formato un poco injusto porque hay equipos con gran inversión y calidad que quedan fuera.

Platense, por ejemplo, lleva seis años buscando el ascenso y no lo ha conseguido. En otras ligas, normalmente bajan dos o tres equipos y suben dos o tres. Ojalá que esto se modifique. A veces el fútbol depende de detalles mínimos, como un balón que pega en el palo y entra o sale. Nosotros pensamos que hicimos un gran trabajo en Vida y que dejamos bases sólidas, al igual que en Independiente. Ojalá que el equipo pueda seguir en esa línea con la misma seriedad.

—Antes de Vida, Independiente y Marathón, su primera vez en Honduras fue con Real España en 2017. ¿Cómo recuerda esa experiencia?

Es el recuerdo más lindo que tengo. Para mí, era una oportunidad muy importante de trabajo. Venía de un recorrido exitoso en las juveniles de Peñarol, donde ganamos varios títulos y ayudamos a formar jugadores que hoy triunfan en grandes equipos. Al recibir la llamada de Real España, sabía que era un desafío interesante. El equipo venía de cinco derrotas consecutivas y estaba prácticamente fuera de la liguilla.

Cuando llegamos, analizamos la situación y comenzamos a construir un equipo sólido. Pasamos de perder cinco partidos seguidos a ganar siete y meternos en la liguilla. Jugamos contra Juticalpa, Marathón y alcanzamos la gran final contra Motagua. Es un recuerdo espectacular e imborrable para mí.

Para vencer a Motagua, Real España implementó un enfoque táctico sólido y bien estructurado que les permitió neutralizar las fortalezas del rival y aprovechar sus propias virtudes. Aquí te detallo algunas de las claves tácticas:

Solidez defensiva: El equipo trabajó en reforzar su línea defensiva, corrigiendo problemas previos en la marca y la cobertura. La defensa se consolidó con jugadores como Frank Arévalo, Getsel Montes, César Oseguera y Will Barahona, lo que permitió reducir la cantidad de goles en contra.

Alarma en Real España: Los tres jugadores de la "Máquina" que están entre algodones de cara a la final ante Olimpia

Presión y bloqueo de las bandas: Motagua utilizaba una línea de tres defensores y generaba peligro por las bandas con Wilmer Crisanto y el Burrito Elvir, quienes enviaban centros peligrosos a jugadores como Rubilio Castillo y Marco Tulio Vega. Para contrarrestar esto, España hizo un planteamiento espejo, utilizando carrileros y tres centrales para bloquear los circuitos de ataque y minimizar los espacios.

Extremos a pierna cambiada: El equipo apostó por que los extremos jugaran con su pierna menos hábil en la banda opuesta, permitiendo que quebraran hacia el centro para generar más fluidez ofensiva y opciones de tiro.

Fortaleza en el mediocampo: Con el "Pitbull" y "Camello" en el medio, el equipo ganó en recuperación y distribución de balón. Controlaron los tiempos del partido y evitaron que Motagua dominara la zona clave del campo.

Estrategia ofensiva bien ejecutada: Real España jugó con delanteros de gran calidad como Omar Salazar, Nico Cardozo y Cristian Altamirano, quienes aprovecharon la movilidad y las asociaciones rápidas para superar la defensa rival.

Definición contundente: En la final, Darixon Vuelto fue clave con dos golazos que marcaron la diferencia en el primer partido. La confianza del equipo se fortaleció a medida que avanzaban en el torneo, lo que les permitió cerrar la serie con seguridad.

La planificación y ejecución precisa de estas tácticas les permitió no solo competir de igual a igual con Motagua, sino también superarles en momentos clave. Motagua iba por el tricampeonato, pero nosotros le cortamos la racha con un equipazo.

Confiábamos mucho en nuestro plantel, especialmente en los futbolistas de Real España, quienes rápidamente comprendieron nuestra idea de juego. Si bien el trabajo de Primi Maradiaga había sido importante, nosotros necesitábamos fortalecer al equipo, hacerlo más sólido. Real España anotaba dos goles y perdía 3-2 porque le llegaban con mucha facilidad. Por eso trabajamos en una defensa fuerte, desde atrás hacia adelante.

Tato García y sus anécdotas del título de Real España en 2017, el fichaje que le 'robó' a Burbara y su gran revelación sobre Said

—¿Cómo vivieron la final contra Motagua?

La final fue durísima. Ganamos 2-0 en el Estadio Olímpico con dos golazos de Darixon Vuelto. Me había olvidado de mencionarlo, pero fue fundamental. La revancha en Tegucigalpa fue complicada. Sabíamos lo difícil que sería cerrar un torneo así. Quizá podríamos haber liquidado la serie antes, pero el arbitraje influyó. Said Martínez no nos cobró dos penales claros, y después reconoció uno de ellos, sobre todo el del Chino López.

—¿Tuvo alguna conversación con Said sobre esas decisiones arbitrales?

Sí, nos encontramos y tuvimos algunos intercambios de mensajes. En una entrevista, incluso reconoció que hubo dos penales que no pitó. No me gusta hablar del arbitraje porque considero que los árbitros pueden equivocarse, igual que nosotros al hacer un cambio. Pero hay jugadas puntuales que pueden cambiar la historia. Si hubiéramos perdido la final, habría cambiado mi trayectoria completamente. Sin embargo, siempre hay justicia en el fútbol, y ese día Dios fue justo con Real España.

—¿Cómo recuerda la celebración posterior al título?

Fue increíble ver la pelota entrar después del cabezazo de Ángel Tejeda. Todavía se me erizan los brazos al recordar ese momento. La vuelta a San Pedro Sula, la caravana, el festejo con la afición, el escenario donde mostramos la copa... fue algo maravilloso.

—¿Y el momento de la celebración cómo fue?

Oh, espectacular, impresionante. Ya ves lo que fue el estadio... Recuerdo una anécdota que te voy a contar. Creo que la he mencionado antes. Yo había perdido a mi mamá por cáncer y, en el momento en que nos fuimos al alargue, sucedió algo increíble. Son esas cosas que te hacen decir "creer o reventar".

A mí me pareció escuchar la voz de mi madre diciéndome "tranquilo". Fue impresionante. Vos sabés que soy bastante enérgico, pero en ese instante sentí una tranquilidad interna. En los diez minutos que tenés para hablarle al plantel antes del alargue, donde te estás jugando todo el año, esa sensación me ayudó a transmitir calma al equipo. Eso era lo que necesitábamos.

—En el gol de Ángel Tejeda, todo el cuerpo técnico celebró y usted señaló hacia arriba con su brazo, ¿no?

Sí, sí, era para mi mamá. Me emociono al contártelo. Escuchar esa voz interna me hizo sentir que, en ese momento, ella estaba conmigo. Mi madre siempre estuvo cerca de mí en el fútbol, desde muy chico. Mientras mi padre trabajaba, ella era la que me acompañaba a entrenamientos, esperando horas para tomar un colectivo en Uruguay. Siempre estuvo conmigo. Estoy seguro de que ese día, en el Nacional, estaba en el banco con nosotros.

—¿Siempre le toca recordar esa final con Real España por el sentimiento hacia tu mamá?

Sin lugar a duda. Mi familia guarda ese recuerdo y, cada vez que surge la anécdota, me piden que la cuente. Me dicen: "contanos otra vez lo de la final". Recuerdo todo: el estadio azul, lo que significaba enfrentar a Motagua, España sin salir campeón por cinco años... Todo eso hace que sea un recuerdo para el resto de mi vida.

—Profe, ¿qué tiene que hacer Real España para ser campeón? Han pasado diez técnicos y siete años sin título.

Lo he seguido, porque más allá de haberme ido, sigo todos los partidos. Conozco a muchos de los jugadores del plantel, los dirigí, y saben lo que es jugar este tipo de encuentros. Ni hablar de Justin Campos, con su recorrido y experiencia en finales. Creo que el partido en San Pedro Sula es clave. Hay que intentar ganarlo y mantener el arco en cero. Este Real España ha hecho muy buenos partidos de visita, algo que en años anteriores no veía. Me acuerdo que nosotros íbamos a la capital y jugábamos de igual a igual.

—¿Recuerda algún partido en particular?

Sí, uno contra Olimpia en la capital. Íbamos ganando 2-0, pero nos terminaron empatando sobre la hora. Si ese partido hubiera terminado 4-0, estaba bien. Recuerdo que hicimos 36 toques seguidos sin que Olimpia tocara la pelota, y el estadio, molesto con su equipo, terminó gritando "¡olé!" a favor de Real España. Ese tipo de fútbol no lo veía en España cuando me fui, pero ahora lo estoy recuperando. Estoy seguro de que España hará un buen partido de visita, pero tendrá que tomar precauciones normales porque Olimpia es Olimpia.

—Profe, de su título, ¿cuál cree que fue el factor determinante para ser campeón?

El convencimiento de los muchachos y lo que les transmití. Si hay algo que tengo, Gustavo, es que logro conectar con los futbolistas, con los planteles y el vestuario. Me considero alguien con facilidad para manejar grupos. Sumamos rebeldía, orden defensivo y solidez. Éramos un equipo difícil de vencer, que no encajaba goles fácilmente. Trabajábamos mucho el balón parado, con buenos ejecutantes y jugadores que sabían interpretar dónde caería la pelota y cómo atacar los espacios. Pero lo más importante fue el convencimiento del plantel con nuestra idea de juego. Los jugadores lo entendieron y lo defendieron hasta el final, y eso nos llevó al título.

Tato García y sus anécdotas del título de Real España en 2017, el fichaje que le 'robó' a Burbara y su gran revelación sobre Said

—En este plantel, solo tres jugadores estuvieron en el título de 2017: Jhow Benavídez, Darixon Vuelto y Devron García. ¿Ha hablado con ellos, profe?

Sí, y también con Buba. En mi etapa, jugaba Kevin Hernández porque Buba había sufrido aquella fractura en la tibia, lo operaron y pasó momentos difíciles. De los que están en el plantel, sí, Devron, Joe y Darixon. Tal vez alguno más, pero sobre todo los más jóvenes, como Marcos Tulio Aceituno y Miguel Carrasco, que debutaron con nosotros en Copa Presidente. Ese año llegamos a la final, aunque la perdimos con Platense. En cuanto al contacto, no suelo hablar mucho con los jugadores, pero sí nos mandamos mensajes y saludos de vez en cuando, sobre todo con Mario Martínez, el Flaco Altamirano y Jhow. Trato de no molestar mucho, pero les deseo suerte cuando hay momentos importantes.

—Profe, después de ganar el título, ¿por qué no regresó a Real España? Han pasado muchos técnicos, pero es raro que un técnico campeón no tenga una segunda etapa en un club.

Nosotros renovamos por dos años más después de ser campeones, pero se dieron muchas circunstancias. Tengo una forma de ser muy frontal y directa, y a veces eso no cae bien. Pero yo duermo tranquilo diciendo las cosas de frente, gusten o no. Cuando las cosas no van por el camino correcto, es mejor dar un paso al costado. Lo hablé con Elías, alguien a quien tengo mucho cariño y respeto. Mi familia y la suya compartieron momentos especiales.

Recuerdo que le dejamos una carta con 25 puntos que considerábamos claves para cambiar en el club. Si no se ajustaban, pensábamos que España tendría problemas a largo plazo. Y bueno, no estaba tan errado porque, como dijiste, pasaron 10 técnicos después. Hoy veo que varios de esos puntos que marcamos se han cumplido, y eso me da felicidad.

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—¿Alguna anécdota de la final en Tegucigalpa? ¿Algo especial de la previa o del partido?

Lo más lindo fue la vuelta a San Pedro. Poder relajarsese, tomar una cervecita con la copa entre las piernas... Recuerdo la medalla que tengo colgada aquí en mi rincón del fútbol. Fue increíble compartir con los muchachos, cantar canciones de España y sentir el alivio de haber cumplido con toda la gente del club. La vuelta en el bus fue espectacular, porque sabíamos que nos esperaba la afición y el escenario. Fue una celebración inolvidable.

—¿Le ilusiona volver a Real España algún día?

Claro que sí. He tenido algunas charlas con Elías y algún acercamiento, pero no se ha dado. Dejé muchos amigos en el equipo y tengo un gran cariño por la afición. Me han tratado de maravilla. Donde voy, siempre hay una camiseta de España, la gente se acuerda, me pide fotos y autógrafos. Es un sentimiento especial. Ojalá que en algún momento pueda volver.

—Pero Elías Burbara tiene cierto resentimiento con usted. En alguna entrevista mencionó lo de Juan Vieira, que usted lo "arrebató" cuando estaba en Marathón, ja, ja. ¿Cómo fue eso, profe?

Sí, es cierto, pero bueno, después a Juan no se lo trató muy bien tampoco. Él siguió su camino y España no quedó con resentimiento. A Juan lo conocía desde Paraguay, cuando jugaba en Nacional. Ya lo tenía visto y había conversado con él. Cuando se menciona a un jugador o técnico en los medios, siempre hay empresarios que escuchan y se lo ofrecen a otros clubes. Hubo un tironeo entre Marathón y España por él. Y sí, recuerdo que estaba entre los dos equipos. Hoy tengo una gran amistad con Juan Vieira y con Luca Campana. En Marathón hicimos una relación muy bonita.