El fino volante zurdo de Marathón, quien está fuera del campo por una lesión en el cartílago en su rodilla, quiso torcer la historia en su descendencia y ahora trata de darle una mejor vida a Emil Jesús, su primogénito, quien espera seguir sus pasos.
Hoy es el Día del Niño en Honduras y hay festejos para los más pequeños, que incluye a “Chuy” .
El hijo del volante de Marathón tiene destellos de buen futbolista, es un enamorado del balón, incluso durante la entrevista no paraba de pelotear de un lado a otro, inseparable de la redonda, como su padre.
“Precisamente veníamos hablando de eso en el carro, me dijo ‘papi, qué me vas a dar para el día del niño’ y yo le dije que un balón es lo que le voy a dar”, cuenta entre risas.
El pequeño “Chuy” con 10 años, estudia y practica fútbol. Sueña con ser jugador profesional como su padre y Emil Martínez le apoya en todo lo necesario y sabe que su nombre pesa, pero no lo presiona.
“Es difícil, pero no hay que ponerle ese tipo de cargas, está pequeño. Yo lo dejo que fluya, que juegue y que incluso sea mejor que yo, es lo que yo quiero en realidad”.
Emil es un buen guía para su pequeño, incluso no permite que deje sus estudios a un lado por jugar a la pelota.
“La idea de nosotros, como padres es apoyarlo bastante y en todo. Lógicamente lo intelectual tiene que ir a la par del fútbol, que no deje a un lado la escuela. Tenemos una regla en la casa: si baja las notas, no va a entrenar. En realidad le estamos dando prioridad a los estudios porque con el fútbol no sabemos. De repente y cambia de mentalidad y no quiere jugar, al final será decisión de él. Mi obligación como padre es apoyarlo, estar con él siempre”.