No Todo es Futbol

Aaron Hernández, el hombre que perdió 40 millones de dólares por las balas

El ex de la NFL era uno de los receptores más prometedores de la liga y una mala decisión acabó con su carrera.

2015-04-15

Nacido en un barrio de Connecticut, Aaron Hernández fue uno de los pocos estadounidenses que cumplió el sueño de llegar a la NFL, uno de los deportes con filtros más difíciles en Estados Unidos. Ahora, se convirtió en una pesadilla después de que un juez de Boston le dictara cadena perpetua por el asesinato de Odin Lloyd.

Hernández, un muy buen receptor de los Patriots de Nueva Inglaterra, con grandes cualidades, que hubo muchas personas que creyeron que haría la pareja perfecta junto con Rob Gronkowski, recibiendo pases del legendario Tom Brady.

Su fortaleza, velocidad, versatilidad y juventud (26 años) le ponían en la tabla de los mejores, de hecho eso estaba reflejado en su contrato, cuando le pagaron un bono de $12.5 millones de dólares (el más grande recibido por un ala cerrada en la NFL) y con todo eso, la extensión de su contrato llegaba a los $40 millones de dólares.

El futuro promisorio de Hernández comenzó cuando participaba en el equipo de la Universidad de Florida que asombraba el deporte norteamericano con sus 1.90 de estatura y 245 libras de puro músculo.

Fue parte del “All American” del equipo que ganó el título nacional con la Universidad de Florida en 2008, siendo el líder en atrapadas con 111 y rompiendo el récord universitario.

En el draft de 2010, todos los equipos de la NFL tenían sus dudas y reservas con Aaron Hernández, debido al hecho que había salido positivo en algunas pruebas de drogas y tenía un pasado en pandillas.

Esto estaba vinculado a su barrio en Connecticut, donde nació y que guarda cada memoria en tatuajes que se ha hecho con frases como 'Si ha pasar, depende de mí', 'Algunos lo hacen, algunos no' y 'Hecho a mi mismo'.

Además de todo eso, la muerte de su padre le afectó mucho en su adolescencia, falleció debido a complicaciones por la operación de una hernia.

Fueron los New England Patriots quienes confiaron en él y le eligieron en la cuarta ronda del draft. Parecía que habían acertado por sus buenas temporadas, incluyendo en 2011 cuando fue junto a Gronkowski la pareja de receptores con más atrapadas (169), touchdowns (24) y yardas (2,237).

Ese mismo año llegaron al Super Bowl que perdieron contra los Giants. Sus buenas campañas le valieron para su extensión y también firmó un contrato de patrocinio con la marca Puma.

LOS TRÁGICOS SUCESOS QUE LO HUNDIERON

Todo eso, su talento y todo se vino abajo el 26 de junio de 2013 cuando fue detenido por el asesinato de Odin Lloyd, un jugador semiprofesional y novio de la hermana de su prometida.

Diversos reportes explican que Hernández se molestó con Lloyd ya que en un club nocturno en Boston estaba con personas que le desagradaban en ese entonces al ala cerrada de los Patriots.

Todo eso concluyó en una discusión, incluso algunos hablan que hubo pelea dentro de aquel bar y que el deportista quedó insatisfecho, por lo que decidió ir por su arma para acabar con la vida de Lloyd, que según el veredicto, así lo hizo.

CON UN PASADO VIOLENTO

No era la primera vez de Hernández, quien tiene un pasado violento. También se le acusó de haber asesinado a otras dos personas en 2012 después de haberles disparado al vehículo en el que se conducían luego de haber tenido una pelea en la discoteca.

Hoy 15 de abril, el mismo día que el deporte norteamericano celebra el 'Jackie Robinson Day' en conmemoración a la fecha del debut de la leyenda afroamericana del béisbol que rompió las barreras de la segregación racial en las Grandes Ligas, es uno de los más tristes del fútbol americano, cuando le dictaron cadena perpetua a 'Chico' como le llamaba su familia de origen puertorriqueño en la intimidad.

Así acaba con 26 años la carrera de uno de las promesas más grandes de la NFL, y se quedará de esa forma, como una promesa sin cumplir.