Estudia en el bachillerato, se ha matriculado en un curso de inglés, estudia computación y... ¡practica crossfit!.
Se trata de un entrenamiento muy exigente, en donde las rutinas son constantemente variados y ejecutados a alta intensidad. Entre otras cosas, se utilizan pesas y cuerdas, ese es el mundo de esta súper abuela ceibeña.
Ella nació en La Ceiba, durante la fanfarria de un 24 de diciembre. Quizás por eso es tan inquieta. “Tengo 73 años”, nos dice sin empacho, está frente al timón de doblecabina. Lo lleva con soltura y nos comenta: “Me encanta la escuela”.
Hace unos tres años, cuando su esposo, el profesor Franklin Reyes murió, se encontró muy sola. Sus cuatro hijos están casados y tres de ellos viven fuera del país.
Entonces vinieron a su mente aquellos proyectos sin realizar, los sueños que todo corazón humano guarda.
“Siempre había querido ir a la universidad, luego de que falleció mi esposo, al sentir que estaba sola me metí a la escuela María Mazarello. Mis compañeros me dieron todo el amor que necesitaba en ese entonces y por ellos he podido salir adelante”, recuerda.
Doña Carminda siempre practicó ejercicio, es una costumbre que tiene más de 20 años, la cual compartía con su pareja, pero la muerte le llevó a su compañero y decidió aventurarse en el crossfit y yoga.
También practica yoga junto a Sandra Alvarado.
Su día inicia muy temprano, antes de entrar al gimnasio corre para calentar y después reconoce que “nos trolean”.
Una de sus instructoras es Sandra Alvarado, quien confiesa que nuestra súper abuela siempre es un ejemplo en sus clases.
“Motiva mucho, 73 años, no para, hace todos los ejercicios sin protestar, usted la ve corriendo antes de la rutina, realmente que sí es un incentivo”, resalta.
Es difícil creer que una persona a su edad puede hacer todas tantas cosas. Sencillamente no ha dejado que la edad le quite su alegría, ni sus sueños.
Actualmente estudia bachillerato por madurez en el Instituto Hondureño de Educación por Radio.
FELIZ
En las instalaciones del colegio, un lugar, con instalaciones deficientes, pero absolutamente lleno de sueños, una alumna me pregunta qué pasa con Carminda, le cuento que ella asiste al gimnasio, sin ahondar en detalles. “A puuuucha, nosotros decíamos que tiene buen cuerpo”, reflexiona.
Su maestra de filosofía, Ana Buendía la describe como un reto. Es que la protagonista de esta historia no se queda como una duda y simplemente la evacua.
“Ella es muy hiperactiva, en el sentido que si tiene que hacer una pregunta la hace, no tiene pena”, nos cuenta Juana Rivera, quien es su compañera de colegio.
Esto lo corrobora la docente. “Cualquier cosa que no sabe está preguntando, me gusta su entusiasmo y la actitud que toma. Es aplicada”, señala Buendía. Por su parte, doña Carminda está aferrada del timón y cuando ya ha terminado la entrevista nos dispara: “Soy feliz en la escuela”.
En clases destaca mucho frente a sus jóvenes compañeros.
Los sueños no terminan ahí, esta dama ejemplar también está empeñada en aprender a dominar el inglés.
Hubo un motivo para que haya decidido matricularse en esta nueva aventura. “Cuando visito a mi familia en Buenos Aires, colocan películas en inglés y yo me quedo solo mirando porque no domino ese idioma, ahora voy a segundo de conversación y me siento súper”.
La filosofía de esta mujer es simple. “La vida está en los pequeños detalles, en las cosas sencillas”.
Por eso el cierre de la historia es para doña Carminda, “nunca es tarde, para estudiar y llevar a cabo sus sueños, nunca lo es”.
“Fue terrible, pero ahora soy una mujer feliz, la vida me lo ha dado todo”.
Hablan de de Carminda la alumna y la experta en fitness
“No ha perdido ningún punto”
La profesora Ana Ruth Buendía define así a la alumna más longeva de su clase. “ Carminda es bien especial, siempre trabaja y es colaboradora en la clase.
Está pendiente de las materias y todas las tareas que le dejan, de entregarles el día que las pido. Lleva muy buenas notas, no me ha perdido ningún punto. Tiene liderazgo, colabora con los muchachos y ellos la toman como un ejemplo a seguir”.
“Me contagio de su energía”
Sandra Alvarado es la instructura de yoga de nuestra abuela. “Desde hace más de un año está practicando posturas locas, que nos ayudan a revitalizarnos y llenarnos de energía, ella ha tomado el reto desde hace un tiempo. Me contagio terriblemente de su energía y lo más bonito es que tengo la oportunidad de compartirlo a través de la redes sociales, pongo un video de ella y es una sensación”.
Con mucho esfuerzo practica crossfit.
Sus compañeros de colegio.