No Todo es Futbol

El corazón guerrero de Maickel Melamed

Tiene problemas motores, pero aún así corrió la Maratón de Nueva York.

2011-11-08

Cualquiera creería que por sus condiciones físicas no sería capaz de hacer lo que hoy todos se quedan viendo con la boca abierta. Pero Maickel Melamedes es todo corazón, quizá demasiado, porque ese hombre al que le daban pocas posibilidades de sobrevivir cuando nació, sigue dando muestra de su temple, personalidad, ilusión, fe, esperanza...

Maickel sorprendió al cruzar la meta de la Maratón de Nueva York, completando la distancia de 42 kilómetros en 15 horas y 22 minutos. Todo una sensación, sinónomo de que en la vida nada es imposible. Enorme señal de tenacidad y carácter.

Las redes sociales siguieron al minuto las andanzas de Maickel, venezolano de 36 años a quien dieron poca señales de vida cuando nació, porque le diagnosticaron un retraso motor.

Al inicio de la carrera, Melamed aseguraba que con su participación buscaba demostrarle al mundo que 'nada es tan grande como para no intentarlo'. 'Este maratón es la plataforma internacional perfecta para traer un mensaje, un lugar donde fluye mucha gente de muchos países con deseos de lograr cosas. Es un ambiente espectacular y creo que es uno de los maratones más emblemáticos del mundo', añadió.

SE PREPARÓ EN DOS AÑOS Y MEDIO

Para el venezolano, de 36 años, la segunda ha sido la vencida ya que en 2010 intentó participar en la carrera pero enfermó de pulmonía.

Tan pronto se recuperó continuó su preparación, que le ha llevado dos años y medio, durante los cuales ha participado en varias carreras, entre ellas una media maratón en Miami.

'Mi sueño es que a través de la ruta muchos se encaminen hacia sus propios sueños, dejar una estela y una esencia sembrada en mucha gente para que sea el comienzo de sus propios sueños' y ante eso, Melamed asegura que los 42 kilómetros 'se hacen chiquiticos'.

APLAUSOS

A lo largo del trayecto, Maickel recibió aplausos de numerosos espectadores que quedaron anonadados con su esfuerzo y ejemplo. 'Nada es tan grande como para no intentarlo', fue la máxima que Melamed repitió una y otra vez días antes de la carrera.

Cientos de corredores venezolanos aguardaron la llegada de Maickel a la meta para ponerse sus respectivas medallas.

El keniano Geofrey Mutai fue quien rompió la cinta en la línea de llegada de la competición por la mañana, con un registro de 2:07:043. Una marca muy distante de la de Melamed, que llegó de noche, pero de la que no tiene nada que envidiar el corredor venezolano.