Liga Nacional
2010-11-10
Luis Rodríguez, un gran amigo y compañero de trabajo, nos abrió las puertas de la intimidad de su casa. En una tarde soleada y fresca, tuvimos la oportunidad de conocer más del tremendo ser humano que hay en el personaje reconocido de la televisión nacional.
Cuando te dijeron que venías a Honduras, ¿qué pensaste?
La verdad, nada. Sólo que era súper bueno, el sentido de aventura se activa en uno. Estaba haciendo cosas tediosas en ese momento en Teletica, entonces aproveché como para dar un respiro. Yo comencé en una televisora de vídeos con sonido y pasé a animar por puro accidente…
¿Cómo así?
En el canal de música de allá de Costa Rica se le había cambiado toda la onda, era una nueva imagen a lo MTV. Fue allá por 1993 y se toma la onda de los VJs. Estando con la radio y un estudio de grabación que le daba servicio al canal. En una de esas, no llega una presentadora al turno de la tarde y el gerente me pide que presente y así lo hago.
¿Pero para nada que tenías la idea de ser presentador?
Nada, nunca. Terminando el turno a las 6 de la tarde, me propuso que me quedara. Y ahí empecé, después fue con Verónica Bastos, con quien he perdido contacto a pesar de ser buenos amigos. Fui yo quien la llevé a ella a hacer su práctica universitaria. Luego ella me lleva a mí a Repretel, a hacer un programa “Aló, qué tal América” que se hacía en Guatemala y Ecuador de manera simultánea. Entonces se lanzaría la edición de Costa Rica y empiezo ya más serio. Ya sin pelo liso largo, ni aretes, ni nada de eso, pues yo era roquero.
Pero seguís siéndolo…
Sí, pero ya no me visto así. En fin, luego de eso, entro “A Todo Dar”. Por eso es que vengo acá, cuando la Corporación quiere montar un show así. Y el productor Cacao Rojas, lo que encuentra más fácil es traerse el grupo que lo inició allá para acá... y ahí venía incluido.
¿Fue difícil dejar a tu familia y venirte para acá?
No, para nada. Siempre he sido muy independiente. Aún viviendo en Costa Rica, cuando estaba con la radio, no vivía en mi casa. A los 15 años viví un tiempo en una provincia, en Puntarenas. Iba a la escuela, surfeaba… fue todo un año fuera de la casa. Y cuando vuelvo a la capital, busqué mi apartamento. Yo siempre he sido muy independiente con mis cosas.
¿Pero sí dejaste a tu esposa e hijo?
No, cuando me vine no había ni matrimonio ni bebé. Fue estando acá.
¿Pero ella no se vino con vos?
Vino un mes y no le gustó.
¿Pero ya estaba embarazada?
Sí, porque Sebastián mi hijo fue planeado. Lo que pasa es que en ese momento ella, -Silvia se llama su esposa-, usó también un poco la cuestión esta de Sebastián para pedirme que me fuera a Costa Rica. Quedamos muy claros que él iba a crecer en Honduras, pero como no le gustó, no hubo forma. Se supone que cuando estás con alguien, ese alguien te tiene que acompañar.
¿Tu relación con Sebastián?
Buena. Hablamos mucho, pero nos vemos muy poco, unas dos veces al año. él iba a venir en diciembre, pero al final no se pudo dar. Ya tiene 5 años.
¿Y cómo es?
Si hay algo de lo que estoy agradecido es que es muy inteligente. Le hicieron un test teniendo menos de cuatro años. Lo que pasa es que su mamá es maestra de preescolar bilingüe y su tía también. En una de esas, le hacen el test y resultó ser muy inteligente, de un solo y sin tener la edad, lo meten a un lugar privado. Me acuerdo que a los 4 años él ya escribía. A los 5 años ya es bilingüe, escribe y lee.
¿Qué significó la época de Fantástiko para vos?
Conocer el país, de una forma social, político, económica y empresarial. La psicología del país, de la misma televisión sobre el país y más. Fue una época de conocer.
Te preparó para…
Así es, empezar a leer de la historia. Conocer de todo, saber de la idiosincrasia política y televisiva. En este caso la televisora más grande, quizás no es la más creativa, porque hay otros canales que hacen cosas más diferentes, pero sí la que tiene mejor visión es Televicentro porque estas cosas diferentes no gustan en la población.
Hay que ir conociendo esos puntos acerca de lo que le puede ir gustando a la gente para poderlo hacer...
¿Te frustró que Fantástiko terminara?
No, para nada, estaba diseñado para dos años únicamente y duró cuatro. Yo nunca entendí por qué tanto. Son programas así, que tienen una vida útil. Aquí más bien yo no entendía por qué no terminaba. Lo que ayudó un poco fue que cuando muere mi mamá en Costa Rica, que sí ya era una época como para terminar, creo que me escucharon en el canal.
Lo siento. Pero si te fuiste para tu país, ¿cuándo muere ella?
Estuve un día nada más allá. Al día siguiente me vine. De repente, alguien me quiere achacar que porque no fui al entierro ni nada de eso y fue porque a mí mamá siempre le gustó lo que yo hacía y ella sabía que yo era feliz en eso. Por eso mejor me vine a hacer lo que a ella le gustaba que hiciera, ese es mi punto de vista con este tema.
La vida sigue…
No se va a poner uno a llorar. Ella le ponía siempre una velita a la virgen, era muy católica y lo hacía para que me fuera bien. Su afición, estando tan lejos, era tal por el programa que aunque nunca vino a Honduras, porque le tenía miedo a los aviones, consideré que lo mejor que pude hacer era seguir haciendo lo que ella admiraba de mí.
¿Cuándo murió?
Ella murió un 14 de febrero de 2007 y el 16 fue el último programa de Fantástiko.
¿Cómo surge la idea de El Cuarto?
Una vez que salgo de Repretel, donde era presentador de “A Todo Dar” entonces voy a Teletica y doy el brinco a producción. Hay un programa que se llama el “Chinamo”, lo mío era la parte humorista. Hasta que en “Telenoticias”, el noticiero más importante de allá, tenía una sección que era para parodiar la noticia más importante de la semana, una sección que iba los viernes. Empezó a funcionar tan bien para el noticiero, que me pidieron que fuera un programa.
¿Y el nombre?
Muchos años atrás por la radio había conocido a los Rabanes de Panamá, antes de que dieran el salto a Miami y en un disco independiente ellos tenían el tema “El Cuarto de Luis” y surgió la inquietud de hacer un programa de radio con el tema, pero no quedamos en nada. Ya estando en Honduras, contacto a los Rabanes y les digo que voy a usar el nombre y con el permiso de ellos usamos el tema.
¿Por qué el Cuarto?
Pues mira mucha gente en Honduras piensa que el cuarto es sólo donde se duerme, pero en Costa Rica y Panamá le decimos así a todos, ¿me entendés? Hay gente que dice que por qué se llama cuarto y tiene una sala y no una cama.
El Cuarto no sería lo mismo sin ese equipo que han conformado, ¿correcto?
El personal, así es. Se fue armando con una persona que conocía a otra y la otra... y así va llevando más gente. Los vamos probando, van saliendo, se quedan y así. Ninguno es actor empezando por ahí, todos son empíricos y tienen muy buen humor y se animan a hacer las cosas.
Al señor Ferrari le encanta El Cuarto, ¿verdad?
Sí, hasta me manda ideas de vez en cuando. él se las ingenia para ver el programa y siempre está al tanto, siempre me dice: “Tené cuidado”.
¿Te ha regañado alguna vez?
Como tres veces me ha llamado la atención, pero nada más.
Qué te parece Sammy en Bailando por un Sueño?
Mirá, te lo voy a poner así: yo no miro el programa porque los domingos hago otras cosas. Sólo es lo que escucho y converso con Samuel. Pero él es el que va a ganar, empezando por ahí.
El pueblo lo apoya, pero, ¿tanta sentencia seguida?
Ha de ser parte del show. Me es muy difícil opinar, pero le deseo lo mejor. Como te digo, no puedo porque tengo cita a las 7:00 pm con el padre Roberto, me queda muy cerquita.
¿Vas a misa?
Sí, todos los domingos.
Eso habría que verlo…
Estás más que invitada, dejá el carro en mi casa, por eso yo voy a pie, sólo bajo la cuesta. Ya no tengo moto, la vendí.
¿Pero por qué, si la amabas?
Ah, es que en la época revuelta del año pasado recibí varias cartas amenazándome y me daban detalles de mi moto. No hay que creer ni dejar de creer, sólo hay que cuidarse un poco más.
¿Qué pasó con tu matrimonio?
Mirá, un matrimonio es una relación donde yo cuido de vos, vos cuidás de mí. Y aunque las dos partes son muy diferentes y piensen diferente, al menos debe existir un pensamiento en común y eso nunca existió en mi matrimonio. Nunca hubo un verdadero norte en común.
¿Pero si estaban enamorados?
Pues se supone, creo yo.
¿Te ves casado una tercera vez o ya desistís del amor?
Uno no tiene que decir de esta agua no beberé, uno no sabe. Jamás diré que “No me vuelvo a casar...”.
¿Estás sentimentalmente comprometido?
No.
¿Por qué no salís mucho?
Verme a mí en la calle es muy difícil, no porque sea un ermitaño, ni porque no me guste. Lo que pasa es que me siento más cómodo aquí en mi casa. Me he hecho muy casero. Ni al cine ni a comer, y para comer, mejor en mi casa porque cocino y lo hago muy bien.
¿Cómo nace la idea del Cartel?
Qué buena pregunta, no me acuerdo cómo nace. Toda la adaptación la hice yo y la saqué de lo que he leído. Y fue un bonito experimento porque los muchachos y otras personas del canal se involucraron. Significó para mí describir más talento interno del canal, un montón de gente aparecía ahí. Además, es la primera producción grabada, editada y masterizada en alta definición y en Dolby 2.1.
Aunque digás que no, les has hecho parodias a todos en el canal... ¿Has tenido problemas fuertes con alguno?
Mirá, vos te enojaste, y otros también, pero en esto hay que empezar por reírse de uno mismo, ese es el secreto de todo esto. Vos has visto todo lo que me hacen, pero no hay de otra. Que el televidente no vea a Televicentro como el monstruo impenetrable, sino que es humano, donde nos reímos, lloramos como todos. TV Azteca y Televisa lo hacen mucho. Hay gente, pues todo el mundo es diferente, que se molesta y sí se molesta mucho.
¿Salvador Nasralla?
No me habla, se enojó bastante y me dejó con la palabra en la boca. Le ofrecimos una disculpa y ya es cada quien, si la quiere aceptar o no.
Yo la acepté…
Sí, porque no es nada malo, no buscamos ofender a nadie.
¿Vas a parodiar Bailando por un Sueño?
No puedo, por orden de Gerencia.
¿Seguís algún equipo de la Liga Nacional?
Seguía al Necaxa, me encantaba.
¿Qué paso?
No, a mí no me preguntés, preguntales a ellos qué les pasó. Y claro, siempre con la onda de Olimpia.
¿Has visto finales?
Sí con el jefe (Rafael Ferrari), en su palco; él tiene la amabilidad de invitarme.
¿Y Honduras en el Mundial?
Fue una onda bien rara. En el primer partido, ya de por sí estás en un estadio donde ves a tu Selección en un partido de Mundial y cuando salen a calentar es una sensación increíble.
¿Te sentiste hondureño?
Sí. Cuando sonó el himno se me querían salir las lágrimas, es algo bien bonito, indescriptible. Yo abrazaba a Samuel, era increíble estar en el Mundial. Pero cuando terminó el partido, yo nada más quería ir a quemar el bus de la Selección. No era posible ver que no hacían nada, era una cosa horrible. Yo vine enemigo de la Selección.
¿Un día en la vida de Luis?
Lo más importante en mi vida es Bailey, mi perrita, que tiene más de 2 años y medio conmigo. Cocinar para ella, arreglarme, irme para el canal a hacer cosas de papelería y eso. Ahora que estoy en la composición musical, recibo muchas tutorías por Internet. Navego mucho. Casi todas las ideas del programa surgen en mi estudio. Así que prácticamente un día normal es Bailey, el canal y la casa.
¿Cocinas bien?
Modestia aparte, muy bien.
No se debe preocupar tu futura pareja, entonces…
No, para nada.
¿Has tenido una vida fácil o difícil?
Fácil, con sus bemoles, pero igual súper agradecido, no me arrepiento de absolutamente nada. En realidad yo vivo muy agradecido con la vida, no hay nada de lo que realmente me arrepienta, si en algún momento la he pasado mal como todo ser humano, igual la he pasado bien. Yo me hice el propósito de disfrutar la vida.
LOS TOQUES
Nombre: Luis Carlos Rodríguez Quesada
Edad: 41 años
Fecha de nacimiento: 14 de diciembre de 1969
Ciudad de nacimiento: Alajuela, Costa Rica
Mamá: Irma (Q.D.D.G.)
Papá: Enrique
Hijo: Sebastián
Altura: 1.72 metros
Calza: 41
Color: Azul
Película: Meet Joe Black