2019-05-18
Rafa Nadal exhibió el potencial propio del rey de la tierra batida para cerrar el círculo de las semifinales malditas y clasificarse para la primera final de la temporada en su superficie más exitosa, segunda tras la perdida en el
Open de Australia ante
Novak Djokovic, posible rival mañana domingo en el
Masters 1000 ATP de Roma si el nº 1 supera al argentino
Diego Schwartzman.
Era día de revancha, sobre todo personal, y Nadal estuvo de diez. Atenazó con maestría a su verdugo siete días atrás en Madrid, el griego Stefanos Tsitsipas. Victoria contundente, 6-3 y 6-4 en 1 hora y 42 segundos de tenis espectacular.
Nadal no disputaba una final en arcilla desde Roland Garros 2018, Grand Slam que abrirá el cuadro principal de la edición 2019 el domingo día 26. Se quedó en las penúltimas rondas de Montecarlo (Fognini), Godó (Thiem) y Madrid (Tsitsipas), en un mal fario de eliminatoria que databa de la ‘semi’ de Miami que ni pudo disputar, ante Roger Federer, por dolor en la rodilla derecha.
Ha porfiado el español pese a varios malos tragos, y ha pasado a otro estadio superior, en resultado y en tenis. Será su undécima final en Roma, que conquistó ya ocho veces 2005 a 2007, 2009 y 2010, 2012 y 2013 y 2018. Competirá en su 118º final global, con balance positivo de 80-37, 57 coronas en tierra de 65 finales.
Once semifinales en Roma, las once al saco. Nadal ejecutó 21 golpes ganadores, cuatro más que Tsitsipas, y cometió menos errores no forzados que el heleno, 17 a 27.
Era día de revancha, sobre todo personal, y Nadal estuvo de diez. Atenazó con maestría a su verdugo siete días atrás en Madrid, el griego Stefanos Tsitsipas. Victoria contundente, 6-3 y 6-4 en 1 hora y 42 segundos de tenis espectacular.
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Exquisito en la táctica y su despliegue el manacorí, 32 años y número 2 ATP. Mandó con una derecha que volvió a ser un ‘cañón’ afinado, la brújula que orientó todo el juego. El balear levantó varias veces al público del Centrale de sus asientos, sometiendo a un excelente heleno, quien a sus 20 años ocupará el lunes la sexta plaza de la clasificación ATP.
Nadal no disputaba una final en arcilla desde Roland Garros 2018, Grand Slam que abrirá el cuadro principal de la edición 2019 el domingo día 26. Se quedó en las penúltimas rondas de Montecarlo (Fognini), Godó (Thiem) y Madrid (Tsitsipas), en un mal fario de eliminatoria que databa de la ‘semi’ de Miami que ni pudo disputar, ante Roger Federer, por dolor en la rodilla derecha.
Ha porfiado el español pese a varios malos tragos, y ha pasado a otro estadio superior, en resultado y en tenis. Será su undécima final en Roma, que conquistó ya ocho veces 2005 a 2007, 2009 y 2010, 2012 y 2013 y 2018. Competirá en su 118º final global, con balance positivo de 80-37, 57 coronas en tierra de 65 finales.
Once semifinales en Roma, las once al saco. Nadal ejecutó 21 golpes ganadores, cuatro más que Tsitsipas, y cometió menos errores no forzados que el heleno, 17 a 27.