Se acabaron los tiempos de los tentáculos de Alfredo Hawith y el ya fallecido Rafael Callejas y ahora son tiempos de Montagliani y una nueva camada de directivos.
Resulta que el presidente de la Concacaf, por los efectos del coronavirus, le está dando vuelta a todas las competiciones, entre ellas las clasificatorias al Mundial de Qatar 2022, lo que está generando mucha incertidumbre en todas las asociaciones ya que no sabemos por dónde va a caer la liebre.
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Debido a la suspensión de todos los partidos oficiales de las fechas FIFA de marzo y junio y el peligro inminente que no se pueda jugar tampoco las de septiembre y noviembre de este año, la Concacaf trabaja en ajustes de fechas y formatos de sus eventos que perjudicarán a muchos.
En el caso de las selecciones mayores la excusa ahora es que no se podrá dilucidar qué selección sería la sexta participante para una supuesta hexagonal, puesto que El Salvador, sexto por ahora en el ranking y Canadá, séptimo, ya no tendrían más encuentros este año.
Pero más de allá de eso es que, según los argumentos de Montagliani, no se podrá disputar una hexagonal solo en el 2021 ya que las eliminatorias al mundial deberán estar finalizadas, repechaje incluido, en noviembre del próximo año.
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Aquí viene el juego de ajedrez de la Concacaf, el cual consiste en cambiar la hexagonal por dos cuadrangulares que se realizarían al mismo tiempo con partidos de ida y vuelta. Los participantes serían México, Estados Unidos, Costa Rica, Jamaica, Honduras, El Salvador, Canadá y Curazao.
Eso no garantiza que mexicanos y estadounidenses la tendrán más segura, pero les quita en gran parte a los norteños de las temibles visitas por Centroamérica.
De acuerdo al plan que se cocina en Concacaf, con la abolición de la hexagonal, el primero de cada cuadrangular asegurará su boleto directo al mundial. Los segundos lugares disputaran un repechaje, en el que el vencedor obtendrá el tercer boleto asignado y el perdedor jugará una repesca contra una selección de otra confederación que todavía la FIFA no confirma.
Algo en lo lo que debemos estar claro es que las Confederaciones hacen sus propuestas de formatos a la FIFA sobre cómo desarrollar sus eliminatorias, razón por la cual las asociaciones no les queda más que acatar esas disposiciones, si esto pudiera servir en descargó de Jorge Salomón y Ernesto Mejía, los nuevos Powers del fútbol catracho.
El asunto es que la Concacaf está cerrada que en lo que resta del año no se podrían disputar partidos oficiales con aficionados por los riesgos de contaminación en la movilización de personas de un país a otro teniendo cada nación diferentes cifras de contagios y prevención. Eso provocaría que las cuadrangulares inicien a disputarse en marzo del 2021.
Otros enredos que tiene la Concacaf es como finalizará la Liga de Campeones en la que tiene participación el Olimpia con una ventaja ya en cuartos de final después de haber vencido en la ida al Impact Montreal del catracho Romel Quioto.
Los rumores van y vienen. Por un lado se contempla finalizar los cuartos de final en julio o agosto próximo y las semifinales y final disputarlas en un solo país que no sería Estados Unidos.
La Concacaf tendrá que hacer pronto el anuncio sobre el rumbo que le darán a esa competición y también al preolímpico masculino en el que también participará Honduras, además de los premundiales masculinos sub-20 y sub-17.
Todos esos eventos han sido cancelados por los efectos del coronavirus, incluyendo el premundial juvenil cuya sede había sido designada a San Pedro Sula.
Tampoco hay nada concreto sobre la final de la Liga de Naciones de Concacaf que iban a celebrar en EEUU además del anfitrión, Honduras, Costa Rica y México y que puede ser incluso cancelada absolutamente
Mientras todo esto sucede, el uruguayo Fabián Coito continúa pasando la cuarentena en su país sin planes claros y sin saber si los directivos de Fenafuth le harán rebajas a su salario y al de sus colaboradores por los enormes daños económicos que en Honduras está dejando la pandemia.