Efecto de eso,es la profunda crisis en la que está inmerso el fútbol con etiqueta de profesional en Honduras, aunque de eso dista mucho, con el peligro inminente de extinciones de históricos clubes .
Esta coyuntura tiene al país por un voladero,en la lucha por sobrevivir con las espadas en contra por la propagación y morbilidad del virus, y los consecuentes temores de caer en una calamidad en todos los ejes que hacen respirar a una población.
Los dueños y máximos aportadores de los equipos de la Liga Nacional son empresarios en diferentes rubros, alcaldes municipales y políticos que utilizan el fútbol como trampolín, víctimas todos de los efectos demoledores.
Los empresarios buscan a toda costa como sostienen sus capitales invertidos por años, los alcaldes y políticos ,por su parte se las arreglan para ver cómo pueden ordeñar fondos del erario para continuar en el caballo que les da muchas alegrías y fuentes para robar.
El presidente de la República Juan Orlando Hernández de una u otra manera forma parte de este círculo de presiones para la subsistencia del fútbol en Honduras. Por un lado, el de Gracias, tiene la puya de los médicos y por el otro el de los empresarios para ir reabriendo paulatinamente la economía. Hasta ahora, estamos en pañales con las reaperturas.

Honduras Progreso y Real Sociedad forman parte de los clubes con problemas en sus finanzas.
La UPN es sostenido en parte por empleados docentes de la estatal, quienes hacen aportaciones mensuales al club.
El Marathon y Real España, de los estables históricos de la Liga, navegan en aguas muy turbulentas sus máximos aportadores,eso debido a qua sus empresas están devastadas con los efectos del Covid-19 por el Valle de Sula. Estás dos grandes instituciones del eje norteño, anuncian reducciones hasta en un 50 por ciento de sus planillas, lo que los hará seguramente no competivospor un buen tiempo.

Marathón y Real España ya adelantaron que harán recortes en sus presupuesto para el próximo torneo.
como nos tienen acostumbrados.
Como consecuencias del coronavirus, varias empresas han frenado sus patrocinios en varios equipos, siendo este un factor muy influyente en sus ingresos,al igual que los derechos de Televisión.
El panorama está bien complicado con miras al futuro cercano, siete equipos se han pronunciado para que no haya descenso en la próxima temporada y en contra de jugar partidos a puertas cerradas.
El fútbol en Honduras genera más de 2 mil empleos directos y unos 10 mil indirectos,si nos referimos a la Primera División y a la Segunda División, sectores desprotegidos con la cancelación de los torneos.
Debido a los impactos del Covid-19 y con una fuerte oposición de los frentes de batalla, no hay certeza en que mes de este año volverá a permitirse la actividad física recreativa y competitiva.
El deporte está en los rubros más lejanos para su vuelta, situación que ata de los pies a la cabeza a la Liga Nacional para hacer una planificación . Están en la misma línea de reapertura de los centros comerciales, discotecas, bares y transporte público, entre otros.

Los clubes de Liga Nacional están a la espera de los fondos de FIFA para aliviar la crisis.
Varios clubes están atenidos a fondo que supuestamente proporcionaría la FIFA. Esos recursos no se sabe de cuánto serían ni cuándo estarán disponibles, por ahora son como castillos en el aire.
Igualmente los equipos más afectados económicamente no quieren más endeudamientos mediante préstamos, como el pobre que quiere casa o carro nuevo y no quiere deudas.
El fútbol profesional no debe ser subsidiado en ningún momento por el estado ya que son instituciones con fines de lucro. Por lo tanto, en plena crisis sería deplorable destinar 30 o 40 millones de lempiras, cantidades que muchos andan persiguiendo para que el pueblo tenga circo ya que lo más importante por ahora es preservar vidas.La excepción es el Torneo de Copa en el que participan y se benefician decenas de equipos aficionados o amateurs,en el que el estado es patrocinador de la Fenafuth.
Un consejo para los directivos del fútbol de la máxima categoría; sino pueden con la carga, algunos hace mucho tiempo de eso, retirense. Todavía están a tiempo, no vayan a quedar como los buenos amigos Saúl Bueso, Gilberto Rivera y Felipe Tyson. El fútbol es para millonarios. El pobre termina muriendo, solo viviendo de las deudas y del halago de los enganchadores.
Por los vientos que soplan, algunos equipos desaparecerán, otros entrarán en fusiones como sucede en El Salvador y Guatemala, y de aquí a diciembre lo dudo que tengamos fútbol de Liga Nacional, ni siquiera a puertas cerradas. Habrá que divertirse viendo fútbol importado.
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