Hoy se cumplen 36 años de aquel histórico momento, Costa Rica llegaba como la cenicienta del grupo, donde estaba el tricampeón Brasil, la disciplinada Escocia y la Suecia del peligroso Tomas Brolin, pero deseosa de demostrar que en Centroamérica también se jugaba bien al fútbol.
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Aquel recordado partido se jugó en la ciudad de Génova, precisamente en el estadio Luigi Ferraris donde fueron figuras hombres como el arquero Gabelo Conejo, Héctor Marchena y el mismo anotador del gol Juan Arnoldo Cayasso.
El partido fue como se esperaba, la selección escocesa dominó la mayor parte llevando mucho peligro al arco tico, sin embargo los grandes reflejos de Gabelo Conejo evitaban el gol constantemente, al punto de convertirse en la figura del partido.
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Toda la primera parte fue así, hasta que en el inicio del segundo tiempo, fue Marchena que realizó una tremenda jugada donde habilitó a Claudio Jara, quien dentro del área lanzó un taco que cayó en pies del delantero del Saprissa que remató a un lado del arquero y alcanzó la gloria para los ticos, que aguantaron el resultado y consiguieron debutar con victoria en aquel recordado mundial.
Esa victoria marcó un rumbo en aquel mundial, donde Costa Rica avanzaría a los octavos de final y se ganaría el respeto y la admiración del mundo, fue ese partido el que marcó un hito en el fútbol de la nación centroamericana, ya que, ninguna de esta región, en su debut, había conseguido una victoria y mucho menos avanzar a la siguiente ronda de la fase final de Copa del Mundo.