Plataforma reseñada: PlayStation 5
Los jugadores con más edad recordarán con cariño aquellas interminables tardes jugando en las máquinas de arcade, o “maquinitas” como les llamamos por aquí. Simples videojuegos que funcionaban con monedas, y que ofrecían horas y horas de diversión sana. No es de extrañar que, en aquel momento, los negocios enfocados a este rubro generaran grandes cantidades de dinero por lo atractivo de su naturaleza.
Los salones de recreativas, aunque mayormente populares en Estados Unidos y Europa, fueron el método de entretenimiento número uno para la juventud de finales de los 80 y los años 90. Arcade Paradise, desarrollado por Nosebleed Interactive y distribuido por la genial editora Wired Productions, trae de regreso esa nostalgia noventera con este simulador donde nos encargamos de un salón de arcade.
El juego está traducido en texto y subtítulos al idioma español.
Arcade Paradise no trata de esconder ni por un solo segundo que su objetivo principal es ir directo a la nostalgia del jugador. Desde su mero inicio seremos asaltados por una impresionante cinemática de dibujo a mano al estilo Take On Me de A-ha, con varias referencias noventeras, para terminar con la animación de un logotipo que imita al de MTV, cadena de televisión que tuvo mucho prestigio en aquella época.
En Arcade Paradise nos ponemos en los zapatos de un perezoso adolescente que no hace más que dormir y escuchar música. Su padre (interpretado por Doug Cockle, famoso por haber interpretado a Geralt de Rivia en la saga The Witcher) le pone a cargo de uno de sus tantos negocios, una lavandería de mala muerte. Con suerte, el muchacho aprenderá a ser responsable y podrá convertirse en un adulto hecho y derecho.
A partir de este momento, somos introducidos al mundo de la ropa sucia y las lavadoras que funcionan con monedas. Las tareas son simples, irán entrando clientes que dejarán su ropa en una mesa. Debemos recoger esa ropa, meterla a la lavadora y esperar unos minutos a que se lave, para luego sacarla, meterla a la secadora y esperar otro par de minutos, luego sacarla y ponerla ya lista para el cliente en otra mesa.
Esa es la mecánica principal del juego, atender la lavandería, lo cual se torna extremadamente repetitivo a los pocos minutos de estar jugando, y al principio del juego, esta será nuestra principal fuente de ingresos, pues al final del día, podremos recoger todas las monedas de los clientes para depositarlas en una caja fuerte.
La gestión de la lavandería no solamente es lavar y secar la ropa, también debemos mantener la reputación del negocio, recogiendo la basura que los cerdos de los clientes dejen en el local (en serio, dejan chicles pegados, periódicos, cajas de pizza, vasos de refrescos, etc.) y tirándola en el basurero de afuera, así como limpiar el baño y destaparlo cuando lo requiera.
Por cierto, los clientes dentro de la lavandería desaparecen si nos acercamos mucho a ellos. Entiendo que el jugador necesita tener completa visibilidad del entorno y poder cruzar sin que otro personaje le estorbe, pero hacerlos simplemente desaparecer sin más no es el camino correcto.
Debemos estar atentos también al horario de atención, pues una vez que el negocio cierre y se haga muy tarde, debemos salir del local y cruzar la calle, donde hay una para de bus que nos llevará a casa, dando inicio al día siguiente. Si nos quedamos muy tarde en el negocio, nuestro personaje se desmayará y perderemos un día.
Como mencionamos, esa es la mecánica jugable principal de Arcade Paradise, sin embargo, el verdadero juego inicia con un cuarto trasero en la lavandería, donde hay dos máquinas de arcade, las cuales podemos usar nosotros mismos y jugar a los juegos que ofrecen. Podremos también recoger las monedas que los clientes dejen en las máquinas de arcade, como una segunda fuente de ingresos.
Con todo el dinero de la caja fuerte, podremos usar la computadora de nuestra oficina y ordenar más máquinas de arcade, con otro minijuego para que los clientes y nosotros mismos podamos jugar. A partir de este momento es cuando Arcade Paradise inicia realmente. Poco a poco, cuantas más máquinas compremos y más juegos tengamos, el salón de arcade irá superando los ingresos que genere la lavandería.
Deberemos gestionar los juegos con los que cuente nuestro local, algunos serán más populares que otros, pero si queremos que un juego gane popularidad y genere más monedas, simplemente podemos colocarlo a la par de los más populares, para que llame la atención de los clientes. Porque sí, podremos mover las máquinas a los espacios vacíos que nosotros creamos convenientes, o intercambiarlas de lugar con otras máquinas.
Todos estos juegos que lleguen al local son de distintos géneros, y en su mayoría, son parodias de videojuegos populares de la época. La mejor parte es que podemos jugar a todos y cada uno de estos juegos, e incluso algunos nos permiten conectar un segundo control para jugar con alguien más de manera local.
Aunque Arcade Paradise ofrece un golpe a la nostalgia, sus principales funciones se vuelven extremadamente repetitivas demasiado pronto en el juego, y su mayor atractivo, las máquinas de arcade, no pueden ser disfrutados con plenitud porque debemos estar pendientes de la ropa de los clientes. Quizás habría funcionado mejor como simplemente un negocio de arcade, removiendo completamente la lavandería y convirtiéndose en un simulador de gestión de salón de arcades en su totalidad, con opción de jugar a varios minijuegos.