Marcelo habló en su despedida y al principio intentó mantenerse fuerte para no llorar en su adiós. “Quería agradecer al club, a mis compañeros, con los que he tenido la suerte de jugar durante todos estos años, los entrenadores que he tenido, los utilleros, que para mí son como familia, la gente que trabaja en la residencia, los de seguridad, los que trabajan por detrás y tienen el trabajo sucio”.