Y agregó: “Estuve tres años. Un año y medio muy intensamente. Muchas conversaciones con su padre Jorge. Lo vi hecho a finales de mayo. David conversaba con Leo, solo sobre temas futbolísticos, porque él estaba jugando. No quería que se sintiera presionado. Hemos hablado en Barcelona, Miami, Rosario, Doha... Me pasé todo el Mundial en Qatar, viendo a Argentina.