Juan Ramón Mejía es un hombre de palabra. Vía twitter nos comunicamos para confirmar que si levantaba la Copa con el Olimpia de Honduras, haríamos la nota y cumplió...
Así que con una cena celebramos con un jugador, pero sobre todo con un excelente nuevo amigo.
De Tegucigalpa, ¿verdad?
Cien por ciento capitalino.
¿Dónde estudiaste?
En la Oswaldo López Arellano.
¿En ‘ciudad’ Kennedy?
Así es.
¿Cuánta gente vive en esa colonia?
Una vez escuché que como cien mil personas.
Wow, ¿ha cambiado mucho la colonia, que recordás mientras crecías?
Sí, mucho. No es como antes. Nos daba hasta las 11:00 de la noche y seguíamos jugando en la calle. Hoy es muy peligroso.
No solo ahí, ya en cualquier lado, es el país en general. ¿Siempre jugaste fútbol?
En la escuela me gustaba, nada más. Pero hasta que me gradué de sexto fue que me metí a jugar en equipo. Entrenábamos en la Kennedy y jugábamos en federado con Disproa.
¿Cuánto tiempo estuviste ahí?
Estuve unos tres años, creo. Luego me retiré, pero volví y caí en las inferiores de Olimpia.
¿Rápido?
Ni tanto. Pero es que Olimpia no estaba en mis planes, sino las reservas de Motagua.
¿Sos motagüense?
No, era y soy olimpista. No por fanático ni nada, solo por gusto a la institución y oportunidad.
¿A qué edad entrás a las reservas de Olimpia?
Ya tenía 14 años.
¿El fútbol era lo que querías hacer por el resto de tu vida o seguías con los estudios?
Siempre hice las dos cosas. He sido muy responsable y las he llevado parejas, lográndolo hasta donde pude.
¿Estás en la universidad?
Sí, estoy sacando ingeniería industrial, en la Autónoma. Voy avanzando.
A los futbolistas yo les admiro la paciencia, ¿cómo hacen?
Es parte del trabajo. Eso sí, yo me había dicho que si no debutaba antes de los 20 años ya no lo intentaba más...
Y debutaste antes, ja, ja, ja... Contame del debut.
Mirá, yo digo que en Savio porque en Olimpia Juan de Dios Castillo me metió en un clásico solo 20 segundos, ni toqué el balón porque terminó el partido, ja, ja, ja. Perdimos 2-0 con goles de Georgie Welcome.
¿Y luego?
Pues con el profe Juan de Dios estuve uniformado, pero no lograba entrar. Al siguiente torneo que se va él, se queda el profe Juan Carlos Espinoza y no tuve ninguna participación. Así que luego de ese año en Primera con Olimpia decidí irme para Savio.
¿Por qué no jugabas en Olimpia?
Era un equipazo el que tenía, grandes delanteros estaban en el plantel.
¿Te dejó ir el equipo o ellos te mandaron al Savio?
Creo que yo. El equipo tenía pensado que fuera a Hispano o al Savio, pero yo decidí ir a Copán.
¿Y eso?
Por cariño, mi papá es de Copán, quise probar la aventura por allá.
¿Que año fue?
A mitad de 2009.
Estando a préstamo, entonces la pregunta es: ¿qué equipo sos?
Del equipo en el que esté. Estando en Savio yo era Savio a morir y siempre di todo. A donde te toca hay que ser muy profesional. Estando en Savio y nos tocaba con Olimpia, yo quería igual ganarles.
Y cuando te mandan a llamar, ¿qué sentiste?
Yo creo que Dios tenía ese propósito. Así lo siento yo. En el torneo anterior yo regresé, pero cuando llegó Tosello no entré en los planes. Estuve a punto de rescindir el contrato, pero como te digo, por cosas no se pudo, así que eso es la mano de Dios.
Y regresaste a Savio...
Sí, me dieron una gran oportunidad sabiendo que yo tenía otras ofertas. Sí había perdido un poco la ilusión con Olimpia...
¿Flaqueaste?
La verdad sí, por eso decidí ir a ayudar al Savio.
¿Qué tal vivir en Santa Rosa?
Al inicio fue difícil, pero es una ciudad muy linda y tranquila. Ya después de haber estado allá uno no quiere regresar a Tegucigalpa.
¿Por qué?
Te das cuenta de la tranquilidad. No de todos los aspectos. Yo estaba muy bien allá.
¿Era perfecto, entonces?
Bueno, quizás que de estar en Olimpia y tener todo, y no tenerlas en Savio, pues ahí sí era difícil.
¿Con quién vivías?
El primer año con dos jugadores que habían llegado de Segunda de Olimpia. Luego cambié de compañeros, en la misma casa, pero ahora con Celio Valladares, el portero, y Jair Aguilar.
¿Y los estudios?
Cuando ya me di cuenta que la universidad estaba allá, pues metí clases.
¿Dejaste amistades por allá?
Sí, claro, gente muy amable y que me ayudó mucho. La verdad que los últimos seis meses viviendo en Santa Rosa fueron los mejores.
¿Rompiste corazones?
Ja, ja, ja. No, no, no...
¿Te rompieron el tuyo?
No, tampoco, ja, ja, ja.
Si una mujer te ve y de repente piensa en conquistarte, ¿qué tiene que hacer para lograrlo?
Ja, ja, ja, no me compliqués. Con que sea una mujer sincera y sencilla me basta. Que siempre sea como ella es, no buscando aparentar otra cosa.
¿Y físicamente?
Me seguís complicando porque no sé cómo decirte porque la verdad no tengo un estilo. Me gusta y ya.
Me atrevo a decir que sos muy independiente, hasta sentimentalmente hablando, ¿será?
La verdad que sí, yo siento lo mismo.
¿Quién es tu mejor amigo?
Carlos Ardón fue uno de mis mejores amigos, pero se fue a Costa Rica y hemos perdido contacto.
Contame de tu familia
Somos cuatro hermanos.
¿Cómo son tu mamá y papá?
Mi papá es mi mejor amigo, él sabe todo, sea lo que sea. Siempre he tenido la confianza de hablar con él, lo hacemos como dos amigos. Y mi mamá siempre apoyándome, muy pendiente de mis estudios, de aconsejarme y cuidarme.
¿Cómo eras en tu infancia?
Como todo niño, era muy hiperactivo, me gustaba siempre estar jugando.
¿Qué?
Pelota con mi hermano, con lo que fuera.
¿Cuáles eran tus muñequitos favoritos?
No me perdía nunca Dragon Ball, Gokú, todos éramos fans.
Yo también, ja, ja, ja.
Y tenía de todo de la serie.
¿Qué es lo que más recordás de tu infancia?
Cuando me compraron la primera bola de cuero porque solo había jugado con pelota de plástico. Lo peor es que cuando salgo a jugar, me pegaron una pedrada en el ojo y me robaron la pelota, ja, ja, ja.
¿Te la dieron tus papás o solo te la dio Santa?
Ja, ja, ja, me la regaló Santa, bueno Santa mi mami, se llama Santa Alejandrina.
No digás eso, nos puede leer alguien que no sabe aún que Santa no existe, ja, ja, ja.
Yo hacía como si no sabía para presionar a mis papás y que me dieran lo que pedía.
Cómo no se me ocurrió a mí hacer eso.
Pues sí, yo no fingía, solo seguía la tradición de la carta y luego venía ya el regalo después.
¿Es duro pelear descenso?
Es similar a lo que viví con Olimpia a lo que celebramos en 2010 cuando nos salvamos con Savio. Estamos perdiendo 3-0, le dimos vuelta y me tocó meter el último, ganamos 4-3 (vr Real España).
Qué felicidad, me imagino.
Sí, porque de no hacerlo, te quedás sin trabajo, con una historia negativa. Sabes que en la charla el profe nos dijo: “aunque vayan perdiendo 3-0 no vayan a bajar los brazos”.
Lo predijo...
Así fue, pero no bajamos los brazos nunca y en 10 minutos le dimos vuelta. Fue un partido de ensueño.
¿Cómo ves a la Sub-23 para los Olímpicos?
Un buen equipo, de los mejores. Tengo a varios de esa Selección de compañeros y son grandes jugadores, tiene todo para triunfar.
¿Y a la Mayor?
Muy bien también. Con una buena base de jugadores que están en el exterior, sin menospreciar a los de aquí, le dan un extra al grupo.
¿Qué se siente haber levantado la 25 en el centenario?
Era un sueño ganar la Copa, más ganarlo jugando y en el centenario. Sabíamos que éramos privilegiados por lo que se estaba peleando. Lo importante también fue cómo se celebró el domingo. Además, logramos lo que queríamos, porque muchos querían amargarnos el centenario y no pudieron.
Ja, ja, ja...
Talvez en 100 años buscan amargarlo de nuevo.
Ya no vamos a estar vos ni yo para el bicentenario, no me quiero morir...
Ja, ja, ja, talvez los hijos de nuestros hijos, pues vos y yo ya ni polvo vamos a ser.
MÁS DATOS:
Nombre completo: Juan Ramón Mejía Erazo
Lugar de nacimiento Tegucigalpa, Francisco Morazán
Fecha de nacimiento: 1 de agosto de 1988
Mamá: Alejandrina
Papá: Juan Ramón
Altura: 180 mts
Peso: 69k
Restaurante: Mi casa
Comida: Espagueti
Película: Duelo de Titanes
Actriz: Angelina Jolie
Libro: La Biblia
Música: Todo género, pero más la tranquila
Número: 17
Color: Blanco
