El Indio, poseedor de una pierna zurda 'de miedo', jugó en el Atlético Morelia de la Primera División de México en las temporadas 1990-91 y 1991-92, participó en un total de 31 partidos.
Sin embargo, el futuro prometedor que le esperaba se vio empañado por el pasado de excesos que arrastraba desde los años 80.
LUJOS, DROGAS Y ALCOHOL
Y es que Hernán era reconocido por su fuerte temperamento en la cancha y por su adicción al alcohol y las drogas, mismas que confesó en aquella época.
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Jugando en Wanderers vivió en un departamento cercano al reloj de flores de Viña del Mar, siempre con un auto último modelo en la puerta, y en México disfrutó los placeres de Acapulco y Puerto Vallarta, entre otras ciudades.
'Allá no había control doping y era frecuente una cervecita con su marihuana. Llegaba a volar en los entrenamientos', cuenta a modo de broma sentado en un colchón en la calle en entrevista al diario chileno “Las Últimas Noticias' dio a conocer a detalle su historia.
Incluso menciona que llegó a gastar hasta 100 mil pesos (unos 100 mil lempiras) en asados con amigos.
Durante estas reuniones dejó embarazadas a dos mujeres, su esposa y su amante, con la que años tarde se iría a vivir.
SU HERMANO INTENTÓ AYUDARLE
El término de su carrera llegaría por problemas en las rodillas y sin dinero para mantenerse; Hernán comenzó a trabajar con su hermano en una compañía de montaje de estructuras metálicas, mientras su alcoholismo iba en aumento y su vida desmoronaba.
A su salida del centro penal tomó un drástica decisión, vivir en la calle. En el lugar sobrevive de la caridad de los vecinos del lugar quienes le regalan comida, ropa y cobijas.
Está situación la ve como una anécdota pasajera, pero reconoce que el alcoholismo es el principal factor que lo llevó a perder todo.
'A veces creo que esto es un pasar nomás. Mi problema es el alcohol, si me ven, no estoy curado, pero tomo todo el día. No esperaba estar aquí, me gustaría estar con mi señora viendo tele y jugando play station con mi hijo”, señaló.
Ex compañeros de Hernán se han unido para organizar un partido a beneficio para sacarla de la precaria situación en la que vive y por la que confiesa ha llegado a pensar en quitarse la vida.
Hernán se entretiene contando aviones y cantando en las calles y tiene un sueño que ve como imposible.
'A veces me dan ganas de llorar porque me gustaría recuperar a mi familia, pero creo que ya no voy a poder', cerró.