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Chuck Blazer, el hombre que destapó y filtró la corrupción en la FIFA

Blazer se habría arrepentido de las maniobras y entonces comenzó a trabajar en la investigación del FBI.

2015-12-04

Se llama Chuck Blazer, nació en Nueva York el 26 de abril de 1945 y a él se le atribuye como el hombre que destapó y filtró la corrupción en la FIFA.

Blazer había sido secretario general de la Concacaf e integró el comité ejecutivo de la FIFA hasta mayo de 2013. Fue suspendido durante 90 días por la organización por haber recibido 20 millones de dólares de la Concacaf de forma ilegal y meses después expulsado de por vida por su conducta poco ética, según el organismo.

Blazer se habría arrepentido de las maniobras y entonces comenzó a trabajar en la investigación del FBI contra la FIFA. Grabó al comité en secreto y registró las maniobras fraudulentas.

Esas grabaciones fueron las utilizadas por Estados Unidos para irrumpir en mayo de este año en las oficinas de Zúrich y detener a los seis dirigentes. Miles de horas de conversaciones que involucran a varias figuras del fútbol mundial.

Blazer comenzó desde muy joven a trabajar en la liga de fútbol de los Estados Unidos hasta convertirse en secretario general de la Concacaf (1990 a 2011) y luego en miembro del Comité Ejecutivo de la Fifa, organismo al que llegó en 1996.

En 2013 su nombre saltó a las primeras planas de los medios cuando el organismo lo suspendió durante 90 días bajo sospecha de aceptar coimas millonarias.

En el 2011, Blazer fue expulsado de la Fifa tras destapar los actos de corrupción. La crónica del escándalo, que este miércoles acabó con siete capturados en Suiza, actual comenzó por mediados de 2014 cuando el ex fiscal de EEUU Michael García presentó un informe sobre el proceso de adjudicación de las sedes de los Mundiales 2018 y 2022 asignados a Rusia y Qatar, respectivamente, que había sido solicitado por el máximo organismo.

El documento daba cuenta a lo largo de sus 350 páginas de distintas irregularidades surgidas a partir de la consulta a más de 75 testigos y del análisis de distintas entrevistas y cintas de audios reveladoras.

El informe del escándalo fue analizado por el presidente de la Cámara de Decisión del Comité de Ética de la FIFA y su presidente, el juez alemán Hans Joachim Eckert, intentó desactivar la bomba cuando argumentó que 'no se observó ninguna violación o incumplimiento de las normas y reglamentos correspondientes'.

Según una publicación de Infobae, la Justicia de los Estados Unidos, advertida por el escándalo en ciernes, mandó al FBI a seguir la pista de la corrupción.

Allí entró en escena 'Chuck' Blazer. En su rol de arrepentido aceptó trabajar para los Estados Unidos y grabó, micrófono mediante escondido en sus ropas, distintas conversaciones de dirigentes de la FIFA de distintos rangos.

A partir de allí la Justicia norteamericana recabó datos clave y hasta confesiones involuntarias que le permitieron apuntar contra blancos inequívocos en su denuncia por corrupción, lavado de dinero y capitales, entre otras cosas, que hoy da que hablar al mundo con el allanamiento en la sede del organismo del fútbol en Zúrich, Suiza, la detención de seis altísimos miembros y la imputación de otros ocho en un escándalo de magnitudes.