Todavía con los ecos muy recientes del escándalo de corrupción que estalló el miércoles con la detención de siete directivos en una operación con catorce imputados, mirar al futuro se presenta casi como una obligación y con ello hacia las próximas grandes citas, empezando por el Mundial de Rusia-2018, cuyo sorteo de la fase preliminar será a finales de julio en San Petersburgo.
La cuestión de cuántas plazas de clasificación tendrá cada continente en esa cita suscita preocupación, especialmente en el fútbol sudamericano, después de que se especulara con la posibilidad de perder medio cupo y pasar de 4,5 a 4.
REPECHAJE EN PELIGRO
En la práctica ello supondría perder la posibilidad de que el quinto clasificado del grupo único de las eliminatorias acceda a un repechaje que pueda brindarle en el último momento un billete mundialista.
'Estamos en el convencimiento de que es un tema que no habrá que discutir, ni estar en duda con los cupos que tiene y merece Sudamérica', intentó tranquilizar la pasada semana el presidente de la Federación Colombiana y miembro del Comité Ejecutivo de la FIFA, Luis Bedoya.
Horas antes, el diario deportivo español As había disparado las alarmas al publicar que Sudamérica tenía muy cerca la pérdida de ese medio cupo, apuntando que ello se debía al descontento en la FIFA por la sanción, considerada leve, que Conmebol había impuesto a Boca Juniors tras la agresión sufrida jugadores de River Plate en un partido de la Copa Libertadores.
'Si se pierde la plaza será por incapacidad del Presidente. No tiene nada que ver lo que pasó en el clásico Boca-River. Nunca me gustó dar excusas. Si sale mal, el culpable soy yo', dijo entonces el presidente de la Conmebol, Juan Ángel Napout.
¿CUATRO PARA CONCACAF?
Para la Concacaf la semana ha sido un auténtico terremoto. En la operación policial anticorrupción del miércoles fueron detenidos su presidente Jeffrey Webb y el costarricense Eduardo Li, miembro de su Comité Ejecutivo, que fueron expulsados de la Confederación el jueves.
El hondureño Alfredo Hawit, designado para las funciones de presidente, afronta esta decisión en el inicio de esta etapa, con una cuestión clave para su Confederación.
La Concacaf tiene 3,5 plazas actualmente (3 directas y la posibilidad de clasificar otro equipo mediante un repechaje, como consiguió México contra Nueva Zelanda para Brasil-2014) y la aspiración es elevar la cuenta a 4.
Joseph Blatter, en su visita el pasado mes al Congreso de Concacaf en Bahamas en calidad de presidente de la FIFA, dijo que era partidario de que la Confederación tuviera los ansiados cuatro cupos.
Europa también espera con interés la reunión del Comité Ejecutivo del sábado. En Brasil-2014 tuvo trece equipos y en Rusia-2018 tiene ya uno clasificado como anfitrión y quiere mantener otros trece billetes para las eliminatorias, lo que le permitiría tener catorce selecciones en la próxima Copa del Mundo.