Llevaban cinco kilómetros reclamándoselo, tras cruzarse con su potente automóvil por la M40.
'Iba a 200 por hora', gritaron los policías a los guardias de seguridad de la ciudad deportiva, en la puerta de Valdebebas, mientras intentaban continuar su caza ya dentro de la instalación. James consiguió escabullirse dentro con su Audi R8 sin atender a las indicaciones que desde el vehículo de incógnito recibía.
Los policías le recordaron que había cometido una sucesión de infracciones, como conducir de forma temeraria y darse a la fuga ante la autoridad. James, muy nervioso, dio pronto su versión.
Primero dijo que iba con prisas porque llegaba tarde al entrenamiento y que no había escuchado el sonido de la sirena ni las órdenes de megáfono por culpa del volumen de la música que llevaba en la radio.
La respuesta no convenció a la autoridad, que escuchó con atención la siguiente excusa: 'Pensaba que era un secuestro'. Argumentó James que no se había detenido porque en su país es muy habitual que delincuentes utilicen vehículos sin identificación policial para fingir detenciones a automóviles de lujo y después secuestrar a sus ocupantes.Temía ese método de asalto.
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James pidió de inmediato disculpas y mostró arrepentimiento ante los dos enojados agentes. Según los agentes, éste circulaba a 200 por hora, el doble de la velocidad permitida en la M40. La pareja de policías abandonó Valdebebas sin multar al jugador, aunque tanto el protagonista como el Real Madrid daban por hecho que sería denunciado en las próximas horas.
Según informa diario El Mundo de España, será acusado ante la Delegación de Gobierno de un delito de desobediencia grave, en virtud de la aplicación de la Ley de Seguridad Ciudadana. Y no quedará ahí el caso, porque los policías también preparaban anoche contra James el atestado y posterior denuncia por un delito contra la seguridad vial, que seguramente le termine retirando el permiso de conducir.
El año arranca fatal para James, justo cuando peor le van las cosas en el Real Madrid. Tras ser uno de los mejores del equipo la pasada temporada, atraviesa un periodo de dudas. Las lesiones y su baja forma le han hecho perder brillo en el campo y la confianza de su entrenador, que le ha retirado del campo en varias ocasiones.
El incidente de ayer no ayuda al 10 ante el club, donde ven con preocupación actitudes poco profesionales en su comportamiento fuera del terreno de juego, en su vida personal. Mañana en Valencia, en partido clave para el futuro de Rafa Benítez, podría perder la plaza como titular.
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