Rodri dice no estar amargado por la ausencia del Real Madrid en la ceremonia que le consagró como ganador del Balón de Oro, por delante de Vinicius, pero considera que de la misma forma que hay que saber ganar, también hay que saber perder.
En una entrevista publicada este sábado por France Football, la revista que creó este galardón que distingue al mejor jugador, reconoce que hubiera preferido que todo el mundo estuviera presente, en alusión al Real Madrid, que se ausentó al comprender que Vinicius no sería el vencedor, y a que tampoco acudieron ni Jude Bellingham, ni Dani Carvajal, que fueron tercero y cuarto.
“Tengo que respetar la decisión de todo el mundo. Aunque yo no habría actuado de la misma forma. Pero ellos hacen lo que quieren”.
En esa misma línea, el crack del Manchester City profundizó su lección a Vinicius: “Cuando se reconoce tu valía a un nivel muy alto, hayas ganado la final o no, es bueno venir. Además, el aspecto del equipo también es muy importante para mí. Por ejemplo, el año pasado, Haaland estaba en condiciones de ganar, mucho más que yo. Yo también quería venir a apoyarle en este momento, lo cual es algo especial. Es importante saber ganar, pero también saber perder...”.
El defensa español del Manchester City asegura que él no dudó a la hora de acudir a la ceremonia en París del pasado 28 de octubre cuando no sabía que iba a llevarse el Balón de Oro: “Cuando se te reconoce tu valor a un nivel muy alto, está bien acudir, seas el vencedor final o no”.
De hecho, recuerda que el pasado año también estuvo aunque Erling Haaland estaba en posición de favorito y quiso estar “para apoyarlo en ese momento que es único. Hay que saber ganar, pero saber perder también es importante”.
En el caso de este año, con la lesión que sufre y que le ha obligado a llevar muletas, participar en esa ceremonia era además para él “una bocanada de oxígeno”.
Rodri asegura que no se le informó por anticipado de que iba a ser el ganador y que luego le ha sorprendido que todo el mundo le preguntara si estaba al corriente por anticipado.
“Nadie me había dicho nada antes de la ceremonia. Sabía que esa sería la regla este año”, precisa antes de subrayar que esa estrategia le parece “excelente”.
Puntualiza que cuando iba a embarcar en el avión para París el mismo día de la ceremonia recibió mensajes de amigos que le avisaron de que el Real Madrid no estaría en la ceremonia y su primera reacción fue que no se lo creyó.
Al aterrizar en París, recibió mensajes de felicitación y entonces empezó a pensar que las cosas iban por buen camino: “Subí al avión sólo para participar en la ceremonia y aterricé casi en posición de vencedor”.
Una vez conocido el veredicto del jurado, ha recibido cientos de felicitaciones y la primera a la que respondió fue a Andrés Iniesta, al que considera “el mejor jugador español de todos los tiempos, que habría merecido un Balón de Oro” (quedó segundo en 2010 y tercero en 2012).
Preguntado sobre qué tiene de especial para haberse llevado esta distinción, Rodri señala que en realidad no es ni el más rápido, ni tiene el mejor pase del mundo, pero es “especial en la comprensión del juego”.
“Entiendo continuamente dónde puedo ser el mejor y dónde puedo aportar más a mi equipo. Sé cuándo debo empujar con mis compañeros, cuándo debo, por el contrario, retroceder, cuándo acelerar y cuándo frenar, parar la acción adversa, hacer la falta en el momento adecuado”.
“Y sobre todo -añade- mi fuerza es mi regularidad” que “es lo más difícil en el fútbol. Por eso considero a Messi y a Cristiano como los más grandes, porque nadie ha tenido esa excelencia partido tras partido durante quince años. Nadie. A mi nivel, esta exigencia me ha permitido por ejemplo estar 73 partidos seguidos sin perder”.
En cuanto a lo que estima que todavía puede mejorar, Rodri señala “el control de (sus) emociones”, en particular cuando va perdiendo, porque admite que en esos momentos puede tener mal carácter y debe aprender a “mantener la cabeza fría”.