Los seguidores, todos vestidos de amarillo y verde, llegaron con mucho optimismo y con la confianza de que su equipo clasificará a la gran final del torneo olímpico.
Además no se les ve con nada de temor previo al juego contra la sorprendente Honduras. 'Vamos a ganar, no hay duda', susurran entre ellos antes de ingresar al estadio.
Fabinho y Celio ponen la fiesta
En las afueras del Maracaná, dos personajes pintorescos son los que le ponen ambiente a horas previas del juego. Con acordeón en mano, Fabinho es quien marca el ritmo mientras Celio le sigue el paso bailando con su bandera en mano.
No faltan a ningún partido de la selección de Brasil y los aficionados ya los conocen muy bien. 'Un saludo para Honduras, gracias por estar en Río de Janeiro', dice Fabinho.
Mientras este par de locos siguen bailando y cantando, la afición continúa llegando al Maracaná en un miércoles que ha comenzado caluroso (27 grados).