Óscar Caballero voló desde Los Ángeles y esta madrugada aterrizó en Vancouver. Este hondureño no es cualquier aficionado, tiene muchos años de acompañar a todos lados a la Bicolor.
Es nacido en El Progreso, aficionado del equipo de esa ciudad y
vive en la ciudad de los famosos en Estados Unidos donde trabaja como arquitecto de vidrios de lujo los cuales instala en edificios.
No vino solo,
llegó con su novia Maribel, una mexicana originaria de Jalisco a la que le gusta mucho el fútbol y el martes también estará en el estadio Olímpico para el duelo contra el Tri.
Foto: Diez
Aunque tienen una relación de hace 8 años,
Maribel confiesa que gritará por su país, aunque su novio la mande para la otra grada, cuentan entre bromas. “Ahorita es mi novia, el martes es mi enemiga”, le dice Óscar y ella lo reafirma.
Óscar no tiene el dato exacto de a
cuántos partidos de la Selección ha asistido, pero por lo menos cinco veces al año ahí está gritando por la Bandera cinco estrellas.
Lo que nunca se le va a olvidar es cuando
viajó a El Salvador y presenció la clasificación al Mundial de Sudáfrica, después de 28 años de ausencia de Honduras en un evento como esos. Se fue en bus con sus amigos y lloraron juntos en las gradas del Cuscatlán.
Para este fanático catracho,
hoy le ganamos 2-1 a Canadá con goles de Rubilio Castillo y Maynor Figueroa.