Figueroa remató al arco desde unos cinco metros detrás del centro del campo, tras un tiro libre que sorprendió adelantado al arquero Thomas Sorensen, en el minuto 73. Este gol significó el 1-2 para el Wigan que empataba el partido.
Tras esta genialidad que quedó tatuada en la mente de los amantes del fútbol a nivel mundial, muchos empezaron a compararlo con el mítico gol de David Beckham, aquel que le convirtió al Wimbledon en 1996 cuando militaba en el Machester United.
Actualmente el defensor de 31 años milita en el FC Dallas de la Mejor League Soccer de Estados Unidos y es el capitán de la Selección Nacional de Honduras.