La Selección

Jhow Benavidez, el capitán Sub-20 que sueña jugar en el Barcelona

Comenzó jugando en el Atlético Banegas conformado por toda su familia, su calidad y perseverancia lo tienen como capitán de la sub-20.

2015-06-03

Cuando el deporte se trae en la sangre se vuelve una herencia importante en la familia, así como les ha sucedido a distintos deportistas en el ámbito mundial que han heredado los genes de sus padres hasta brillar al más alto nivel como en su momento lo hicieron sus progenitores.

Tal es el caso del capitán y líder de la Selección Nacional Sub-20, Jhow Benavídez, quien está en los ojos del mundo por su gran actuación con la Bicolor.

Jhow es sobrino de los exfutbolistas Luis Alonso y Edwin Banegas, quienes jugaron en la década de los 80 con Victoria y Vida, respectivamente.

Su padre, Orlando Benavídez, también fue futbolista con el equipo Juventus, afiliado a la Liga Nacional de Ascenso.

Hace algunos años en la aldea Cáceres de El Porvenir, Atlántida, se fundó el equipo Los Banegas, que era conformado por la familia Banegas-Benavídez, donde jugaban los tíos, sobrinos, primos, padre y hermanos de Jhow Benavídez, quien los acompañaba a las canchas cuando terminaba la temporada con Real España.

Jhow estudió en el kínder Gabriela Beltrán de la aldea de Cáceres, la primaria y secundaria las cursó en el Centro Básico Heriberto Flores Lagos.

Uno de sus sueños es jugar con el Barcelona de la Liga de España, según confirma su madre, Hilda Banegas.

Benavídez fue la figura de la Selección Sub-20 ante Uzbekistán al abrir el marcador que al final fue a favor de la H con un 4-3. En la casa de los Benavídez lo celebraron a todo pulmón y los gritos sonaron hasta Nueva Zelanda.

“El gol de mi hijo lo celebramos con mucha emoción, todos nos sentimos orgullosos de lo que está haciendo en la Selección, ahora esperamos que repita contra Fiji. El partido lo miramos en la sala de la casa aunque no todo porque después se fue la señal de la televisión”, explicó doña Hilda.

La afortunada madre explicó que cuando Jhow estaba en sexto grado se fue para Real España. “Lo llevó el técnico Gil Josué Rodríguez, quien manejaba las reservas del España”.

“Desde niño siempre fue muy inquieto, sobre todo en la escuela. Solo dejaba el bolsón en la casa y se iba a la cancha, luego teníamos que ir a buscarlo porque se hacía de noche y no llegaba, hasta con una faja lo iba a traer, pero salía corriendo para que no le pegara”, recordó.

Foto: Diez

Benavidez junto a su madre Hilda Banegas.

CON EL FúTBOL EN LA SANGRE
No basta compartir la misma sangre, sino también el gusto por el mismo deporte. La historia del fútbol registra a los hermanos Banegas-Benavídez que honraron al balón con grandes hazañas en las canchas abiertas de El Porvenir.

Foto: Diez

Así lucen las calles de la aldea Cáceres donde Benavidez creció.

“El fútbol lo trae en la sangre porque en la aldea teníamos un equipo conformado por la misma familia, había primos, hermanos, tíos y padres, se llamaba Atlético Banegas, pero Jhow salió a los tíos Luis Alonso Banegas, quien jugaba en Victoria y el otro era Edwin, quien jugó en el Vida, su papá militó en Liga de Ascenso con el Juventus”, dijo Hilda.

“Ganaron varios campeonatos, Jhow era uno de los menores, pero cuando venía de San Pedro Sula jugaba con ellos porque siempre lo inscribían en el equipo de la aldea, no registraron al cuadro en ninguna liga porque no tenían recursos para hacerlo”.

Preguntada si Jhow fue de los chicos que se enfermaba constantemente, la progenitora del volante catracho afirmó todo lo contrario.

Siempre fue un niño sano y fuerte, por eso creo que está triunfando en la Selección. Su sueño es jugar en Barcelona, siempre me dice que algún día jugará con ese equipo de España, le pido a Dios que tenga la oportunidad de cumplir sus sueños”.

Foto: Diez

Este es el hogar del capitán Sub20 desde donde celebran su participación en Nueva Zelanda.

DATOS DEL CAPITÁN
Jhow es amante de la música cristiana. Su padre trabaja en Estados Unidos y su madre realiza los quehaceres de la casa.

Jhow Benavídez nació el 26 de diciembre en la aldea Cáceres en el municipio de El Porvenir, Atlántida, tiene
19 años de edad.

Sus amigos de infancia lo apodan “Crispili” y en sus vacaciones juega potras con los excompañeros de escuela y colegio.

La Selección de Honduras se medirá hoy a Fiji. Un empate o triunfo la clasificará a la siguiente ronda mundialista.

|