Fernando se fue hasta los años 80's cuando le tocó cubrir en 1981 un encuentro de esta categoría donde vivió una 'pesadilla' donde incluso reveló que fueron sacados de un restaurante a punta de pistola.
Recuerda que el famoso narrador Enrique 'Perro' Bermúdez se confundió y en vez de llamar 'catracho' a un aficionado le llamó 'chatarro' algo que casi acaba en tragedia.
En 1993, Schawrtz también rememora que estuvo en Honduras en un partido de igual magnitud donde culpó al periodista Salvador Nasralla de haber provocado un ambiente hostil que sobrepasa los límites de la pasión por el fútbol.
ESTA ES LA COLUMNA ESCRITA POR FERNANDO EN EL PORTAL 'TIEMPO REAL'
Estar en los juegos Honduras vs México en territorio catracho son toda una experiencia. En Tegucigalpa noches y tardes de terror por una pasión desbordada y un mal manejo de los medios de comunicación que terminaron por llevar agresiones, trágicos acontecimientos y todo en el alrededor de un juego de futbol.
Desde que Honduras albergó el Premundial en 1981 clasificatorio para España 82, todo creció, todo se magnificó y aunque en San Pedro Sula no hay la hostilidad que había en Tegucigalpa, este juego desborda completamente a toda una nación.
Fui testigo presencial de aquel Premundial de 81, Chelato Ucles Herrera llevó a los suyos a concentrarse en la montaña para evitar distracciones y lograr el objetivo mundialista. Una brillante generación de Gilberto Yearwood, Ramón Maradiaga, Macho Figueroa, Jaime Villegas cabezas de un fructífero proyecto.
México, encabezado por Hugo Sánchez, Tomás Boy, Sergio Lira, Adrián Camacho comandados por Raúl Cárdenas quedaron fuera del Mundial por su propia culpa al perder con El Salvador, empatar con Canadá y Haití, vencer a Cuba y en el último juego frente a Honduras con ganar uno a cero se llegaba al boleto, pero ni así. Al minuto 33 del segundo tiempo Hugo la voló solo en el área chica y así se consume el cero a cero que dejó al TRI apeado de España 82 y donde El Salvador con Honduras llegaron por vez primera.
Las noches y mediodías del Tiburcio Carias eran todo un suceso y aventura, Diógenes Cruz periodista radial y escrito calentaba los ánimos con singular alegría, mal interpretaba lo que era un partido de futbol y ayudado por la famosa frase de Manuel Seyde de Excélsior “En Centroamérica juegan con la pelota cuadrada”, aquello se convertía en un infierno sin salida.
En aquella ocasión mi amigo y entonces compañero Enrique Bermúdez siendo amable en un restaurant quiso decir “Que tal amigo catracho” se enredó y le dijo “que tal amigo chatarro” y se armó la Guerra en el restaurant del cual milagrosamente salimos ilesos aún con pistolas de por medio.
PARA 1993 TAMBIÉN ESTUVO
EL 2 de mayo de 1993, México enfrentó a Honduras en el camino eliminatoria a Estados Unidos 1994. La selección dirigida por Miguel Mejía Barón llegó al compromiso una noche antes, mientras que un servidor fue desplazado desde la semana anterior para la cobertura especial.
En el Canal 5 Salvador Nasrallah, lacra del periodismo hondureño y manipulador de masas junto con sus colegas de la TV, pusieron un comercial de televisión que sonó durante toda la semana azuzando al pueblo hondureño a dejar todo el domingo para ver cómo se la partimos a los mexicanos.
Sus palabras, irresponsables tuvieron eco, Diógenes Cruz se encargó de calendarizar días antes del juego nos invite a comer a su casa a Dosal, a Bermúdez y a mi como si no pasara nada, pero sus palabras pegaron en el pueblo y aquello fue un aquelarre.
Para evitar las serenatas, inteligentemente y en un auto, acostados en suelo y cajuela fueron mudando a los jugadores a un hotel a un kilómetro de distancia, operación comandada por Javier Aguirre y Memo Vázquez padre, mientras que ellos con Miguel Mejía Barón que encabezaba el cuerpo técnico y la prensa permanecimos en el mismo hotel. La serenata llegó, los cohetones estallaron en los balcones pero nadie imaginaba viendo a Mejía Barón parado en las escalinatas del hotel, que los jugadores ya no estaban ahí.
Al día siguiente partido a las tres de la tarde, terrible calor, vigilancia militar y en un Tiburcio Carias que está en lo alto de una calle sin estacionamiento. Militares dentro de la cancha separada por una pista de atletismo, Ramón Ramírez fue el primero en salir a la cancha y más tardó en salir que regresar ante la bola de agresiones.
García Aspe, Luis Flores, Luis García, Nacho Ambriz, Jorge Campos y demás se metieron al vestidor, la cancha, primera vez que me tocó reportar y transmitir con dos militares al lado armados hasta los dientes.
Beto de tiro libre los silenció, goles de Luis Flores y Garcia, autogol de Smith a tiro de Ambriz y México ganó 4-1; el gol hondureño de Juan Flores. El acabose terminando el partido, entrevistaba al medio campo a Luis Flores y Luis García cuando comenzaron los desmanes y balazos afuera del Estadio.
A correr al vestidor, la prensa mexicana estaba entre una reja que separaba el vestidor y la zona pública, se comenzaron a derrumbar las puertas que cerraban el patio donde estaban los autobuses; Alejandro Burillo dio la orden que toda la prensa mexicana entrara al vestidor.
De la zona de regaderas salió el grito del arquero García Rulfo de que por las ventanas caían gases lacrimógeno, en forma inusual y de orden se repartieron toallas frías para tapar la cara y en un angosto pasillo donde solo pasaba uno por uno, más de 60 integrantes de la delegación entre directivos jugadores y prensa salimos al terreno de juego.
El colofón los dos equipos sentados en la tribuna y nosotros a la par, saliendo del Estadio tres horas después de finalizado el juego escoltados por el ejército que toda la noche nos veló, ya que el Toncontín no tiene iluminación para volar de noche hasta poder salir la mañana siguiente en el chárter del alivio para salir de un infierno creado por la irresponsabilidad de Diógenes (QEPD) y Nasrallah.
Mañana las de San Pedro Sula, tumba de técnicos mexicanos.