La Selección

Salvador Nasralla: 'Para fortuna nuestra los entrenadores no juegan'

El periodista deportivo brinda detalles sobre el duelo eliminatorio entre Honduras y El Salvador.

2016-03-14

Un factor fundamental que influye en los resultados es la noción que se tiene del rival. Esto no tiene nada que ver con los conocimientos, experiencia y galardones personales de los entrenadores de fútbol.

En 1992 Costa Rica contrató al gran técnico sudamericano Héctor Núñez, quien fracasó ante la selección hondureña que dirigía Estanislao Malinowski, uruguayo que ya tenía seis años dirigiendo en Honduras.

Jugando en San José perdíamos 2-0 el primer tiempo rumbo al Mundial Estados Unidos 94’ cuando el “Tano” hizo ingresar al suplente César el “Nene” Obando, un pequeño, pero talentoso volante a quien no conocía el entrenador de Costa Rica. En 45 minutos Honduras le dio vuelta al marcador y ganamos 3-2.

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El destacado entrenador de Honduras, Jorge Luis Pinto, es uno de los directores técnicos más cotizados del mundo gracias a su gran labor con los ticos en el Mundial Brasil 2014, sin embargo, no conoce mucho de los futbolistas salvadoreños y a veces demuestra que tampoco conoce lo suficiente a los catrachos.

Ramón Maradiaga es un buen estratega con mucho menos pergaminos internacionales que Pinto, pero tiene dos ventajas sobre el colombiano: conoce muy bien a los rivales hondureños a los que enfrentará el 25 y el 29 de este mes y está muy familiarizado con la selección cuscatleca y el balompié de ese país en el cual ha sido jugador y técnico de clubes.

Para fortuna nuestra los entrenadores no juegan y la capacidad individual y colectiva de nuestros próximos rivales es ligeramente inferior a los de la Bicolor.

Ni El Salvador ni Honduras tienen futbolistas que estén muy por encima del promedio como acontecía en los últimos 30 años en los que a partir de las eliminatorias rumbo a México 1986, Honduras tomó una hegemonía que en varios casos nos permitió literalmente aplastarlos como se recordará con el 5x2 y 5x0 que les recetamos en el año 2000 rumbo al Mundial de Corea y Japón.

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Por lo anterior y basados en que “Primi” todavía no logró ningún triunfo con El Salvador en los 7 juegos en que los ha dirigido, no hay razón para estar pesimistas, pero hay que tener claro que un empate en el estadio Cuscatlán nos dejaría muy cerca de la eliminación con un punto en tres partidos.

En este mal escenario aún venciendo a El Salvador el 29 de marzo y a Canadá en septiembre, llegaríamos a siete puntos que nos obligarían a lograr por lo menos un empate en el partido que cierra la cuadrangular en el Estadio Azteca entre Honduras y México en septiembre.

La historia cuenta que cuando se trató del último juego, los mexicanos siempre nos ganaron y la hazaña de 2013 conocida como el “Aztecazo” se consiguió con un equipo consolidado en el que contamos con futbolistas de mucha experiencia internacional que hoy no tenemos.

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Nos conviene que México le gane los dos partidos que disputará de ida y vuelta este 25 y 29 de marzo contra Canadá para dejarlos con los cuatro puntos que hoy tienen de modo que un empate y un triunfo nuestro ante El Salvador nos permitan igualarles su actual puntaje.

Pero hay que estar conscientes de que los países que disputan con Honduras acompañar a México a la hexagonal final rumbo a Rusia 2018 son Canadá y El Salvador, que se enfrentarán en Canadá el mismo día y a la misma hora que nosotros visitemos a los aztecas.

Por lo tanto, lo ideal será ganar el Viernes Santo en El Salvador porque eso nos pondrá a punto de clasificar especialmente si los canadienses le sacan un empate a México este mes.