Esa fecha es memorable para ellos, según relata el diario El Gráfico fue algo glorioso en su primera eliminatoria premundialista en que participaba de manera oficial.
La serie eliminatoria hacia la Copa del Mundo en México de 1970 fue para el combinado cuscatleco que dirigió el argentino Gregorio Bundio Núñez un verdadero carrusel de emociones tras eliminar en la primera ronda a las selecciones caribeñas de Surinam y la llamada Antillas Holandesas (hoy Curazao), todas enclavadas en el grupo 3 de las eliminatorias premundialistas de la CONCACAF.
Los seis puntos que El Salvador sumó en esta fase hizo que ganara su grupo y su destino le presentó a Honduras en su camino hacia la Copa del Mundo en suelo azteca.
Tras perder 1-0 el domingo 8 de junio de 1969 en Tegucigalpa, el combinado cuscatleco se desquitó una semana más tarde cuando goleó a Honduras 3-0 el domingo 15 de junio y obligar así a un partido extra que la FIFA programó en una cancha neutral.
Es así que el 27 de junio de 1969 se programó el duelo definitorio entre El Salvador y Honduras en el estadio Azteca de México de la capital mexicana que enfrentaría al país ganador a la selección de Haití por el boleto mundialista.
Los dos goles anotados por el migueleño Juan Ramón “Mon” Martínez a los 10 minutos para abrir el marcador y a los 27’ luego del empate de “chilena” convertido por “la Chula” Gómez de Honduras dos minutos antes sirvieron para que El Salvador se fuera al descanso arriba en el marcador, pero de nuevo Gómez empataba el juego al 52’ que obligaba a jugarse tiempo extra bajo una torrencial lluvia que fue testigo la manera en que Mauricio “Pipo” Rodríguez se barría de manera increíble para rematar la pelota al 101’ y vencer al portero Varela y a la barrida del zaguero Dick para firmar el definitivo 3-2.
Es algo imborrable en la mente de los salvadoreños, que 47 años después lo vuelven a revivir y esta vez con la esperanza en que ese momento se pueda repetir esta ocasión, pues El Salvador ganándole a la H los dejará casi fuera de toda posibilidad de seguir soñando con Rusia 2018.