A los 13 años le llegó una oportunidad para cambiar su vida y no la desaprovechó. El que sería su mentor y su técnico más adelante le puso el ojo y de inmediato se lo arrebató a Marathón.
BARCELONA B PRESENTA A 'CHOCO' LOZANO COMO SU NUEVO JUGADOR
Charly Zúniga nos cuenta esa historia: “A los 13 años cuando llegó al club le vimos un potencial enorme, de un jugador diferente. Con un don especial que Dios le regaló”.
SE LO ROBARON A MARATHÓN
Por aquellos días Anthony militaba en las reservas del Monstruo y era el goleador. “Lo vi jugando con Marathón en U-14, me impresionó mucho en todo. Un día estábamos jugando con el Don Bosco en el Reyes (Colegio de San Pedro Sula) y su primo Gustavo Piota lo llevó a que lo viera jugar. De inmediato le dije que me interesaba y lo invitamos a jugar a prueba y se quedó”.

¿CUÁNTO SE LLEVA OLIMPIA POR EL FICHAJE DE 'CHOCO' LOZANO AL BARCELONA B?
DON BOSCO LO SACÓ
Con el Instituto Don Bosco ganó todo lo que jugó. Al lado de jugadores como Kurt Cárcamo empezó a marcar goles y goles y a ganar en años consecutivos la Copa Gatorade. “Ganamos todo lo que jugamos, éramos imparables”, nos cuenta Charly.

LE COSTABA ESTUDIAR
En el colegio tienen un grato recuerdo de Anthony. Callado, humilde y sencillo, nunca se metía en problemas, a menos que fuera por escuchar música, su otra gran pasión.
“Siempre fue una persona respetuosa, pero en el área de estudios no era muy brillante. Un gran jugador. Cuando podía y también cuando no debía pasaba con unos audífonos escuchando música y los maestros se enojaban”, nos cuenta Wendy Osorio, una de las empleadas del Don Bosco que compartió con el Choco.
Charly sabe que ese era uno de sus problemas. “Una vez venía con uno de sus amigos de jugar fútbol y quería faltar a clases, me los encontré y los subí al carro y los traje al Don Bosco para que vinieran a clases”, nos cuenta entre risas Charly.
Ahora se encuentra en un momento alegre de su vida, el Barcelona B hizo oficial su fichaje por dos temporadas.

En el colegio Don Bosco y en su amada cancha Jaime Villegas están ilusionados porque uno de los suyos pronto estará en el Barcelona, y quién dice que no, jugando a la par de Messi.
Por ahora, solo queda recordar aquellos momentos del chico callado que solo quería jugar fútbol y escuchar música.