No es para menos, en un abrir y cerrar de ojos pasó de ser titularísimo e inamovible en el esquema del técnico Steve Bruce, el mismo que lo fichó para el Wigan cuando militaba en el Olimpia, a simplemente no contar y en muchas ocasiones a no ser uniformado sin tener alguna explicación lógica o cuanto menos, creíble.
El lateral izquierdo de la Selección Nacional de Honduras aguarda con paciencia una última oportunidad en los “Tigers”, le restan tres jornadas al campeonato británico y aunque ve difícil su participación, no pierde la esperanza de que en el cierre de temporada pueda ayudar a su club a salvarse del descenso.
¿Cómo están las cosas por Inglaterra?
No como quiero, no juego, pero igual. Me siento tranquilo, trabajando todos los días y esperando que algo bueno vendrá para mí.
¿De qué forma pasa estos días en los que le toca entrenar, pero por desgracia no jugar?
Es difícil, pero al final este es mi trabajo. La situación es complicada. No me puedo desanimar ni dejar caer por esto. Y si las posibilidades se terminan en Inglaterra, en algún lugar voy a encontrar cabida.
¿Sus hijos y esposa, qué le dicen?
Están conmigo en todo momento, eso es lo importante para un ser humano, tener el apoyo de la familia en las buenas y en las malas. Estamos bien de salud, bien o mal, tengo trabajo.
A veces mis hijos me preguntan: “¿Papi, por qué no jugaste?”, yo les digo, ‘no te preocupés, no jugué con el equipo, pero lo voy a hacer con ustedes’. Ahí boto todo el estrés, me hace bien, además son buenos pelotazos los que me tiran, ja, ja, ja.
¿Cómo hace para no desesperarse, o ya lo está?
No puedo desesperarme, pero es incómodo, mientras estuve jugando hubo varios en una situación similar a la mía, fueron respetuosos y aún con sus deseos de participar, no lo hacían porque yo estaba ahí, ahora me toca a mí vivir esto y respetar. Cualquier cosa puede ocurrir antes de terminar el torneo.
Lo ceden al Wigan, es titular, pero el Hull City le pide regresar, pero para seguir como suplente.
Eso fue lo más extraño, al menos me sirvió estar en Wigan, mi casa, el club con el que más me he sentido identificado y donde el trato ha sido espectacular. En el fútbol, mientras estás bien, todos están contigo, pero cuando no es así, algunos ni te dirigen la palabra.
¿Le ha pasado eso a usted?
Gracias a Dios nunca, no juego, pero el trato hacia mí sigue siendo el mismo, el entrenador (Steve Bruce) siempre me saluda y pregunta cómo estoy yo y mi familia.
Steve Bruce confiaba ciegamente en usted, ¿qué pasó que lo dejó de alinear y convocar?
Son cosas que pasan en el fútbol, las necesidades, el esquema, estilo de juego, hay situaciones que uno puede desconocer, pero yo tengo que aceptarlo. A Bruce le estoy agradecido, me preparó y me dio la oportunidad de jugar en Inglaterra con el Wigan y luego cuando estuve lesionado, me llevó al Hull, pero las cosas han ido cambiando.
¿Siente que ya terminó su ciclo en Inglaterra?
Eso solo Dios lo sabe. Yo estoy viviendo el hoy, mi día a día, entrenando y esperando que se abran nuevas puertas.
¿Hasta cuándo tiene contrato con el Hull City?
Ahora que termine la temporada quedo totalmente desvinculado del club.
¿Qué planes tiene?
Todos tenemos planes, pero al final Dios es el que decide. Los míos, seguir jugando al fútbol, dónde, no sé. El de arriba sabrá en que lugar ponerme, personalmente anhelo seguir en esto, que es lo que apasiona.
Ya lo hizo Rambo, Costly, Pery, Osman Chávez, Arnold Peralta... ¿Existe la posibilidad de que regrese al fútbol hondureño?
No se descarta, pero si te soy sincero, por ahora no. Mi prioridad sigue siendo Europa, no ha terminado la temporada y todo puede pasar.
Es difícil vivir del pasado y decir que por lo que hice puedo tener alguna oportunidad. Hay que confiar, no menosprecio el fútbol nuestro, pero anhelo seguir en el exterior, si algún día se da el regresar a la Liga Nacional, bienvenido sea. Desde que salí siempre he tenido en mi mente volver a jugar en mi tierra.
¿Y la MLS?
No he escuchado nada, te lo digo con total sinceridad. Estoy disfrutando mi día a día, sigo entrenando pensando en que voy a jugar, si el fin de semana no lo hago, no importa, siempre me preparo.
¿Qué tanto le costó asimilar la realidad que vive ahora?
Es duro, no estoy acostumbrado a eso. La mejor manera de demostrar que quiero jugar es trabajar y no hacer mala cara.
Tiene 32 años, ¿hasta qué edad se ve jugando?
Uhhh, por mucho tiempo más. No sé si de repente ya pronto me retire, ja, ja, ja.
¿Qué le genera su actual situación, ansiedad, preocupación?
Deseos de seguir trabajando porque no estoy acabado, de demostrarme a mí mismo que soy capaz y que me siento entero. Esta es una prueba que Dios me puso.
Si ponemos las cosas en una balanza, en siete años que han pasado desde que vine aquí, que en uno me pase esto, en términos generales no todo es malo.
¿Qué estaría dispuesto a dar o hacer con tal de revertir este mal momento?
El trabajo es lo único que puede hacer que todo esto cambie.
¿Qué opciones claras tiene?
De momento, ninguna. No soy de los que me gusta decir que tengo ofertas de acá o de allá, no existe nada concreto.
¿Dejó de sentirse futbolista?
No, para nada. Nunca dejé de sentirme un jugador de fútbol. Igual tengo un contrato y me debo al club. Cuando firmé, el acuerdo no decía que siempre iba a jugar. Esto es de trabajar y solo así pueden cambiar las cosas.
Muchos dirían ¡qué ‘pijudo’!, “siempre cobra aunque no juegue...”
Yo no me puedo acomodar solo a recibir mi salario, porque afectaría la oportunidad que uno busca, que es renovar un contrato.
¿Qué sentido tiene que me digan “vení, sos parte del grupo y sos un jugador importante?, ninguna. Te repito, no me voy a acomodar a firmar un contrato y esperar el fin de mes para que me paguen.
Yo lo que quiero es jugar, aunque como todo ser humano, trabajo y debo recibir una remuneración, pero cobrar y no jugar, no va conmigo.
¿Qué planes tiene para sus hijos? (Su primogénito Keyrol ha jugado en las inferiores del Everton, Liverpool y Manchester United)
Él (Keyrol) quiere hacer realidad su sueño y yo como padre tengo que apoyarlo, que haga lo que él decida.
Imaginate, yo soy defensa y Keyrol es delantero, donde sea que se desenvuelva, mi deber es darle el soporte necesario.
¿Y Keyvan?
No hermano, ese va a ser piloto, ja, ja, ja.
Wilson está en una situación peor que la suya... no lo uniforman y lo mandan a las reservas.
Qué te puedo decir. Yo también ya lo viví, a mi también me mandaron a las reservas, no me sentí bien, pero yo lo que quiero es jugar.
¿Está jodido Maynor Figueroa?
No, no me siento jodido. Tengo trabajo, otros pueden estar en peores momentos. No me puedo quejar por el hecho de que no juego, quiero hacerlo, sí, pero no me voy a echar a morir. El fútbol no termina, si quiero tener la posibilidad de competir todos los fines de semana y no se da aquí (Inglaterra), pues en otro lugar será. Yo soy muy apasionado y cada entrenamiento lo disfruto como si fuese un partido oficial.
¿Cómo le ha afectado el no jugar a nivel profesional?
Trato de no mezclar las cosas, llego a casa y me desconecto, me dedico a mis hijos y a darle tiempo de calidad a la familia. Gracias a Dios siempre me apoyan y eso en la vida es lo más importante”.
¿Qué opina de Andy Najar?
El “cabezón” anda bien, mis respetos para él, hoy por hoy, junto con Emilio son los mejores. Andy lo está haciendo bien, representando de excelente manera al país, es de felicitarlo, que siga trabajando y que no se conforme con poco, él es una persona muy inteligente y madura, pese a su corta edad ha logrado grandes cosas.
Figueroa es solidario con juan carlos garcía, su compañero en la bicolor y al consultarle cómo va la recuperación del teleño, esto contestó:
'Ahí está Juan Carlos, haciéndole frente a su enfermedad (lucemia)', expresó el zaguero sin querer brindar mayores detalles sobre el estado físico y mental del exjugador de Olimpia y Marathón.
¿Se comunica bastante con él?, le volvimos a preguntar.
Sí, he tenido oportunidad de charlar con él. Por el momento todo va bien.
