Doña María Eufemia Varela de Ordoñez es madre y abuela, pero su pasión por el Motagua no lo cambia por nada del mundo, a sus 75 años de edad tiene varios recuerdos en su mente de los triunfos de los suyos.
La gran seguidora de los azules nos abrió las puertas de su casa en la colonia las Ayestas de Comayagüela y desde que se comienzan a subir las gradas de su humilde hogar ya se observan los colores de su amado ciclón.
Con la camisa, una gorra, reloj y brazalete del Motagua recibió a DIEZ en su casa con con canciones del mimado en su equipo de sonido y con
su esposo José Teodocio Ordoñez de 79 años de edad y que también apoya a las águilas.
'Soy Motagua desde que tengo razón, hace muchos años que voy al estadio con mi esposo José para apoyar a mí equipo, no hay partido que me pierda', dice Doña María.
'Estuve muy pendiente del partido, fue muy disputado, pero gracias a Dios que ganamos. Los jugadores del Motagua los miro como que fueran mis nietos, sufro mucho cuando los golpean', aseguró Doña María Varela.
Mientras platicábamos con Doña María
las diversas canciones del Motagua no paraban de sonar y ella nos mostraba el sin número de camisas que tiene coleccionadas.
Su amor por el actual campeón de Honduras es tan grande que tiene llavero, peluche, bufandas, gorras, toalla, bandera, alcancías y hasta chumpa del Motagua.
Doña María Varela y José Ordoñez tiene 51 años de casados y son padres de dos hijos José Ramón y Lourdes Tereza Ordoñez ambos seguidores del Motagua.
'En mi familia todos somos motagüenses mis dos hijos, tengo dos nietos José Antonio que es el mayor su ídolo es Amado Guevara y
Axe Hernández de 10 años el me salió 'gatito' (Olimpia) por el papá', comentó la abuela, como le dicen los aficionados de los azules.
El mejor recuerdo que tiene Doña María es el último título obtenido ante el Real Sociedad la pasada temporada porque pudo por primera vez ingresar al terreno de juego para compartir con los jugadores de las águilas.
Los futbolistas que más admira son: Carlos Discua, Júnior Izaguirre, Omar Elvir, Sebastián Portigliatti, Rubilio Castillo y Wimer Crisanto con lo que tiene buena relación.
Cada partido del Motagua, Doña María y su esposo José ingresan al sector de silla sin pagar la entrada porque
la junta directiva de los azules la tiene en la lista de los aficionados más fieles a la institución.
En su humilde hogar y con las canciones del ciclón nos despedimos de una de las mejores aficionadas motagüense y que sin duda alguna la miraremos el próximo domingo con su camisa azul y acompañada de su esposo José en el estadio Nacional apoyando a su gran amor.