La orgullosa mamá de Rubilio Castillo

Silvia Álvarez Dolmo de Castillo, de 58 años de edad, es la madre del delantero de Motagua y goleador del Clausura, Rubilio Castillo. Además del artillero del Ciclón, esta mujer luchadora también procreó a Santos Omar, Lidia Francisca, René Agapito y Silvia Rosibel.

Ella no sólo es la máxima defensora del artillero sino que también es una madre abnegada que sufre en carne propia los dolores de sus hijos, también comparte sus sueños y alegrías como una familia trabajadora.

'A mis hijos los crié vendiendo pan de coco y machuca, a pesar de que el papá trabajaba, siempre trataba de ayudarlo con algunos ingresitos extras en la casa. Cuando el padre se fue, Rubilio tenía 12 años, pero le doy gracias a Dios que conseguí buenos patrones y la colaboración de mi familia', dijo orgullosa.

VER TABLA DE GOLEADORES DE LA LIGA NACIONAL

'Rubilio me ayudaba a machucar y luego se iba en bicicleta a dejar el producto a los clientes, mis otros hijos hacían varias actividades, siempre les di responsabilidades porque es bueno que sepan valorar las cosas', reiteró.

Doña Silvia trabaja desde algunos años en casas de habitación, pero siempre recuerda cada uno de los momentos que marcaron la carrera deportiva de Rubilio, como el día de su debut en Liga Nacional con la camisa del Vida, el primer campeonato en la escuela y cuando se estrenó con una medalla como goleador en reservas .

'La niñez de Rubilio fue bonita, siempre le dimos lo mejor, lo que necesitaba, comida y ropa porque el papá laboraba en Hondutel, siempre dormía con su pelota, amanecía con el fútbol, iba a la escuela y todo pero lo bueno es que siempre le daba responsabilidades', dice.

RUBILIO PADECÍA DE ASMA
Doña Silvia se toma un respiro y nos cuenta cuál es su sueño. 'Deseo verlo en el extranjero, jugando en la MLS o en Liverpool, Barcelona o Real Madrid, pero creo que el futuro de mi hijo está en las manos de Dios. Rubilio me ayuda demasiado, soy como sus ojos, siempre complace mis caprichos, no lo estoy elevando pero al césar lo que es del César, pero sí, el cipote me ayuda bastante”.

'Ahora que mis hijos crecieron tengo un poquito de alivio, pero todo fue sacrificio, lo importante es que ahora Dios me está dando mi recompensa a través de ellos. Cuando uno se enfermaba, no había problema porque teníamos médico, pero después vino lo duro porque cuando al papá le dieron sus prestaciones lo sentí duro, tenía que ver de dónde sacaba dinero para llevarlo al doctor, de pequeño Rubilio padecía de asma y era alérgico, pero paso a paso fuimos saliendo del horno', recordó.

Silvia de Castillo confiesa que 'cuando lo golpean en la cancha siento que me quitan un pedazo de mi corazón, pero así es esto, ya aprendí a sobrellevarlo”, comenta orgullosa sobre su “niño”, quien ha anotado 16 goles en este torneo.

LE LLEVABA PROVISIÓN
“El tiempo que más sufrí fue cuando lo contrató Deportes Savio, él también, le bajaron el sueldo, no le dieron apartamento, tuvo que vivir en la sede sin agua y sin nada, tenía que llevarle su provisión de aquí para que hiciera su comidita para sobrevivir, pero yo le decía que cada sacrificio tiene su recompensa”, afirmó.

Así como tiene palabras de amor, también le da consejos sabios. 'Le digo que ponga los pies en la tierra y que no se olvide de dónde viene y para dónde va, que sea humilde y que respete a todo mundo, él tiene que saber sobrellevar las cosas porque muchas veces vienen tempestades', recordó.

Al preguntarle qué significa para ella el Día de las Madres, respondió que 'es especial porque damos la vida por nuestros hijos y no hay amor más grande que eso, hay mamás que sufren por el alcoholismo o la drogadicción de nuestros hijos pero nuestro amor es incondicional'.