Mucho había escuchado del don de palabra de Osman y su deseo de servir a Dios, pero ahora pude comprobarlo personalmente, admiro esa convicción y deseo por seguir el camino correcto, el ser portavoz de la palabra de Dios y ayudar a bastantes personas a convertirse.
Aunque algunos pensaban que Chávez estaba a las puertas del retiro, hoy él asegura que le hace falta mucho camino por recorrer.
Una anécdota
Entre tantas historias predicando recuerdo una, en un congreso que me invitaron donde había muchas personas de diferentes nacionalidades (rusos, ucranianos, serbios, ingleses, de Kazajistán), en ese momento yo hablé de mi testimonio, el cual no tenía que ver con armas o drogas, sino de pobreza y cómo Dios había cambiado mi vida, entonces cuando yo hice el llamado para aceptar a Cristo, me sorprendió ver cómo personas de todas partes del mundo se vieron impactadas con mi historia: Yo les decía que si Dios me había sacado a mí, los podía sacar a ellos, pero que tomé mi decisión, firmando mi mejor contrato, en ese momento la traductora se quedó sin decir ni una palabra, fueron segundos de silencio y solo de lágrimas donde Dios estaba tocando la vida de esas personas que yo ni conocía.
¿Extraña la selección?
Sí, claro, todo jugador desea formar parte de una Selección y representar a tu país, aparte de estar afuera no hay otra satisfacción más grande que ponerte la camisa de la “H”, eso de exseleccionado no me gusta como suena porque todavía tenemos posibilidades de regresar. Sé que solo es cuestión de tiempo y trabajo, sé que Dios me permitirá volver a las andadas con la h.
A Osman Chávez, ¿Qué le dejaron Sudáfrica y Brasil?
Sudáfrica fue algo histórico para mí, lograr una sufrida clasificación después de 28 años fue una satisfacción enorme, ese mundial me dejó una gran lección y un gran aprendizaje, me encontré con futbolistas que juegan con la mente, que no se dejan marcar, tampoco tocar y uno acostumbrado al roce físico, que te jugaban al espacio; todo fue un aprendizaje para crecer y salir a Polonia, cuando participas a nivel europeo te das cuenta qué tan lejos estás. De Sudáfrica también aprendí que debía soñar y esforzarme, Brasil me enseñó que valía la pena comerse muchas cosas por la Selección, como venir, viajar tantos kilómetros y no jugar, el trabajar duro y quedarse callado cuando no eras tomado en cuenta, todo eso sirvió para estar y ser parte de los mundialistas.
¿Qué tuvo que “comerse” Osman para llegar a Brasil?
Venir tantas veces de Polonia, pasando por un buen momento y no participar, el respetar a lo que nos habíamos comprometido con el grupo, al decir: ‘La unión es nuestra fortaleza’, así que había que hacer ese nudo más sólido, pusimos al equipo antes que nosotros mismos, no era fácil venir una, dos, tres, seis y todas las veces que me tocó y no jugar, pero respeté el buen momento de Muma y Maynor. Acumulé millas tras millas, solo me llegaba el correo cada mes donde me decían: Acumulaste tantas millas de vuelo y sin jugar nada.
¿Profesionalmente siente que eso le marcó?
Eso no tuvo nada que ver con lo que estoy viviendo ahora, si yo no estoy en la Selección es por mi rendimiento, que no ha sido bueno por la lesión de mi rodilla, la que me mantuvo alejado de las canchas y por ello casi tomo la decisión de no seguir jugando fútbol. A raíz de eso mi rendimiento no ha sido el mismo, sé que no soy el jugador que antes era, pero solo es de retomar el ritmo y confianza, falta mucho para Rusia y si me recupero completamente, sé que las puertas de la Bicolor siempre estarán abiertas y apuntamos a eso.
¿Tiene mucha convicción de regresar a la Selección?
Sí, claro, yo me conozco, el decir que ya no doy más es cuestión de probar, creo que todas las veces que he vestido la camisa de la Selección he tenido la actitud correcta. Siempre he dicho que hay que juzgar al hombre por su rendimiento, no por su condición y si no le das la oportunidad no sabrás si está o no, todo es cuestión de confianza.
¿Solo una oportunidad pide Osman Chávez?
Una y todas las que sean necesarias, aunque yo no tengo que demostrarle nada a nadie, todo mundo me conoce y saben quién soy, solo necesito demostrarme que puedo ser el mismo de antes, que bajando todo esos kilos y grasa puedo recuperar mi ritmo y nivel, sé que la oportunidad siempre estará ahí, solo depende de mí, aún no estoy acabado y tengo mucho que dar, como dicen por ahí, mi currículum habla por mí, como dice un muchacho reservista en Platense, si no búscame en Google, entonces es algo muy cierto, no necesito demostrarle nada a Pinto.
¿Cuando sufrió la lesión en la rodilla, pensó en el retiro?
Sí, claro, fue una lesión muy complicada en la rótula, me inyectaban en el hueso y el dolor era exagerado, hice varios tratamientos y transcurrió un año que jugaba uno, dos partidos y volvía la lesión, pasé a puro tratamiento, inyecciones, células y no podía recuperarme, gracias a Dios pude sentirme poco a poco mejor, ya no siento dolor. Estuve a punto de retirarme del fútbol.
¿Lo que vivió en Polonia fue lo que mejor le ha pasado?
Fueron años inolvidables, el primer año que llegué logré salir campeón, estuvimos peleando playoffs de Champions, no lo logramos, pero jugar Europa League y viajar por todos esos países fue una experiencia única, el ganarse ese prestigio y respeto de los aficionados y medios fue lindo y más en mi caso que lo hacía de buena forma, siempre se destacaba mi participación y aparecía en la lista de los mejores defensas, todo eso fue maravilloso.
¿Cómo inició su etapa como predicador evangélico?
Eso nace recién convertido a Cristo, una de mis oraciones cuando estaba en Platense con 16 años era que me ayudara a debutar en primera, luego le pedía llegar a un equipo grande, después a la Selección y luego pedí una oportunidad para salir al extranjero, me llevé como dos años orando en esa dirección, así que llegó el momento de cumplirle a Dios porque él me había escuchado, espero seguir predicando después de mi retiro, yo no me veo de entrenador, sino de motivador deportivo o predicador.
¿Qué se siente subirse a la Máquina?
Es una sensación agradable, sé que llego a un gran equipo, que exige ...
¿Es una carga para usted llegar como solución al departamento más criticado de Real España?
Claro es un gran reto. Si pusieron los ojos en mí es porque confían que puedo hacer las cosas bien. Motiva servir como un pilar, una muralla para que el equipo puede lograr los objetivos.
¿Es cierto que en China se comen las ranas?
Creo que se le pega a todo, cuando iba al supermercado, había culebras y ranas... Listas para llevar.
¿Su cita favorita de La Biblia?
Cuándo Dios te manda a que te esfuerces y esa es la clave del éxito. Le dice a Josué si quieres ser próspero, esfuérzate y sé valiente. Son tres principios para lograr objetivos. Siempre me acuerdo de lo que Dios manda.
¿El apodo de “Tierno” de dónde viene?
De una novela, Alex Andino y Elmer Zelaya, me lo pusieron. Es que cuando iba a Puerto Cortés a los 15 años, nadie me creía la edad. Estaba en ese momento la novela “El Niño que Vino del Mar”, desde entonces empezaron a decirme el bebé, tierno y otras cosas.
En cortito
Dios: Todo, representa todo para mí
La familia: Una bendición y mi soporte en lo carnal
Dónde le gustaría retirarse: En Platense