Pero en la obtención del trofeo 30 del cuadro Albo, Roger Rojas se mantuvo distante de la celebración y es entendible, ha tenido poca oportunidad.
De hecho, en el partido de ida no fue uniformado y en el de este domingo se quedó en la banca.
Es uno de los emblemas del León, muy querido con los aficionados con los que se sacó fotos, pero en su rostro se quedó ese mal sabor de boca de no ser protagonista. Sentado en una esquina del camerino, Rojas miraba como muchos de sus compañeros celebraban la Copa.
Pero llegó el momento de unirse al grupo que oró y seguidamente saltaron de la emoción, fue el único momento en el que se vio al famoso Ro-Ro levantarse y celebrar, pudo tocar la copa porque fue parte del plantel que la trabajó.
Algunos aficionados que ingresaron al camerino, le dieron ánimo y como siempre, un tipo humilde y respetuoso, se marchó a su casa a disfrutar de su familia.
Roger Rojas al momento que se fotografiaba con los niños familiares de futbolistas que entraron al camerino.
Roger Rojas estuvo presente al momento de la foto oficial del campeón del Clausura 2016.
Así eran sus celebraciones en torneos anteriores. Esta vez fue diferente.