''Venimos con un plan abierto para resolver este conflicto, Real España va a estar en la disposición de hacer cualquier cosa con tal de que el fútbol no se vea afectado con la situación que agobia al país'', expresó el mandamás de la máquina.
Y agregó: 'Se tiene que terminar este partido, lo vamos a tratar de programar lo más antes posible a puerta cerrada y la vuelta creo que tiene que jugarse también sin público, pero vamos a darle el curso a lo futbolístico sin que se afecte y se ponga en riesgo la vida de más personas''.
LEER: ASÍ RESPONDE ROLIN PEÑA A LAS DECLARACIONES DE BURBARA
Ante la negativa que tuvo el equipo verdolaga de no aceptar jugar lo que queda del partido sin público por la falta de garantías de seguridad, el caso pasó a manos de la junta directiva de la Liga Nacional para ser ellos quienes tomen la determinación final.
El partido se detuvo al minuto 71 de juego tras una falta penal pólemica a favor del Real España, esto desató el enojo de los jugadores y de la afición del Marathón quienes rompieron los portones de seguridad para invadir la cancha del estadio Morazán, provocaron a la afición rival lanzando piedras y otros objetos e hizo que la Mega Barra actuara de la misma forma ingresando al césped.
Los pocos policías presentes en la instalación para tratar de controlar la situación lanzaron gas lacrimógeno para dispersar a los vándalos, sin embargo esta decisión terminó perjudicando a todos los presentes en el Morazán incluyendo niños que se vieron muy afectados.