Sin embargo, en un futuro quiere llegar al banquillo del Marathón y celebrar un título. 'Hay que prepararse' nos dice. No aseguró que quiere comenzar desde abajo. Lo tiene claro es que le seduce la carrera del técnico.
En la extensa entrevista con DIEZ, Emil hablo de mucho tópicos y uno de esos es que por mucho tiempo estuvo jugando sin cobrar en los verdolagas.
Te fuiste sin hacer mucha bulla.
Je je, je calladito. Como dicen todo lo que comienza tiene que terminar. El fútbol profesional para mí terminó. Mi salud no estaba en condiciones para seguir arriesgándome y decidí con mi familia retirarme. Lo único que tengo que hacer es darle gracias a Dios, primero por haberme dado el talento y luego por permitirme jugar profesionalmente.
¿Qué hubieses dado por irte como campeón?
Hubiera dado todo. Era mi sueño. Creo que teníamos un buen equipo para hacerlo, un buen grupo. Todos teníamos esa sensación que podíamos haber ganado.
¿Con Carlos Pavón como era la relación?
Era un relación fría de entrenador a jugador. Sin nada. Yo tenía que entrenar para estar en la convocatoria.
Ver: TABLA DE POSICIONES DE LA LIGA HONDUREÑA
Te tocó irte cuando regresa Manuel Keosseián, que es como su padre futbolístico.
Cuando Manolo llegó a Marathón pasaron muchas cosas buenas. No sé si es como padre, pero sí era un jugador que respondía en la cancha y si juegas bien, tienen que tratarte bien. Teníamos una buena relación con Manolo. Incluso ahora que decidí no seguir jugando, tuve una propuesta para estar con él en el cuerpo técnico, pero creo que es una decisión apresurada.
¿No te interesa una carrera como técnico?
Sí, me gusta. Sin embargo pienso que es una transición que uno debe esperar un tiempito. Aparte quiero darle tiempo a mi negocio y después voy a empezar a prepararme. Hay que comenzar de cero, desde abajo, ir de a poco. No llegar de un solo.
Ahora retirado de las canchas, Emil Martínez ha emprendido su propio negocio.
Sí me llama la atención y digo que en futuro, veremos qué dice Dios, quiero dirigir a Marathón. Me gustaría, es el equipo que yo quiero.
Hay que prepararse.
Hay que prepararse bien. No llegar improvisadamente y no saber nada. Por muchos entrenadores que has tenido no es lo mismo que tomar decisiones. Esa transición de jugador a entrenador no es fácil.
A un viendo todo lo inestable que es...
Y todo lo que miro y lo que miré últimamente, yo creo que uno debe prepararse. No llegar ahí solo por decir soy entrenador o porqué te den un salario. Estar ahí pasando las aguas.
Hablando de eso, ¿Sientes que le faltaba un poquito a Carlos Pavón?
¿Qué le faltaba un poquito? No, no, no no voy a hablar de él. Tiene que tomar su experiencia y no soy quien para saber si le faltaba o no.
¿Qué te dejó Marathón?
Primero que me abrió las puertas, llegar con un gran sueño. Marathón me dio lo todo y yo también di todo en el terreno de juego. Solo me pasaron cosas buenas.
¿Le dejó billete Marathón?
He he, he no. Creo que la gente dice que la vida del futbolista aquí o allá. Hay cosas que no son fáciles. Que le sirva de consejo a los jóvenes, hay que tener sus ahorros. Se debe aprovechar el tiempo porque pasa rápido.
¿A usted le tocó pasar momento muy complicados en Marathón?
Hubo buenos momentos y otros de dificultad. La gente no lo sabe, pero yo estuve como dos años sin cobrar en Marathón. Estuve jugando y sin cobrar un lempira. Hasta el sol de hoy ese dinero no ha sido cancelado.
¿Usted se considera una leyenda en Marathón?
Me da vergüenza eso a mí. Considerarme algo así es ser muy grande. No me veo así. En el asunto de estar en el equipo y de momentos duros, Berríos ha aguantado todo eso, yo le digo -no creo que hubiera aguantado tanto- Para mí ese man se merece hasta cambiarle el nombre al estadio y ponerle Berríos. Si alguien puede ser ídolo de Marathón tiene que ser ese enano.
El retiro no lo ha tomado desprevenido.
Estaba mentalmente preparado, aparte del fútbol ya estaba labrando mi camino y en eso estamos.
¿Desde cuando estaba pensando eso?
Antes de qué empezara a jugar pensaba en eso. Yo miraba ejemplos que terminaban su carrera y luego decían -me voy para Estados Unidos y decía yo no voy hacer-. Pensaba en mi complejo y mi escuela de fútbol.
¿Y el restaurante?
Siempre me ha llamado la atención esto del negocio de la comida, de pequeño mi madre vendía. Siempre pensé -algún día voy a tener un restaurante-, digamos un sueño cumplido. Lo que yo tenía planeado todo se me ha cumplido.
¿Y cómo quieres que se ve el restaurante?
Este es un ambiente familiar. Es un concepto de fútbol. Vas a venir a un lugar donde se disfrutará de buenos platillos. Cero alcohol. Hay música en vivo.
¿Cómo has participado en el proyecto?
Sí he estado enfocado, pero ha estado mi esposa vos sabés que uno de hombre es muy rudo y ellas son más detallistas y a mi esposa le gusta esto.
¿Cuál será tu función a diario en el negocio?
Ja ja ja atender los clientes cuando se puede. Aunque yo estaré más pendiente de lo que es lo mío: Las canchas y la escuela de fútbol, donde ya tenemos unos 80 alumnos.
¿Qué otros proyectos alimentan ese espíritu de empresario?
Estoy enfocado en el restaurante y las canchas. Tengo otros para futuro, pero tus planes no tienes que contarlos porque si no otro se te adelanta. Mejor vamos a dedicarle mucho tiempo a esto.
El Complejo de Emil Martínez es uno de los más modernos en San Pedro Sula.
¿Sientes que la Selección fue tu gran deuda?
Sí, estando en mis mejores momentos siento que me faltó. Me quedé con esa espina.
¿Qué pasó ahí? ¿No te dieron la oportunidad?
Sí las tuve. Mira es que en ese tiempo se hablaba de que yo agarraba la batuta en Marathón, pero ya en la Selección, te encontrabas con gente como Amado y, no es que me achicaba, era que no sentía esa misma responsabilidad que en el equipo.
Te relajabas...
Exactamente, que no debería ser. Yo me pongo analizar y digo que eso fue lo que me faltó. No iba a competir a la Selección.
Leer: ASÍ FUE SU SALIDA DEL MARATHÓN
El fútbol te quedó debiendo algo.
Nombe el fútbol me dio todo. Es lo más bello que me pudo a ver pasado. Estoy agradecido con el talento que me dio Dios.
¿Fuiste un niño de muy escasos recursos?
Sí, muy humilde la verdad.
¿El fútbol lo sacó de pobre?
No hombre, sí sigo siendo pobre... Pero soy una persona luchadora. El fútbol me dio la oportunidad de trabajar y crear ingresos. También de ayudar a mi familia: a mi madre y mis hermanas. El fútbol me dio todo.
Tu mejor recuerdo...
Creo que cuando ganás un título... Todos son especiales.
Tu mejor gol...
Yo digo que mi mejor gol lo metí en China. Fue uno casi imposible. Me hicieron un cambio de juego, controlé la pelota y en el aire le pequé, se metió en el segundo poste. Golazo . Fue un partido de la final, necesitábamos ganar para ser campeones y ganamos 3-0, metí los tres goles.
Un jugador al que le tenías miedo...
Es que yo era atrevido. Más bien me gustaba cuando venía 'Muma' o Maynor a marcarme.Desde el día anterior pensaba. Algo les tenía que hacer. También (Sergio) Mendoza en aquellos tiempos. Eran enfrentamiento duro. Nos dábamos duro.
El portero al que más te costaba meterle goles...
Creo que era Donis, no le hice muchos goles. También era de la misma camada.
Tu mejor amigo en el fútbol...
Desde los 15 años nos conocemos. En el mismo equipo. Tengo varios amigos, es lo lindo del fútbol, pero si te puedo hablar de un amigo te tengo que hablar de Berríos.
Tu peor momento...
Creo que mi peor momento fue en un clásico con Real España, que Nico me metió de cambio y luego me sacó. Hice un relajo. No estaba bien de mi cabeza. Andaba haciendo relajo, no estaba realizando nada de lo que Nico me dijo, entonces me sacó. Yo quitaría eso de mi carrera.
Un sueño pendiente...
Salir campeón con el Marathón como entrenador, ese es mi sueño pendiente. No a corto plazo, pero si en un futuro.