Los Lobos UPNFM que han sido uno de los grandes animadores durante las vueltas del torneo, no pudo este jueves por la noche con el Real España que se le plantó en el infernal estadio Emilio Williams de Choluteca y firmaron un empate que hará definir todo en la vuelta del repechaje.
Fue un duelo con bastante dominio para los aurinegros que no tuvieron pegada. Palomo Rodríguez apostó por Pedro Báez de inicio que nuevamente estuvo deambulando en el partido sin crear peligro para Lobos. Fue hasta en el segundo tiempo que los locales ganaron terreno, pero sin hacer daño.
En el primer tiempo fueron pocas las acciones de peligro. Palomo llegó con un equipo mermado con las bajas de Juan Vieyra y Getsel Montes lesionados, además de los cinco seleccionados Sub-20 que generalmente tienen actividad.
La más peligrosa del primer tiempo fue una jugada de contragolpe de los aurinegros en la que el guardián de los universitarios, Celio Valladares, se la jugó y le tapó un zurdazo que sacó desde fuera del área el argentino Ramiro Rocca. El resto del juego fue un monólogo sin acciones claras.
COMPLEMENTO OFENSIVO
La temperatura era de cerca de 40 grados centígrados. La cancha sintética derretía los zapatos de los futbolistas y, aun así, seguían dando espectáculo. El jovencito Roberto Osorto, el que no quiso llevar al Mundial Luis Alvarado porque no era del proceso Sub-20, se gastó un partidazo, fue el que más insistió.
Hizo una jugada individual como si tuviera 10 años en Liga Nacional. Rompió la defensa de Lobos, se ganó línea de fondo, recortó a Leverón, pero cuando iba a rematar, se le quedó la pelota, la dominó como pudo, levantó centro y le quedó plena a Jhow Benavídez que la mandó con potencia, pero pegó en un zaguero.
Los Lobos respondieron, Axel Gómez ganó línea de fondo con una corrida espectacular y envió un centro al corazón del área, pero con tan mala fortuna que no llegó nadie acerrar. Castellón les gritaba que se fueran al ataque, pero no pudieron romper el candado que puso Palomo con Junior y Devron García.
La máquina seguía insistiendo y quería llevarse el botín. Ramiro Rocca tuvo la última en sus botas en el corazón del área, recibió de espaldas, se posesionó y se enfiló para rematar, pero se abrió mucho y su remate se fue apenas a un costado de la portería cuando ya estaba vencido Celio Valladares.
Ahora la serie se traslada al Olímpico Metropolitano de San Pedro Sula el próximo domingo donde los aurinegros no van a desperdiciar la oportunidad de sentenciar la llave y meterse a la final, pero los Lobos de Castellón no se la pondrán fácil y llegarán a pelear. Lo que sí se garantiza es que será un gran duelo, abierto con dos técnicos que proponen buen fútbol.
