'Gavilán” Cálix regresó a Honduras para dirigir al Parrillas One

Tras 14 años en Estados Unidos, Luis Enrique “Gavilán” Cálix regresó a Honduras para sentarse en el banquillo del Parrillas One de la Liga de Ascenso.

Es un hombre de poca sonrisa, voz suave, pero firme; además, parece que viene decidido a triunfar. “Ahora puedo hacer realidad un sueño que he ido forjando poco a poco, desde que me fui a Estados Unidos siempre tuve la intención de volver a trabajar en el fútbol, porque es mi pasión”.

En la tierra del Tío Sam laboró como obrero de la construcción y desde hace ocho años entrena a menores del Miami Fútbol Club. “Tengo ocho años de estar trabajando en categorías inferiores, especializándome a diario para el día que me tocara regresar, hacer las cosas bien”, aseveró.

Ha retornado a la ciudad que lo vio nacer. También destaca que el Parrillas haya elegido a Tela como su casa. “Es importante, creo que el pueblo de Tela estaba urgido de un equipo que le dé satisfacciones y alegrías”.

Confiesa que para tomar la decisión de regresar al país lo pensó muy bien. “Siempre analizo las decisiones, pienso que uno tiene sueños en la vida, y a mí el fútbol me corre en la sangre y esta es una linda oportunidad de estar en mi pueblo, con mi gente, lo que faltará hoy es conocer los rivales y el plantel para saber en qué tengo que trabajar”, apunta el “Gavilán”.
NO ES IGUAL

El nuevo entrenador del Parrillas entiende que en nuestro país carecerá de las condiciones que tenía en Estados Unidos. “Está claro, allá hay muchas comodidades, pero esos son los retos que se presentan en la vida, acomodarse a lo que se tiene y sacarlo adelante a base de trabajo, lo que uno quiere. Nunca me olvidaré de donde nací, de donde soy; el hecho que viva en USA no significa que nací con las comodidades que se tienen allá”, dijo.

Sobre sus planes a futuro comenta que se ve entrenando en la Primera División. “Mi sueño es dirigir profesionalmente en el fútbol de Honduras, pero para eso tengo demostrar con mi trabajo y no desesperarme”.

Al preguntarle a qué equipo le gustaría dirigir en Liga Nacional, contestó: “Lo dejamos ahí” y soltó una carcajada y se alejó con sus sueños de entrenador.