Liga Nacional

Hilder Colón: 'La gente me gritaba: ‘negro, vos sos malo’''

El defensor central del Juticalpa, cuenta su historia en la que asegura que nunca imaginó convertirse en futbolista.

2017-03-21

Hilder Colón no es el típico jugador que se enamoró de la pelota desde que apenas daba sus primeros pasos. A este defensor central le gustó el fútbol ya “viejo” y es por eso que, como él mismo dice, le ha tocado aprender. El grandote del Juticalpa y exjugador del Real España nos cuenta su historia.

Hilder, físicamente sos un jugador corpulento, ese que tiene toda la talla para ser deseado por los grandes equipos, pero hoy te encuentro en Juticalpa, un club no tan gigante.
Sí, gracias a Dios ahora me tocó venirme para Juticalpa, pasé un tiempo en el Real España, pero luego me fui al Victoria, después fiché por años en Tocoa jugando con el Real Sociedad. Esta oportunidad en Olancho ha sido muy buena.

Sabías que siempre se esperó más de vos, cuando empezaste a jugar entre 2009-2010, había grandes expectativas sobre Hilder. ¿Qué ha pasado?
Sí, las personas que me empezaron a ver jugar esperaban muchas cosas de mí, yo bajé el rendimiento ya cuando llegué de los Juegos Olímpicos, porque mentalmente como que me causó mucho problema eso, no haber participado en el torneo, porque yo me preparé al máximo para enfrentar a grandes rivales.

¿En sí qué fue lo que pasó en los Juegos Olímpicos, sentís que hubo preferencia para algún otro jugador, porque vos tenías el nivel?
Te puedo dar un ejemplo, en un amistoso contra Emiratos Árabes, el profesor Luis Suárez me dijo que él iba a hacer descansar unos jugadores y me dejó en la banca a mí, a Arnold Peralta y a Mario Martínez. Recuerdo que metió a Velásquez Colón en mi lugar, entonces en ese partido él hizo un gran trabajo y agarró el puesto que yo tenía.

Había algunas proyecciones sobre vos, incluso tener la oportunidad en los Juegos Olímpicos como para quedarte jugando en Europa, por todo, por tu contextura, por tu bravura en el terreno de las acciones.
Sinceramente yo salí de Honduras con esa mentalidad de que yo debía triunfar afuera y esa era la oportunidad para darme a conocer en el extranjero, pero lastimosamente pasaron esas cosas que nadie puede entender, porque yo trabajaba al cien y ya después Suárez tomó esa decisión y todo mundo quedó sorprendido, hasta mis compañeros decían, qué pasó, pero sinceramente yo seguí trabajando al máximo y al final no me tocó jugar en Londres.

¿Qué tanto te afectó?
Sí, porque me bajó la moral sinceramente, porque uno cuando le toca jugar una olimpiada sale de su país con esa ilusión, con esa motivación de hacer trabajos extra por su familia.

¿Tenés algún tipo de resentimiento hacia Suárez?
No, sinceramente no, porque él siempre me tomaba en cuenta en los microciclos de la Selección mayor, algo que siempre he soñado, defender los colores de la Bicolor adulta, aunque no se me ha dado hasta el sol de hoy, yo sé que todavía estoy joven y me tengo que esforzar porque esta es una oportunidad donde he venido madurando en lo futbolístico y gracias a Dios yo he mejorado bastante y en cualquier momento pueda que me den una posibilidad valiosa.

¿Por qué crees Hilder que te has quedado en lo que estás en este momento?
No, es que yo al principio cuando empecé a jugar tenía muchas dudas sobre mi capacidad, no sabía qué quería, yo tenía indecisiones porque como allá en el pueblo casi no tenía tiempo para jugar fútbol, entonces no me daba tiempo para eso porque mi mamá tenía su restaurante, entonces siempre me iba a trabajar con ella desde la mañana hasta la tarde, no me daba tiempo para ir al campo a disfrutar eso con mis amigos.

¿Y entonces cómo te convertiste en futbolista al final?
Una vez vino el “Gallo” Mariano, que siempre me decía que llegara a entrenar con él, me miraba jugar en el colegio, siempre puse peros, la verdad lo que siempre me gustó fue el arte.

Antes de pasar al arte, me tocabas el tema de que tenías que acompañar a tu mamá en un restaurante. ¿Qué hacías vos ahí?
Atendía a los clientes, también cocinaba, ella me enseñó a hacerlo, a preparar comida garífuna porque es de nosotros la cultura, con ella aprendí bastante eso, porque ella me decía, ‘tenés que estar aquí, donde yo me mueva debés estar conmigo’.

Foto: Diez

Ok, ¿pero en sí cuál era tu función: cocinar, lavar, limpiar pescado, qué era lo que te asignaba ella?
Todo eso me tocaba a mí, porque yo era el único de sus hijos que más la apoyaba, aunque era un niño bien tremendo, entonces ella me decía: ‘No, hoy te toca limpiar los pescados’, aunque mí no me gustaba, pero me tocaba hacerlo; entonces, ella me decía: “Prepara esta comida”, pero siempre me regañaba, sin embargo, poco a poco le fui poniendo atención a ese tema.

Ok, ¿de qué edad estamos hablando?
Ahí tenía 16 años.

¿Te ha fortalecido la forma en la que tu mamá te educó?
Sí, ella me ha ayudado bastante porque yo era tremendo, solo pasaba peleando con mis hermanos, entonces ella me decía: “Te voy a educar a mi manera, siempre tenés que estar cerca de mí, siempre me regañaba.

Volviendo al tema del fútbol, yo escuché decir que vos eras el nuevo Samuel Caballero, el sucesor de Sambulá. ¿Te has quedado corto?
Sí, tal vez muchas personas esperaban eso de mí, pero sinceramente yo hace como cuatro años empecé a ponerle más importancia al fútbol, porque yo no tuve ese privilegio de jugar desde pequeño, pues mi vida siempre fue bien dura, porque no tenía esa decisión. Ya después empecé a darle gracias a Dios porque me empezó a dar una oportunidad, al principio no me gustaba, pero siempre me ponía a ver fútbol, iba al estadio a apoyar al Platense, pero ya de ir a entrenar no, carecía de determinación, no sabía si convertirme en jugador o ser pintor, entonces yo tenía esas dudas, aunque al final le puse mente y dije: ‘Ahora me tengo que preparar para ayudarle a mi mamá, a mejorarle su casa y ayudarle a mis hermanos en tantas cosas’. Gracias a Dios después le puse mente al fútbol, ahora ya maduré bastante, sinceramente porque yo poco a poco fui mejorando.

¿Prácticamente vos te hiciste futbolista profesional por casualidad?
Sí, fue por casualidad porque después de ese partido cuando el “Gallo” Mariano me invitó al Real España, el “Montuca” Castro tenía el equipo, me puso de lateral derecho, pero como que yo andaba perdido y después me colocó de central, ya luego que terminó me dijo: “Yo quiero que llegués el lunes allá a San Pedro, porque deseo que jugués en Liga Mayor, que hagás una prueba con nosotros, yo te quiero formar y siempre vas a estar trabajando conmigo”. Yo fui, pero cuando hacíamos trabajo táctico yo me perdía, tenía serios problemas, pero el profesor “Montuca” me ayudó mucho.

¿Comenzaste a entrenar un deporte que no sabías cómo era?
No, no es que no sabía cómo era, sinceramente la primera vez que fui al campo me dieron la oportunidad en un equipo.

¿Nunca te gustó el fútbol, tenías muchas dudas?
Sí, tenía bastantes dudas para ver si me gustaba o no, pero ya de ahí fue muy difícil la verdad de que me metiera a eso porque a mí, me costó bastante aprender, por eso cuando la gente me decía: ‘Sos un negro malo’, que no sé qué, yo solo me reía porque a mi daba chiste.

Foto: Diez

¿Y eso de ser pintor quién te lo enseñó?
Lo aprendí solo, traigo ese don, cuando yo estaba en el colegio. Me gustaba dibujar, siempre pintar ha sido mi pasión.

¿Ahora que tenés la oportunidad de estar en el Juticalpa, qué es lo que se le aproxima a Colón?
Ahora me toca hacer grandes cosas, superar lo que he hecho hasta ahora. Me gusta competir y ganar títulos, porque en eso me convirtió Carlos Pavón cuando estuvimos en el Real España, en un ganador. Me gusta triunfar, cuando hacemos colectivos siempre lucho por cada pelota; entonces, ahora lo hago por un propósito que es por mi familia.
Hay una frase de un periodista deportivo que dice: “Olancho no es para negros”. ¿Como la entendés vos?
Están equivocados porque a nosotros aquí nos tratan de la mejor manera y aquí vivimos tranquilos. En Olancho no hay violencia, uno puede salir aquí a las 12:00 de la noche y es sano, gracias a Dios, a mí nunca me han pasado esas cosas, a mí siempre me han tratado bien, de igual manera en Tocoa, en San Pedro.

¿Colón, en estos momentos vos deberías estar en la Selección de Jorge Luis Pinto?
Eso es lo que me pongo a pensar, porque hace dos torneos he estado jugando bastante, siendo titular en el equipo donde estoy, incluso aquí ahorita estoy trabajando con mucho esfuerzo, yo sé que tengo la capacidad, así como la tienen también los otros chavos que fueron compañeros. A veces me hago la pregunta de por qué no me han dado esa oportunidad de estar en una selección mayor. Ya estuve en una olímpica y bueno, yo la aproveché bastante, pero lastimosamente no pude jugar en las olimpiadas de Londres. Sé que tengo esa capacidad de formar parte de la Bicolor.

¿Te has sentido frustrado en cierto momento?
A veces. Así como en este torneo Uncaf que hicieron en Panamá. Pienso que yo hubiera estado ahí ayudando a mis compañeros, porque creo que no soy jugador solo de equipo. Parece que el profesor Pinto tiene a sus jugadores preferidos, aunque uno debe trabajar, porque en cualquier momento puede salir esa oportunidad.

¿Crees que se te ha cerrado esa oportunidad?
No, sé que puedo rendir en la Selección Nacional, porque ya lo he demostrado. Ojalá se dé la posibilidad de defender a mi país.

Foto: Diez

ALGO MÁS

¿Te macaneaba tu mamá?
No, pero ella siempre me regañaba enfrente de la gente porque era un niño bien tremendo.

En Honduras los niños están jugando fútbol, pero vos hacías todo lo contrario.
Una vez me inscribieron en la selección del colegio y me decían que tocaba partido y nunca iba, siempre me escondía, por lo mismo, porque no me gustaba el fútbol, siempre me perdía y no tenía esa decisión y el profe me decía: ‘Mirá que perdimos porque nosotros llegamos incompletos al partido, porque faltaba un jugador’. Toda la culpa me la echaban a mí.

¿Te parece que los dirigentes también no hicieron lo necesario como para buscarte ayuda y convertirte en una mejor persona y futbolista?
Sí, hubo chances de directivos que incluso me iban a buscar hasta mi casa para tratar de ayudar, llamándome para que no me perdiera, porque tal vez pensaron que yo pasaba solo y eso. Hubo bastante gente que quiso darme la mano.

¿Sentís que pudiste haber sido mejor pintor que futbolista?
Sí, el profesor me decía que no pintara porque en el fútbol me iba a ir mejor, que le pusiera más atención a la pelota. La gente creía que algún día iba a estar en la Selección, gracias a Dios lo he logrado.

¿Sentías miedo de jugar fútbol?
Sí, tenía ese temor de tal vez de enfrentarme a buenos futbolistas, es que no disfrutaba jugar fútbol, cuando me decían los compañeros en el Real España que me tocaba ir a entrenar con la primera, no iba, siempre me quedaba en la casa.