Liga Nacional

Jonathan Tejada: 'Llore toda la noche después la lesión ante Motagua'

El jugador del Olimpia contó lo que sintió en el momento de sufrir la lesión y qué fue lo primero que pensó cuando su codo izquierdo estaba dislocado.

2015-04-14

En su rostro hay tristeza y decepción, pero al mismo tiempo un gran deseo de volver a levantarse para seguir disfrutando jugar fútbol.

Jonathan Tejada, el volante de Olimpia con apenas 21 años, ha tenido una carrera con muchas dificultades. Primero sufrió una fractura de tibia y peroné, y ahora que estaba ganándose un puesto en el equipo de Héctor Vargas, se dislocó el codo izquierdo en el clásico ante Motagua.

Tejada asegura que ese momento fue uno de los más tristes dentro de una cancha y que se imaginó lo peor.

“Lloré toda la noche porque es algo difícil lo que estoy viviendo, nunca me esperé esto, sobre todo cuando estaba jugando bien y el profesor me daba mucha oportunidad, es muy triste lo que estoy pasando”, dijo Tejada.

“Me toca volver a levantarme, no quiero tirar la toalla porque deseo triunfar en el fútbol. Lo quiero hacer por mí, por mi padre, que murió, y toda mi familia”, siguió diciendo el jugador.

El volante albo contó lo que sintió en el momento de sufrir la lesión y qué fue lo primero que pensó cuando su codo izquierdo estaba dislocado.

Yo pensé que el ‘Chino’ Discua le iba a pegar a la meta y por eso me barrí sin pensarlo, pero caí mal y se zafó mi codo. Fue bastante doloroso y triste, no pude contener mi llanto. Lo que se me vino a la mente fue que volvería a estar lesionado por mucho tiempo”, recordó Tejada.

“Cuando llegué al hospital me hicieron radiografía y no había fractura, fue la mejor noticia, por eso me acomodaron el codo inmediatamente. Ya no siento dolor”, aseguró.

UNA Y OTRA VEZ

El pequeño Tejada en su corta carrera como jugador de Olimpia ha sufrido mucho. Primero tuvo una fractura de tibia y peroné, que lo alejó de las canchas casi un año.

Luego su padre murió y ese momento fue el más doloroso de su vida que hasta pensó en no seguir jugando fútbol.

Cuando regresó a Olimpia le costó agarrar confianza y cuando la tuvo se lesionó de su tobillo izquierdo y permaneció un par de semanas sin jugar. Ahora se dislocó el codo y no puede creer todas las tragedias que ha vivido.

“Me he preguntado por qué me suceden estas cosas y no encuentro explicación, pero son pruebas que uno pasa como jugador. Este momento es bastante difícil, solo con el apoyo de Dios y de la familia uno se levanta. Yo he tenido muchos problemas, pero los he afrontado y me he levantado”, cerró.