Liga Nacional

La mamá de Shane Orio espera que llegue con el título

DIEZ habló con la mamá de Shane Orio en Belice y nos contó la historia de cómo al arquero de Marathón le ha tocado escalar hasta ser uno de los mejores en su posición, hoy va a uno de los clásicos más importantes, contra Olimpia.

2010-11-07

El día que la encontramos en su casa recién se acomodaba tras una larga jornada. Doña Clara Moody a sus 72 años dedica su vida a los negocios personales, vive sola en una región cercana a la capital de Belice, Belmopán, nos relata que extraña Shane Orio, el arquero de Marathón quine este día se juega uno de los clásicos más importantes de su carrera: contra Olimpia.

“Antes que todo, gracias por abrirnos la puerta para hablar sobre Orio, su hijo– le dije.
“Sean bienvenidos, está es su casa. En verdad, Shane es mi nieto, lo que pasa es que yo lo crié a partir del cuarto día de nacido, su mamá me lo dejó, porque ella se fue para otra región”, comenzó diciéndonos con un español a medias.

¿Entonces, usted es como la madre para Orio?
Yo lo mandé a la escuela, luego al colegio y después a la escuela profesional para estudiar agricultura.

¿A qué se dedica usted?
Acabo de ser alcalde de la aldea Copén en San Juán, donde por cierto hay mucha gente de Honduras, El Salvador y Guatemala. Somos pocos beliceños en esta zona. Está a 43 millas camino a Punta Gorda.

¿Cuéntenos alguna anécdota del por qué Shane prefirió el fútbol?
De hecho, soy profesora y me recuerdo que en una ocasión yo le dije a Shane, andá estudiá ese libro y le puse candado al cuarto, pasaron varios minutos y no escuchaba bulla, y dije: ‘Seguro se durmió’, pero cuando abrí para ver cómo estaba, se había saltado por la ventana para ir al campo; luego de ese día supe que su pasión era el fútbol.

¿Pero siempre lo dejó jugar?
Me acuerdo que cuando lo mandaba a la escuela, le dije al profesor: ‘por favor señor, no deje a Shane libre para que juegue fútbol’; ‘sí, yo lo cuido’, me dijo; varios meses después, él era el portero del equipo de la escuela. Lástima que solo tengo pocas fotos de él para que las vieran.

¿Cómo era de niño?
Normal, siempre ha sido entregado a las cosas que le gustan, acá supo llevar la pelota y el estudio, porque era la prioridad.

¿Cuánto tiempo quiere que permanezca en Honduras?
No sé, que sea lo necesario. Recordemos que su edad avanza y en algún momento deberá parar. Pero sé que él quiere jugar hasta que tenga 50 años Jajaja. Pero creo, en realidad, que tiene unos cinco o siete años para seguir.

¿Qué le habla de Honduras?
No sé nada de Honduras, solo que cuando va a jugar yo estoy pendiente. Pongo el televisor junto a algunas amigas y esperamos la jugada, hay veces que nos ponemos tensa y otras no.

¿Cuando viene, qué hace?
Él casi no viene para Belice y cuando lo hace siempre está ocupado y se va a la cancha. A veces hablamos por teléfono, pero se corta rápido la llamada, creo que se le termina la tarjeta.

¿Qué guarda de Shane?
Yo lo recuerdo a él todo el día, yo lo cuidé, lo vi crecer y siempre mantuvo una vida respetable, porque él tiene mucha humildad, es un ser honorable.

¿Estos trofeos que tiene acá, cuántos son de él?
Hay pocos, pesan más los míos, porque he sido toda una campeona en softbol, soy apasionada a este deporte, aunque tengo nietos e hijos que les gusta el fútbol. En cuanto a trofeos de Shane, tengo el premio que le dieron en Costa Rica como uno de los mejores.

¿Cada vez que juega, él la llama?
A veces, pero pasa más concentrado que otra cosa.

¿Cuál es su deseo?
Que me venga diciendo que ganó el título, yo ruego para que así sea, porque según me cuenta, han dejado todo en la cancha con tal de ganar, así que ese es mi deseo.

SHANE, TODO LO QUE SOY ES POR MI FAMILIA

Shane no se olvida de sus primeros años en el fútbol. “Estaba muy chiquito cuando comencé a jugar, vivía en la capital que es ahora Belmopán, en una zona de trabajadores hondureños y guatemaltecos, cerca de una finca bananera”, dijo.

Coincidentemente debutó en un torneo jugado en el Morazán de San Pedro Sula. “Fue ante Guatemala y perdimos, fue una gran experiencia”, recordó.

Quiere ganar un título en memoria de su mamá.“Desde que llegué a Marathón mi aspiración es dejar huella, en cuanto al deseo de mi mamá, no puedo olvidar que todo lo que soy se lo debo a ella, así que tranquila, espero no defraudarla”, concluyó.