Internacionales
2013-02-11
Armado de una trompeta y una bandera llega a vitorear al Marathón. La silla de ruedas que ata sus pasos no impide a Christopher Villatoro Paz disfrutar de los partidos del Monstruo.
Su madre, Janeth Paz, ha estimulado los sentimientos verdolagas en el niño de 10 años, a quien dañaron su médula espinal tras una operación realizada cuando tenía 10 meses de haber nacido.
“Yo soy Marathón desde que tenía 7 años, siempre me ha gustado el verde”, confesó doña Janeth el sábado en el Yankel Rosenthal de San Pedro Sula.
Christopher acepta que solo asiste al estadio para ver al verde. A nivel internacional es seguidor de Pumas de México, y nos contó que no ha sido atrapado por la fiebre del Real Madrid-Barcelona.
Obviamente palpita con los triunfos de la Bicolor, como el del miércoles cuando se ganó 2-1 a Estados Unidos. “A la Selección sí la apoyo”, afirma con inocencia.
UN SACRIFICIO
Su reto especial no le dificulta moverse por el estadio, echa un vistazo al partido y ayuda a su madre con las emociones que le ocasionan un duelo entre Marathón y Real España.
Siempre se acomoda en el lado que atacan los verdolagas. Le preguntamos si conoce a jugadores de los esmeraldas, pero los nombres escaparon a su memoria y en cambio pidió agua para tomar.
“Me gusta relajarme aquí, aunque esta semana iniciaré la escuela”. Comenzará el cuarto grado, pero su madre indica que seguirán asistiendo a la casa de Marathón.
Y es entonces cuando confiesa que a veces dejaban de almorzar para ir a ver a los mimados de Paz Barahona, pues hacían el viaje desde El Progreso, ahora viven en San Pedro Sula.
El partido terminó, hay empate a cero entre verdes y aurinegros; antes de irse, la madre de Christopher nos deja un mensaje: “Quiero verlo en DIEZ”.