Vistió por casi 21 años la camisa del Marathón. La única en Honduras.
Ahora camina por las calles de Pinalejo, Santa Bárbara sin pensar que debe volver a una pretemporada. Piensa en negocios a futuro y acepta que estuvo triste cuando tomó la decisión de retirarse. Conversó ampliamente sobre el punto final a su larga carrera.
¿Cómo ha pasado la Navidad?
La Navidad la paso con mi familia. En los pueblos es algo muy bonito. Es muy diferentes a la ciudad. Aquí tiene sus amigos uno, anda al aire libre, no como en San Pedro Sula que pasa encerrado uno.
Es la primera Navidad en mucho tiempo que ya no tiene que pensar en una pretemporada.
Sí, después de mucho tiempo. Casi 21 años de fútbol. Como le dije a mi madre, estoy consumiendo todo lo que hace ahora porque estoy en mi pueblo.
¿Cómo se siente después de tomar la decisión de retirarse?
Es difícil tomar esa decisión. 20 años ligado al fútbol. Lo platicamos con mi familia, fue una decisión que se tomó y espero seguirla respetando.
Ahora Mauricio Sabillón disfruta de su vida en su ciudad natal, Pinalejo, Santa Bárbara.
Es bien difícil, yo tomé la decisión. Ya pasé lo peor, que es la fase triste.
¿Estuvo triste?
Estuve bastante triste. Una semana pensándolo, porque el fútbol ha sido mi vida. Lo que me ha dado todo lo que tengo. Hay que seguir y buscar una nuevo horizonte.
¿En qué momento lo decidió?
Ya venía platicando con mi esposa que ya tanto tiempo en el fútbol el cuerpo se cansa. Tenía seis meses más con el equipo y decidimos ambas partes cerrar de la mejor manera.
¿Se pusieron de acuerdo con Emil?
Sí, ya teníamos un acuerdo que nos íbamos a retirar y gracias a Dios salimos bien. Queríamos salir con el campeonato, pero no se pudo.
¿Ayudó a esta decisión la participación del torneo anterior?
Sí. Era un jugador no acostumbrado a solo jugar 45 minutos, durante estuve activo es la primera vez que me pasó.
Keosseián viene al equipo, ¿no le da la espinita de seguir?
Claro que sí. Mi anhelo era retirarme jugando con Manolo, pero hay que afrontar la decisión.
Usted no jugó en otro equipo, siempre fue titular, ¿pero hay gente que no reconoció eso?
No eran todos como dices, eran aficionados que llegaban a gritar. Yo siempre he asimilado las críticas y tratado de dar lo mejor. Mi conciencia la tengo tranquila. La mayor parte de la afición sabe que dejé todo en la institución.
Mauricio disfrutando con sus padres ahora que ya está retirado del fútbol. Foto Neptalí Romero
Creo que sí. Eran malagradecidos, aunque no todos, pero mi conciencia siempre la he tenido tranquila. Jugué enfermo, filtrado, solo uno sabía cómo lo hacía.
¿Qué hará después del fútbol?
Estamos planeando con mi hermano poner un autolote. Ahorita tengo que empaparme de varios negocios para seguir mi vida con buenas cosas.
¿Cómo quedaron sus bolsillos al final de la carrera?
Gracias a Dios bien, para vivir tranquilo. Que mis hijos disfruten de lo que me esforcé. No he sido una persona que malgastó el dinero, siempre tuve el apoyo de mi esposa. El fútbol me dejó para trabajar.
¿Siente que quedó a deber algo?
Mi conciencia está tranquila. Intenté siempre dar lo máximo.
Lo dijo Sabillón:
'Mi vida cambió cuando me casé. Con los hijos uno mira la vida diferente. No soy un santo, no te voy a negar que me gustaba tomarme mis cervezas, gracias a Dios mi vida cambio”.