Nasralla elogia a Roque Alfaro y Zanabria

Real España y Platense han realizado una excelente inversión al contar en sus planteles con dos técnicos ejemplares.

Más los catedráticos, porque Mario Zanabria ya tiene varias temporadas trabajando en ese club en el cual ha forjado una camada que ya le es rentable al cuadro de San Pedro Sula. Ya los hizo campeones una vez y en la actual temporada ha hecho aparecer como titulares a jóvenes que con otro entrenador jamás hubieran debutado en la Liga Nacional y mucho menos en la Concachampions.

Lo destacable es que estos muchachos están jugando bien y progresando gracias al conocimiento que les transmite Mario.

Podríamos llenar mucho papel sobre las carreras como futbolistas de Zanabria y Alfaro, a quienes tuve el placer de ver jugar en los equipos más famosos de Argentina, Mario en Boca Juniors y Roque Raúl en River Plate.

Las personas que nos leen, si son muy jóvenes, difícilmente comprenderán lo que estos señores significaron para sus legendarias instituciones.

Alfaro jugó en 1985 en Tegucigalpa y San Pedro Sula junto a los mundialistas Goycochea, Francescoli, Alonso, Gallego y otros. Cuando vino por primera vez a dirigir, Roque hizo un buen trabajo en Platense y descubrió a Carlo Costly, a quien le enseñó muchísimo hasta convertirlo en delantero importante en todo el proceso de Reinaldo Rueda y ahora con Suárez.

El problema de los escualos es que ya no tienen aportaciones fuertes de sus directivos y prácticamente subsisten con una planilla de bajo costo, que se sostiene gracias a la venta de jugadores entre las cuales la de Ósman Chávez a Polonia ha sido la que mantiene hoy al club con vida económica.

Real España marcha muy bien en este Torneo y no le afectó anímicamente quedar eliminado del Torneo de clubes del área; sin embargo, el injusto sistema de competencia de la Liga podría tirar por la borda en un solo juego el buen rendimiento que evidencia esa muchachada que apuntalan con su experiencia Marcelo Macías, “Palomo” Rodríguez y Carlos Pavón.

Platense ha rendido menos porque tiene un plantel en formación que seguramente les dará resultados en los torneos del 2012. El problema es que los tiburones no pueden pensar a mediano o largo plazo por razones de presupuesto y no sería raro que si no clasifica entre los seis, otra vez Alfaro regresará a su país, lo cual sería un desperdicio para el balompié catracho.

Zanabria y Alfaro son leyendas que predican con el ejemplo que dieron en su época de futbolistas y el medio nuestro debe sentirse privilegiado de contar con ellos. Son dos entrenadores que pueden aportar mucho en instituciones con dinero para invertir en formación de valores, como por ejemplo el venido a menos Motagua que necesita urgente una renovación.

Tampoco debemos descartar el concurso de alguno de estos destacados entrenadores para la dirección de nuestro fútbol menor, del cual deben salir las representaciones para los mundiales Sub-17 y Sub-20, porque además, ambos tienen una característica muy importante: son humildes y se adaptan con facilidad.