Liga Nacional

Nasralla: 'No soñemos con el millón que cobran Real Madrid o Barcelona'

Nasralla analiza la situación por la que es casi un sueño tener al Real Madrid o Barcelona en Honduras.

2012-01-16

En los años sesenta, setenta y ochenta la televisión a través de cable prácticamente no existía en Centro y Sudamérica por lo que en ninguna de las dos regiones se observaban partidos de la otra.

En nuestro país algunos sabíamos de las estrellas sudamericanas como Alonso, Bochini, Zanabria, Manga, Morena, Tostao, Pelé y otros gracias a revistas como “El Gráfico” o por las transmisiones radiales de onda corta, las que también nos permitían escuchar emisoras europeas que nos ponían al tanto de las proezas de Michel Platini, Cantona, Best, Bettega, Gentile, Beckenbauer, etc.

Así forjé yo mi pasión por el fútbol, comprando viejas revistas deportivas de Europa y Sudamérica. Ver por televisión un Mundial completo empezó a ser una realidad en Honduras en 1982, ya que de los mundiales anteriores apenas se televisaron 3 o 4 juegos de México 70, unos 10 de Alemania 74 y 19 de los 38 de Argentina 78.

Al año en nuestros países teníamos acceso a unas 2 o 3 transmisiones futbolísticas y no siempre en vivo. Comparemos esa situación con la de hoy en que la mayoría puede tener acceso diariamente a miles de señales de partidos de fútbol en vivo desde los 5 continentes, para entender que en 2012 la oferta de balompié es diametralmente distinta.

Vinieron a Honduras cracks como Pelé en 1973, Artime en 1967, Yazalde en 1981, Alonso, Goycochea, Henrique, Gallego, Leao, Sabella en 1985, los alemanes Littbarski y Alloffs, Alan Simonssen, Luis Pereira, Dirceu, Rubén Cano y muchos otros. Atlético de Madrid se presentó en Tegucigalpa en 1979 y 1981, el Real Madrid en 1982, Peñarol y Nacional de Uruguay más Gremio de Brasil unas 4 o 5 veces cada uno, River Plate en 1985 jugó 2 veces en Tegucigalpa y una vez en San Pedro Sula. Vino Benfica de Portugal en 1980, también Botafogo y otros equipos europeos.

¿Por qué antes sí y ahora no? Por aquellos años la economía hondureña era sólida y nuestra moneda se cambiaba a 2 lempiras por un dólar, no se conocía la devaluación, los precios del taxi, del cine y de los alimentos no variaban por lo que esos equipos se presentaban en giras cobrando entre 10 mil y 15 mil dólares más los gastos, o sea, cifras perfectamente recaudables cobrando 5 dólares por entrada promedio en nuestros pequeños estadios con cupo para cerca de 15 mil aficionados.

Hoy tenemos estadios más grandes pero el poder adquisitivo de la gente es 10 veces menor, la moneda está devaluada y los equipos antes mencionados cobran en promedio 100 mil dólares más los gastos, cifra que para no perder exigiría poner una entrada promedio de L 300 a estadio lleno y en Honduras no tenemos tanta gente que pueda pagar esa cifra.

Si no podemos pagar 100 mil dólares, mucho menos soñemos con el millón que cobran por venir Real Madrid o Barcelona; por suerte tenemos acceso a ellos 3 veces por semana y casi gratis a través de la televisión.