El equipo hondureño necesitaba un verdadero milagro para poder avanzar en el campeonato internacional (ocupaba ganar 5-0).
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La tarea sonaba imposible, pero en la cancha lucharon de manera notable para hacerlo realidad. Lamentablemente Motagua no pudo ser efectivo en el partido y cometió algunos errores que le terminaron pasando factura.
Los azules se ilusionaron mucho más cuando Erick Andino marcó el 1-0 del juego tras un grave error del defensor Burón, quien le regaló la pelota para dejarlo solo frente al portero y derrotarlo con mucha categoría. El gol llegó de forma merecida, pues los azules iniciaron el partido con mucha intensidad, asfixiando a su rival y buscando el arco contrario constantemente.
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El rimo del partido lo estaba imponiendo Motagua, que pudo alargar el resultado en varias ocasiones. Erick Andino volvió a rematar de zurda, pero lo hizo muy suave. Santiago Vergara también lo intentaba de larga distancia, pero sin éxito. El equipo mexicano no podía sentirse cómodo en el campo debido a que Motagua nunca se vio nervioso.
Apenas pudo llegar con peligro en un incursión de Arroyo, quien remató con peligro, pero Marlon Licona respondió bien y en dos ocasiones seguidas, pues Zúniga también lo intentó, pero el meta motagüense nuevamente evitó el gol.
LESIONES, ROJA Y SE ACABÓ TODO...
Motagua no tuvo fortuna en el partido. Diego Vázquez se vio obligado a realizar sus tres cambios por lesiones. Salieron lastimados Orlin Peralta, Israel Silva y Erick Andino. Estos movimientos obligatorios no le vinieron bien a los azules, pero aún así mantuvieron el ritmo en el juego y siguieron buscando más goles.
En la segunda etapa, el Azul tuvo las oportunidades más claras. Wilmer Crisanto quedó de frente a González, pero no pudo rematar de buena manera, pues intentó enviar un centro y no rematar directo. Luego volvió a quedar solo pero esta vez remató muy suave con la derecha.
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Tras esas brillantes oportunidades, Motagua perdió a uno de sus hombres por expulsión. Ricardo Barrios, quien había ingresado de cambio y de buena manera, vio roja directa por una fuerte entrada.
Con uno menos en el campo, el América se sintió más tranquilo y se fue encima en busca del empate. Motagua fue perdiendo piernas y oxígeno. El esfuerzo físico que había hecho fue enorme.
Fue así que Michael Arroyo consiguió el gol de la igualada en el minuto 87 y evitó que los motagüenses alardearon al menos, de un triunfo contra un gigante de Concacaf.