El Real España fue el último de ellos al ser castigados con dos juegos a puerta cerrada tras los hechos de violencia e invasión de cancha de los aficionados durante el juego ante Olimpia en la jornada 16.
La molestia de Dip, viene sucedida de la falta de igual para castigar a los clubes traducido de la última sanción de tres encuentros, más 30 mil lempiras por la agresión de un aficionado a un árbitro, castigo del cual se lograron suspender el último juego, al igual que Real España.
“Las cosas increíbles e incomprensibles con la justicia del fútbol en Honduras. Al Vida por el mal comportamiento de un aficionado en un estadio donde no hay historia de violencia como el de La Ceiba nos obligaron a jugar a puerta cerrada dos partidos, con todo el perjuicio deportivo y económico que eso implicó”, dijo.
Y agregó: “Por otro lado, al España, en un caso de invasión masiva de aficionados, con heridos, golpes a policías, bombas lacrimógenas, etc. en el Estadio Morazán, que tiene todo un historial de antecedentes de violencia lo castigan con un juego a puerta cerrada”.
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Ante ello el directivo dejó en claro que no tienen nada en contra de la máquina, pero sí pone en evidencia las decisiones que ha tomado la entidad.
“No tenemos nada contra el España, pero… ¿ustedes creen que eso es justicia? Es la misma Comisión de Disciplina, pero se mide la sanción según el implicado. No, ya es tiempo de cambiar estas cosas en nuestro fútbol. La ley no es equitativa”, cerró.
El Vida tuvo que jugar ante Platense y Motagua sin público en las jornadas ocho y nueve. En el cierre de la vueltas regulares se salvó de disputar los encuentros por el repechaje en la lucha por permanencia en la Primera División.
