Su orgullo es tan inmenso como la euforia propia de un padre que ve a su hijo muy cerca de alcanzar la gloria, en esta historia es la copa de campeón del torneo Clausura de la Liga Nacional.
“No hay chance de que no salgamos campeones. Si ganamos con un 3-0 en casa, podemos ir tirando las brasas para el asado”, dice un emocionado don Óscar, mientras su vástago Santiago -sentado a la par- le pone el freno: “Pará, papá, primero hay que ganar y después nos vamos a preocupar por los festejos; Olimpia es un gran equipo”.
Su alegría no la puede disimular ante semejante momento que vive Santiago con potros. La final ante Olimpia se disfruta a tope en la familia Molina. “Cuando en la semifinal lo sacaron y lo aplaudieron, se me cayeron un par de lágrimas y tuve la misma sensación que cuando debutó en primera. Este domingo será igual en la final”, cuenta el primogénito del defensa central de Olancho.
Llegó para el cierre de las vueltas y dos veces ha tenido que posponer el regreso a Argentina porque sueña con ver que el menor de sus retoños levante la copa.
- Operado a corazón abierto -
“Yo dije: ‘yo me quedo, ¿cómo no me voy a quedar? De acá no me voy sin copa’”. El patriarca habla, las miradas se cruzan y el futbolista cuenta cómo invitó a su papá; “le tiré la idea de venir y aceptó enseguida ja, ja, ja... llegó hace como tres semanas y la estamos pasando de maravilla”. Claro, cómo no venir a vivir este sueño, después de debatirse entre la vida y la muerte en un quirófano.
“Me operaron a corazón abierto hace seis meses, casi que veo la luz blanca... estoy viviendo gratis. Tengo el sí medio fácil, sobre todo cuando hay fútbol de por medio y juega él. Estoy totalmente feliz”, revela el padre en el apartamento en el que vive su orgullo en Juticalpa.
No es la primera vez que cruza fronteras para apoyar a Santiago. “En Paraguay me fue a visitar y salimos campeones”, cuenta el zaguero antes de ceder el micrófono: “Salió campeón, pero nunca de esta forma: ganar semifinal, sentirse parte del equipo, nos llega Troglio del otro lado y un club grande de 105 años de historia”.
- Anécdota de Bilardo -
Ver a su hijo a las puertas del título le hace meterse a la “máquina del tiempo”. Cómo olvidar cuando convenció a la madre para que lo dejara ir a la ciudad de Córdoba para perseguir su anhelo de ser futbolista “Miré la tele y salió Bilardo en TyC Sports diciendo: ‘Para estudiar tenés toda la vida, pero para jugar fútbol tenés un momento nada más”. “Con eso fui y le dije a la Karina Andrea y allí aceptó”, rememora.
Su emoción de este presente es porque su sueño de ser futbolista quizá se lo trasladó a su retoño. “Cuando pintaba para jugar, le dije: “Santi, yo te voy a llevar al fútbol y, si no llegás, es porque vos sos malo... si no llegás, vas a ser cerrajero y harás placas para cementerios, como yo”, cuenta.
- La cerrajería -
Como buen cerrajero, don Óscar espera haber traído la llave que abra la puerta hacia el título para Olancho. “No aprendí a la excelencia, pero sí por lo menos a hacer copias de llaves y los trabajitos pequeños. Durante tres veranos le ayudé en la cerrajería, desde los 12 hasta los 15 años”, revela el central pampero.
Cuando la situación lo requería y aunque enojado -cuenta su padre-, el defensa se quedaba en el negocio. “De penitencia, si perdemos la final, que vaya a hacer copias de llaves ja, ja, ja”, le lanzó el reto don Óscar antes de que Santiago se despida con una confesión: “El título sería un regalo muy lindo para mi papá, es algo que tengo pendiente de toda la vida porque me apoyó desde el primer momento, y devolverle esto con un título en Olancho me parece que va a dar ese saborcito extra”.
- En la final ante Olimpia -
Con cautela, pero sin dejar de tener la ilusión por las nubes, así vive Santiago Molina la definición del título del Clausura ante Olimpia.
“Esta final tiene un sabor muy especial porque pienso que Olancho viene haciendo muy bien las cosas y creo que podríamos ser justos ganadores de este torneo”, confiesa el central.
El defensa argentino de 27 años sabe que esta batalla por la copa “no está para nada dicha” y por eso hay que enfocarse. “Creo que será una hermosa final y para demostrar de lo que estamos hechos nosotros”, revela.
Eso sí, no esconde la dificultad de consagrarse monarca porque enfrente está el más ganador de Honduras y un técnico que no sabe lo que es perder una final con los leones.
“Algo dice eso, es un dato muy fuerte. Nosotros queremos hacer la hazaña. Cuando Olimpia venía sin perder en el Nacional, nosotros cortamos esa racha, y por qué no podríamos quebrar esta también”, cierra el sudamericano, quien curiosamente tiene un perro con el nombre de Lionel Messi. Santi espera viajar a Argentina el 31 de mayo, pero quiere hacerlo con el membrete de campeón.
